Confirman que Brochero será proclamado santo en octubre Confirmado: el 16 de octubre próximo será el gran día. Tal como se esperaba, en un consistorio ordinario público de cardenales el Papa anunció hoy que canonizará a José Gabriel del Rosario Brochero (1840-1914), más conocido como el "cura Brochero"o el "cura gaucho" el domingo 16 de octubre en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. Ese mismo día también elevará al honor de los altares al mexicano José Sánchez del Río (1913-1928), joven mártir cristero.
Será una ceremonia sin precedente: un Papa argentino elevará al honor de los altares al primer santo auténticamente argentino, ejemplo de "pastor con olor a oveja" y "pionero de la evangelización", como el mismo Francisco destacó cuando fue beatificado.
Si bien en noviembre de 1999, durante el mandato de Carlos Menem, Juan Pablo II canonizó a Héctor Valdivielso Sáez (1910-1934), que fue entonces considerado el "primer santo argentino", este hermano lasallano de familia española nació casualmente en Buenos Aires y vivió la mayor parte de su vida en España, donde murió como mártir.
Brochero, en cambio, vivió toda su vida en su Córdoba natal, donde murió ciego y leproso.
Nacido en Santa Rosa de Río Primero, Córdoba, el 16 de marzo de 1840, el Cura Brochero siempre fue conocido como el "Cura Gaucho" por asumir como suyas las necesidades de la gente y por su costumbre de predicar el Evangelio con el lenguaje de sus feligreses para hacerlo comprensible. El "Cura Gaucho" evangelizaba a lomo de su famosa mula "Malacara".
Era malhablado y un fumador empedernido. Fue ordenado cura en 1866, hace 150 años y enseguida se destacó por socorrer a los enfermos y moribundos de la epidemia de cólera que azotó al año siguiente a la ciudad de Córdoba. En 1869 se hizo cargo del Curato de San Alberto, hoy conocido como el valle de Traslasierra, en la localidad de Villa del Tránsito (que hoy lleva su nombre). Allí, animando a los pobladores construyó iglesias y capillas, levantó escuelas y abrió caminos entre las montañas.
El extenso Curato de San Alberto (de 4.336 kilómetros cuadrados) contaba con poco más de 10.000 habitantes que vivían en lugares distantes sin caminos y sin escuelas, desperdigados por las Sierras Grandes de más de 2.000 metros de altura. Era triste el estado moral y la indigencia material de la gente. Pero Brochero no se desanimó. Y dedicó su vida no sólo a llevar el Evangelio sino a educar y promocionar a sus habitantes.
Comenzó a llevar a hombres y mujeres a Córdoba, para hacer los Ejercicios Espirituales recorriendo unos 200 kilómetros a través de las sierras. Proyectó además un ramal ferroviario que atravesaría el Valle de Traslasierra para sacar a sus queridos serranos de la pobreza en la que se encontraban, "abandonados de todos pero no por Dios", como solía repetir. Brochero murió ciego, al contraer la lepra por tomar mate con gente enferma de ese mal.
Comenzada hace medio siglo, su causa de canonización comenzó a fluír en tiempos de Juan Pablo II, que en 2004 lo declaró "venerable". Más tarde, en 2012, Benedicto XVI reconoció el primer milagro por su intercesión: la curación inexplicable de Nicolás Flores Violino, un niño que se salvó de un gravísimo accidente de tránsito. Su aprobación permitió su beatificación, el 14 de septiembre de 2013, en una ceremonia multitudinaria en la localidad cordobesa que lleva su nombre, Villa Cura Brochero. El segundo milagro -aprobado por el Papa el 22 de enero pasado- fue la curación, sin explicación médica ni científica, de una niña sanjuanina, Camila Brusotti, que estaba al borde de la muerte tras ser salvajemente golpeada.Martes, 15 de marzo de 2016
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