El drama de estar sin luz 
Sin pronóstico de lluvia hasta el fin de semana y con temperaturas que rozan un promedio de 40° de sensación térmica, la tortura de los cortes de energía se hacen intolerables. Si bien el problema no es nuevo, ya desde este medio se advertía desde el año pasado el verano que se venía, todas las temporadas es moneda corriente y en toda la provincia el flagelo de los cortes de energía.
La gente se pregunta todo el tiempo cuál es el problema, ya que la DPEC sigue enviando a sus usuarios las facturas correspondientes como si el servicio fuera cinco estrellas. Lo cierto es que es un drama para todos: comerciantes que pierden cadena de frío con todo lo que ello conlleva, un riesgo y pérdidas para sus productos, un riesgo para el ciudadano común, personas que se encuentran enfermas y muy dependientes de aparatos que necesitan corriente de manera contínua, ancianos y niños muy pequeños.
Todos los veranos el mismo drama, y las autoridades parecen mirar hacia otro lado, hasta ahora no se ha difundido, al menos en el ámbito local, ningún comunicado oficial del Jefe de la DPEC del distrito Ingeniero Méndez.
Todos los días, se suscitan, en diversas zonas de la ciudad, principalmente en los barrios, cortes de energía, que por varias horas dejan al usuario, al ciudadano común a merced de su suerte. Hace algunas horas el presidente del HCD de Curuzú Cuatiá, Juan Ramón Sosa envió a los medios de comunicación una copia de una nota enviada al Ingeniero Méndez exigiendo una pronta solución al problema energético.
Es algo, pero no pocos saben, que el problema de fondo está a la vista, cableados antiguos, conexiones hechas con alambre, un sistema obsoleto para la alta demanda de la ciudad y muy poca inversión. Todo ello hace un combo insoportable que perjudica al eslabón más débil de toda la cadena, el usuario, que se la tiene que aguantar, y ni hablar de aquellos que tienen familiares enfermos, ancianos, niños pequeños, o viven de la producción de bienes o servicios que necesitan de una provisión contínua de energía.
Esto en cuanto al servicio, pero ni hablar del estado de los postes, de los transformadores y de ciertas negligencias. El problema afecta a todos y merece una solución acorde, a la altura de las circunstancias. La situación es insostenible y la paciencia de los vecinos se agota, se agota, como la energía por estas horas de altas temperaturas.Miércoles, 20 de enero de 2016
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