Murió el escritor italiano Umberto Eco El escritor, filósofo y semiólogo falleció a los 84 años; se hizo muy conocido por la novela "El nombre de la rosa", que fue bestseller mundial.
El escritor, filósofo y semiólogo italiano Umberto Eco murió a los 84 años debido a un cáncer que afrontaba hace varios años, según informaron distintos medios italianos. Nació en la ciudad de Alessandria, en la región italiana de Piamonte, justo en el centro del triángulo entre Génova, Milán, Turín. Fue uno de los escritores más importantes del siglo XX.
Entre sus principales éxitos literarios, se destacan El nombre de la rosa, que fue traducida a casi medio centenar de lenguas y fue bestseller internacional con más de 30 millones de copias vendidas, y El péndulo de Foucault, que según el mismo escritor, podría leerse como la crítica de El código Da Vinci.
Otras obras importantes fueron El cementerio de Praga y Apocalípticos e integrados, cuya obra de ficción podría enmarcarse sin demasiadas precisiones en el apartado de novela histórica. Su última novela, Número cero, presentada en 2015, se centraba en las crisis del periodismo a partir de la historia de un diario fallido.
Además de novelas de éxito internacional, en su extensa carrera Eco fue autor de numerosos ensayos de semiótica, estética medieval, linguística y filosofía.
Eco recibió en el año 2000 el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades y en su obra hay títulos del prestigio y reconocimiento como El Nombre de la Rosa, novela que fue bestseller internacional y fue llevada al cine en una película protagonizada por Sean Connery.
En la última entrevista que le brindó a La Nación en abril de 2015, Eco reiteró sus críticas al periodismo pero sostuvo que "la existencia de la prensa es todavía una garantía de democracia, de libertad, porque la pluralidad de los diarios ejerce una función de control".
El escritor cuestionó la manera de adaptarse de los diarios con el boom de Internet. "El periódico tiene que saber cambiar y adaptarse. No puede limitarse a hablar del mundo. Ya lo he dicho: tiene que opinar mucho más del mundo virtual. El diario funciona todavía como si la Red no existiera. ¡Es como si no se ocuparan nunca de su mayor adversario!", apuntó.
"La semana pasada había perdido esto -un pendrive- y podían desaparecer todas mis labores de los últimos treinta años. Estaba desesperado, pero después lo encontré. Es facilísimo perder este pendrive, pero es muy difícil perder toda una biblioteca. El libro da una garantía de supervivencia".Viernes, 19 de febrero de 2016
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