Mar 26 de Noviembre de 2024
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La Justicia detrás de los políticos y testaferros K

El caso Jaime reveló una gran cantidad de testaferros. Se trata de un grupo de personas compuesto por familiares y allegados que también irán a juicio oral y público.
Ricardo Jaime ya fue condenado por recibir coimas de empresarios a los que debía controlar. También fue condenado por su responsabilidad en un caso de corrupción seguida de muerte: la Tragedia de Once.

Además tiene varios procesos por corrupción abiertos, y uno especialmente avanzado: la causa por enriquecimiento ilícito que resume sus actividades deshonestas mientras fue el secretario de Transporte de Néstor y de Cristina Kirchner.

El fiscal Carlos Rívolo lo acusó y el juez Sebastián Casanello lo procesó por enriquecimiento ilícito. La Sala I de la Cámara Federal confirmó los procesamientos que quedaron firmes: Jaime y su círculo familiar y de negocios no pudieron justificar bienes por 12 millones de pesos.

La cifra no parece grande para quien fue el jefe del kirchnerismo cordobés y el portador sano de bolsos repletos de fajos de pesos y dólares. Sucede que eso es tan sólo lo que pudo demostrar la Justicia.

A través de testaferros compró un avión, un yate, casa, autos, una moto de agua, un diario, una radio: todo con su sueldo de funcionario público. Los bienes fueron puestos a nombre de testaferros. Ellos también tendrán que ir a juicio oral y público.

El 22 de diciembre pasado, Casanello le comunicó al fiscal Rívolo que estaban dadas las condiciones para cerrar la investigación que comenzó en 2008 (el juez hasta 2012 fue Norberto Oyarbide) y elevar el caso a juicio oral. Pero Rívolo se opuso porque considera que antes se debe procesar por enriquecimiento ilícito a Julieta Jaime, una de las hijas del ex funcionario. Para que un caso llegue a juicio es imperiosa la existencia de la acusación del fiscal.

Julieta Jaime contaba con una decisión judicial favorable por falta de mérito, pero una investigación de Rívolo determinó que no puede justificar sus ingresos y que además tenía entre sus posesiones una moto de agua que no había sido hallada hasta ahora.

El fiscal considera que todos los testaferros deben ir a juicio al mismo tiempo, ya que no se debería tratar casos en forma aislada. Rívolo insistió para que Casanello habilite la feria judicial y acelere los tiempos para el procesamiento de Julieta Jaime, una de las 18 personas que el ex secretario de Transporte usó como para esconder su fortuna personal.

La lista de testaferros de Jaime

1) Manuel Vázquez: se presentaba como asesor de Jaime en la Secretaría de Transporte. Era el hacedor de negocios sucios y testaferro principal. Lo habían condenado por estafa y por librar cheques sin fondo. No podía operar comercialmente en la Argentina, pero lo hacía a través de sus hijos y de sociedades que controlaba. Tuvo participación activa, junto a Jaime, en la operación de compra de trenes en desuso a España. Allí cobraron una importante coima. Era el que juntaba el dinero que las empresas le pagaban a Jaime.

Jaime Manuel Vázquez, uno de los testaferros de Ricardo Jaime
Tenía una consultora que facturaba mensualmente a las empresas que el ex funcionario kirchnerista controlaba. Las dos caras de la corrupción: de un lado empresarios y del otro, funcionarios. Vázquez participó de la maniobra financiera para comprar el avión de cuatro millones de dólares que Jaime usaba como propio. Juntos fueron condenados por el caso de las dádivas.

2) Julián Vázquez: asistió a su padre Manuel en la maniobra de adquisición de la aeronave mencionada. Se sospecha que los principales empresarios ferroviarios de la Argentina pusieron dinero para comprarle el avión con el que Jaime jugó a ser millonario.

