In memóriam de Mons Devoto Así se expresó el obispo coadjutor de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecín, durante la misa que presidió en la catedral al cumplirse 31 años de la muerte del primer obispo diocesano, Alberto Devoto. Concelebraron varios sacerdotes, entre ellos, el presbítero Victor Arroyo, que fue ordenado sacerdote por el extinto obispo. Monseñor Adolfo Canecin inició su homilía remarcando que “estamos haciendo memoria de alguien que estuvo entre nosotros, que vino desde lejos y desde una realidad totalmente diferente. Alguien que partiendo de las palabras del Evangelio, si las palabras pasan tu palabra no pasará, alguien que tuvo la gracia de participar del Concilio Vaticano IIº, estamos hablando de una persona que fue fiel a la Palabra de Dios y al magisterio de la Iglesia” dijo el prelado.
Mas adelante remarcó que Alberto Devoto “supo asumir los documentos de la Iglesia” por eso, “estamos haciendo memoria de alguien, que en base a la Palabra de Dios y al magisterio de la Iglesia se esmeró para ser fiel para intentar responder a los desafíos que la realidad presentaba en ese momento, algunas realidades han desaparecido y otras se han repotenciada” dijo el obispo coadjutor de Goya.
“La mejor manera de mantener viva su memoria es ayudarnos a hacer un discernimiento comunitario” dijo con énfasis el Obispo y relató que “nosotros hoy debemos rendir homenaje tratando de imitar esa fidelidad que monseñor Devoto tuvo al Evangelio”.
Instó a imitar a Monseñor Devoto en “muchas cosas, sobre todo el intento de responder hoy, aquí y ahora con el magisterio de la Iglesia, que hoy tiene nuevas exigencias y un nuevo marco referencial, por eso, hagamos un discernimiento comunitario” porque “nuestra fidelidad tiene que ser en esta línea, entonces, podemos hacer historia y dejar huellas”.
“La realidad espera de nosotros lo que hoy el Papa Francisco nos propone en el Evangeli Gaudium, es decir, una Iglesia en salida”. Insistió luego: “Cuantas cosas hoy tienen plena vigencia en la propuesta que el Papa nos propone” por eso en esta memoria del Obispo Alberto Devoto “con su intercesión ver cual son los desafíos de hoy, es decir, ver la realidad”.
PADRE ARROYO
El obispo invitó al presbítero Víctor Hugo Arroyo, que fue ordenado sacerdote junto a los presbíteros Luis María Adis y Julián Zini, a dar su testimonio recordando al extinto primer Obispo de Goya.
El padre “Coqui” Arroyo, como es conocido en esta ciudad, dijo que “la memoria y el recuerdo de este obispo, si tiene valor y nos presenta algún interrogante es porque nos transmite un gran mensaje: la propuesta de su imitación y el deseo de parecernos en algo con un hombre que fue un gran cristiano y, se jugó dentro de esas estructuras que le toco vivir”.
El presbítero goyano destacó que Alberto Devoto fue “un hombre de conciencia transparente y abierta, siempre a la realidad que cuestionaba e interrogaba de allí la coherencia entre su palabra y su vida, entre, su fe y sus acciones y obrar concreto”.
Recordó el padre Arroyo que estuvo detenido durante la dictadura “estuve unos días en La Pajarera del campo hípico de Goya y finalmente dijo que “resumir los casi 24 años de vida y acción de monseñor Alberto Devoto me resulta muy difícil, por lo múltiple y vasto de su trabajo, silencioso, paciente, de bajo perfil para la publicidad; con ese fin incomprensiblemente trágico”.Viernes, 31 de julio de 2015
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