Gallardo: En el fondo siempre quise ser una chica Sofovich La ex participante del Bailando por un Sueño cultiva un perfil bajísimo pero todas las temporadas veraniegas está firme entre las preferencias del público. De las mujeres con curvas más llamativas del espectáculo, Virginia Gallardo (30) le hace honor al carisma. De perfil bajo a la hora de los enfrentamientos mediáticos, calienta motores para lo que será su debut como protagonista en El Champán Las Pone Mimosas, a partir del 25, en el teatro Premier, en el centro porteño. De novia con Martín Rojas, importante empresario hotelero de La Plata, está en uno de los mejores momentos de su vida.
"No hago temporada en Villa Carlos Paz o Mar del Plata por varias razones: la primera porque la propuesta de El champán las pone mimosas se lo merece. Es un protagónico que me va a ayudar a crecer como profesional y como artista, como se dice. También, porque voy a compartir escenario con Tristán, Jey Mammon, Nazareno Casero, Belén Francese, Gisela Bernal, Francisco Delgado y Matías, de Gran Hermano. Porque es un homenaje al gran Gerardo Sofovich, a quien yo creo que le debo mucho en mi carrera", reflexiona y agrega: "O al menos, como conté en alguna oportunidad, siempre quise ser una chica Sofovich. Siento que de cierta manera lo logré, siendo secretaria de uno de sus programas, en su momento. Hoy, ser parte de este homenaje a un grande para quienes hacemos este tipo de cosas, está buenísimo", sostiene.
"No comparto que en el verano es mejor ir a trabajar afuera por el simple hecho de que Buenos Aires es una gran plaza turística todo el año. Tengo la experiencia de haberme quedado alguna temporada acá y haber hecho un éxito, como en su momento fue Cuatro colas y un funeral. Y en lo personal, implica pasar las fiestas de Navidad y de Fin de año más tranquila y no tener que hacer una mudanza. Acabo de ser tía y podría compartir más tiempo con mi hermano, familia, y ayudarla. Y, por supuesto, yo poder disfrutar de mis sobrinas", amplía la bomba sexy.
Este año se reavivó la polémica sobre los tipo de tratamientos y cirugías que hace Aníbal Lotocki, cuando una paciente estuvo al borde de la muerte.
- ¿Por qué no está preso o le quitan la posibilidad de ejercer? - No quiero hablar mucho porque justamente la pregunta viene a raíz de que la Justicia no hace nada, entonces me cansé de que nosotras tengamos que hacerlo. Ojalá que, si se lo merecen, que actúen y que esa persona deje de operar para no exponer tantas vidas.
- ¿Las figuras del medio están obsesionadas con la estética?
- Me parece que no. En realidad, creo que tiene que ver con una perfección que todas buscamos por el hecho de estar expuestas. Por ahí, no solo incluye a las famosas si no a todas las mujeres en general el querer vernos bien. Me parece que el consejo es hoy hacerlo con responsabilidad y nada más. Hay que preguntar, asesorarse sobre diferentes médicos. No quedarse con la primera opinión y siempre estar muy acompañada del vínculo cercano, sea familia y amigos.
- ¿Cómo te llevás con el orden y la limpieza?
- Soy muy limpia pero no tan ordenada. Mi casa está llena de ropa interior, zapatos, accesorios, pero es parte de mi trabajo. Ahora no tengo mucama, así que ordeno solita y limpio todo yo. También, me cocino. Soy muy ama de casa pero lo disfruto y me gusta. Es una fase que la gente no conoce pero me copa.
-¿Qué planeás para tu 2016?
- El próximo año lo arranco con todo. Estaré en la sexta generación de Combate, todos los días, por la tarde, en Canal 9, a partir del cuatro de enero.
- ¿Cómo van a manejar la distancia con Martín Rojas?
- Está todo controlado porque yo estreno a fines de enero y él, recién en febrero, viaja a Disney por los viajes de las cumpleañeras de su empresa, Test Turismo. Mientras tanto, iremos y vendremos respectivamente los dos o el que pueda y tenga menos compromisos.
"Si te mandás una macana, la estética pasa a otro plano" Años atrás, Virginia decidió hacerse una intervención quirúrgica para modificar el aspecto estético de su cola.
Lo hizo con el cirujano Aníbal Lotocki, tan cuestionado por estos tiempos. Y a los días de la operación, la propia protagonista reconoció públicamente no haber quedado conforme con el resultado, accionar y sustancias utilizadas por el profesional.
Incluso, temerosa, reconoció tener dudas sobre lo que hoy tiene inyectado en sus glúteos y las posibles consecuencias que podrían traerle con el correr del tiempo. Hasta llegó a hacerse estudios médicos para chequear su estado de salud.
"Tengo que limpiar de mi cuerpo sustancias tóxicas que recibí al operarme con Lotocki. Supuestamente, con el tiempo (el metacrilato) se iba a reabsorber. Estoy mucho mejor que hace 6 años. Cuando uno se manda la macana, lo estético pasa a un segundo plano, deja de importarte y me preocupé por mi salud, mi absoluta prioridad", supo contar Gallardo.
"Los dos estamos más enamorados que nunca"
Contigo, pan y cebolla, podría ser una forma de describir el presente de la vedette y, sin embargo, hay gustos y placeres que su relación con Martín Rojas están muy lejos de perderse. Es tanto el cariño y la pasión que se profesan que cuando la consultan sobre los compromisos laborales y el tiempo que debe sacrificar, Virginia Gallardo minimiza la distancia.
"Con mi novio estoy super super. Lo que más me gusta de él es su personalidad, su paciencia y su manera de dedicarse a mí. Es un chico súper familiar y compañero, así que te puedo decir que no hay forma de que no te enamores de él. Los dos estamos más enamorados que nunca. Y respecto a qué le gusta a él de mí, habría que preguntárselo, yo no puedo responder por Marto", dice casi sonrojándose.
Entre los placeres, los viajes no faltan, incluso también representan un momento especial para ambos.
"Cuando viajamos, lo disfrutamos muchísimo. El conoce la mayoría de los lugares a los que vamos y me hace de guía turística con un amor y dedicación admirable, donde se nota que le gusta dedicarse a lo que se dedica, a tener una empresa de turismo", explica, sin embargo, casi seria, y hace su salvedad en relación a los diferentes caminos que eligieron.
"La realidad es que por nuestros trabajos pasamos mucho tiempo separados, distanciados, así que cuando estamos juntos le sacamos el mayor de los provechos", comenta.
Aunque suene irrisorio, tanto Martín como Virginia saben darse sus tiempos para la intimidad, sin que medien flashes y hasta prescindiendo de la glamorosa vida nocturna.
"Los dos somos muy tranquilos, nos gusta compartir muchas cosas que tenemos en común" y casi como quien va adaptándose al cambio de vida confirma: "La familia de él es un amor, me tratan con mucho cariño y siempre me hacen sentir muy cómoda", concluye en relación al noviazgo soñado que aún comparte feliz con Martín. (Diario Popular)Miércoles, 16 de diciembre de 2015
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