3) Silvia Reyss: maestra jubilada y ex pareja de Jaime, fue la testaferro con mayor actividad. En los momentos en los que el ex secretario de Transporte no paraba de juntar dinero negro, esta mujer compró un Peugeot 307, un yate pequeño, un departamento en Río Gallegos, una casa en un country de Córdoba, otro Peugeot 307, un Honda Fit, un departamento en Florianópolis, un auto Honda Legend, y un spa montado en Córdoba.

También disfrutó mucho de los viajes al exterior, algo que no le sucedía antes de que Jaime llegara de la mano de Néstor Kirchner a una de las grandes cajas del Estado. Entre 2003 y 2011 Reyss viajó 27 veces a Brasil, cuatro a España, y una vez a Uruguay, Chile, Francia y Alemania. Fue procesada.

4) Julieta Cecilia Jaime: Una de las hijas del ex funcionario. Compró una casa en un barrio residencial en las afueras de Carlos Paz. Según la investigación no tenía fondos para justificar sus ingresos. Adujo haber pedido un préstamo pero la investigación determinó que es falso. Los certificados de ingresos por empleaos que dijo tener también fueron desestimados por la Justicia. Hace poco le descubrieron también una moto de agua a su nombre. Rívolo pidió su procesamiento. Tiene hasta ahora una falta de mérito dictada por la Cámara Federal.

5) y 6) Agostina y Lorena Jayo, hijas de Reyss: la primera es cosmetóloga, kinesióloga y fisioterapeuta. Intentó justificar su cambio económico con enormes ingresos como maquilladora. No le creyeron.

Lorena es docente. Compró una casa en el mismo country Cuatro Hojas de Mendiolaza (Córdoba), un Volkswagen Golf, un Fiat Uno, la mitad de una camioneta Mercedes Benz Sprinter, una Ford Ecosport, un Renault 21 y una moto BMW como las que les gusta manejar a Jaime. Su hermana Agostina, un Fiat Uno, un Peugeot 206. Adquirieron juntas el Spa con Reyss y el terreno donde instalaron el emprendimiento productivo familiar.

7) y 8) Ignacio Julián Soba Rojo y Silvano del Carmen Mazzuchelli: Soba Rojo, un jubilado prestanombre, mayor de 80 años, que estaba a sueldo de Manuel Vázquez y apareció comprando una sociedad que comenzó a manejar el diario La Mañana de Córdoba.

Jaime era el jefe del kirchnerismo cordobés y esa operación demostró que el dinero negro que conseguía el ex secretario de Transporte no sólo se usaba para sus gustos caros: el periódico fue el órgano de prensa del Frente para La Victoria de Córdoba. Su principal objetivo, junto a la radio LV2 (comprada por testaferros de Jaime) fue denostar a Luis Juez, candidato no kirchnerista. Integraba la sociedad Delome, una pantalla para hacer negocios para Jaime.

En la misma firma lo acompañaba Mazzucchelli, quien trabajaba en el colegio donde estudiaron los hijos de Vázquez y le prestaba el nombre al principal testaferro de Jaime –como condenado no podía armar sociedades- para diferentes negocios. Aparece involucrado en la compra de un departamento de 450.000 dólares al que el ex funcionario kirchnerista quiso mudarse. El inmueble está ubicado en Figueroa Alcorta al 3000, Palermo Chico.

9) y 10) Hugo Daniel Álvarez Picasso y Nina Lozeva: participaron en el armado de la sociedad que iba a comprar el departamento de Figueroa Alcorta. El primero trabajó en la secretaría de Transporte donde mandaba Jaime y presidía la sociedad a nombre de la cual anotaron el inmueble. Y como si esto fuera poco sumaron a Lozeva, una de las más excéntricas testaferros: adiestradora de perros, búlgara, afincada en La Plata, presidió luego de Álvarez Picasso la sociedad que compró el departamento para Jaime. Dijo que había sido tentada por empresarios brasileros para hacer la adquisición.

11) Daniel Jaime: uno de los hermanos del ex funcionario que también fue su testaferro. Vivía en Brasil y no tenía dinero, pero a partir de la furia recaudadora de su hermano comenzó a hacer negocios; por ejemplo, una de sus empresas fantasmas hizo obra pública ferroviaria. Esa decisión dependía de Ricardo Jaime. Puso su nombre para comprar un Toyota Corolla, un Volkswagen Passat y un Volkswagen Bora con dinero negro de su hermano. En dos de las compras de los autos fue considerado encubridor.

12) y 13) Graciela Vigna y Norberto Ledantes: comerciantes de Villa Carlos Paz, Córdoba, padres de Sebastián Ledantes, quien estuvo casado con Julieta Jaime. El ex funcionario compró una casa para que viviera el joven matrimonio y la puso a nombre de los padres de quien entonces era su yerno.

14 y 15) Alfredo Pielach y Lisandro López: integran el entramado de negocios de Néstor Otero, dueño de la Terminal de Ómnibus de Retiro. Jaime fu condenado el año pasado por haber recibido coimas de empresarios: uno de ellos fue Otero, quien compró rápidamente al funcionario cuando en julio de 2003 le comenzó a abonar el alquiler de su departamento.

Jaime había asumido en mayo de 2003 junto a Néstor Kirchner. Pero parece que sus servicios brindados a Otero fueron muchos, porque le compró un Hotel en Carlos Paz. Como la sociedad que lo adquirió estaba integrada por Pielach y López, los procesaron como testaferros. El hotel llamado Saint Tropez fue administrado por Julieta Jaime. La misma sociedad compró una camioneta Kia Carnival que Jaime usó para hacer campaña por el kirchnerismo en una elección cordobesa.

16) y 17) María Filomena Pfaffen y Raúl Glories: la deuda de Otero con Jaime debe ser infinita porque otro de los testaferros procesado por Casanello pero favorecido –insólitamente- por la Cámara Federal es Glories, cuñado del dueño de la Terminal de Retiro.

Glories compró una casa en un barrio cerrado para que Jaime y Reyss descansaran los fines de semana. Esa vivienda la pusieron a nombre de la madre de Reyss, otra octogenaria prestanombre que vivía en Río Gallegos y cobraba una jubilación mínima.

Pfaffen, madre de Reyss, no pudo ser indagada porque su estado de salud no se lo permitió. Formó parte del staff de testaferros a los que recurrió Jaime, pero quedó fuera del alcance de la Justicia porque se determinó que "no está en condiciones psicofísicas de ser indagada".

18) Pedro Agustín Román Martínez: Jaime se aprovechó de un pobre empleado de un estacionamiento a quien involucró en su causa por enriquecimiento ilícito. El hombre estacionaba el auto de Reyss en la época en la que a los Jaime les sobraba la plata. Él le pidió trabajo y la señora del poderoso funcionario público le ofreció un negocio: le dio tres mil pesos para que firmara unos papeles que lo convirtieron en el dueño de un Honda Legend de un valor cercano a los 65 mil dólares.

Román Martínez, paraguayo, vivía entonces en una precaria casa en una villa. Se enteró de que existía un pedido de captura en su contra como testaferro de Jaime cuando en 2013 fue a buscar trabajo y le pidieron un certificado de reincidencia. Estuvo detenido unas horas. Contó su historia ante la Justicia y evidenció que los corruptos son impiadosos, hacen negocios con los poderosos y se aprovechan de los que menos tienen. No tenía casi para comer y con lo que la ex esposa de Jaime le pagó para que firmara los papeles del auto apenas pudo instalar agua caliente en su casa para bañar a su hija. La Cámara le dictó una falta de mérito. Y según fuentes judiciales, el fiscal Rívolo no lo acusará.

Una vez dirimida la situación judicial de Julieta Jaime, el caso por enriquecimiento ilícito del ex secretario de Transporte podrá ir a juicio. Y allí quedará expuesto, desde otro ángulo -el de la acumulación personal cómo hacía negocios Jaime mientras era funcionario público. (Infobae)


Domingo, 3 de abril de 2016
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