Nuevo VatiLeaks  Ayer la noticia recorrió el mundo entero: dos ex miembros de una comisión especialmente organizada para investigar organismos en el Vaticano fueron detenidos, acusados de filtrar documentos secretos.
Hoy, uno de los detenidos, la italiana Francesca Chaouqui, fue liberada y aseguró a la prensa que fue el otro acusado, el sacerdote español Luis Ángel Vallejo Balda, quien mandó la información a los medios, así como algunas grabaciones del papa Francisco .
Chaouqui, ex relaciones públicas, aseguró en una entrevista publicada hoy: "Todo lo hizo él (Vallejo), yo incluso intenté pararlo", según EFE.
"No tengo nada que ver con cuervos o topos, demostraré mi inocencia. Estoy tranquila, me siento bien con mi conciencia. He contado sólo la verdad a quien está investigando sobre la filtración de documentos en la Curia", añadió Chaouqui.
El Vaticano comunicó ayer la detención durante el fin de semana de ambos en el marco de una investigación por haber filtrado documentos y otros materiales considerados reservados.
Mientras que la ex consejera del COSEA quedó en libertad pero a disposición del promotor de Justicia del Vaticano (fiscal), Gian Piero Milano, al haber colaborado, el sacerdote español se encuentra aún arrestado.
Vallejo Balda fue secretario de la Comisión Investigadora de los Organismos Económicos y Administrativos de la Santa Sede (COSEA) y la prensa italiana explica que fue él quien introdujo a Chaouqui en los ambientes vaticanos.
Chaouqui precisó en la entrevista que su colaboración con las autoridades "no se debe a un arrepentimiento o una admisión de culpa" pues no tiene nada que admitir o de qué arrepentirse, y que se presentó inmediatamente en cuanto la Gendarmería vaticana la llamó para aclarar algunos asuntos.
Además, reiteró que fue el monseñor quien la quiso "meter en este lío" y aseguró sobre el Vaticano: "Aquí se respira una atmósfera fea".
"Se respira una atmósfera de cuchillos afilados, sobre todo por los nombramientos que no llegaron, pues el monseñor primero esperaba ser secretario de la Secretaria de Economía y después revisor general de la Santa Sede", indicó.
Así fue Vatileaks
De nuevo un caso de robo y filtración de documentos privados del Papa sacude al Vaticano. Lo que ocurre se parece mucho al caso Vatileaks.
En enero de 2012 se publicó esta carta a Benedicto del actual nuncio en Estados Unidos, Carlo María Viganò. En ella denunciaba "corrupción, prevaricación y mala gestión” en el Vaticano.
A lo largo de las semanas, varios diarios italianos filtraron nuevos documentos.
Para averiguar quién estaba detrás de la filtración, en abril Benedicto dio poderes a tres cardenales para investigar e interrogar libremente a quien estimaran oportuno.
Poco después, el periodista Gianluigi Nuzzi publicó "Sua Santità”, un libro con más de 100 documentos de Benedicto. Algunos no habían salido del apartamento papal, y por eso dieron con el culpable.
En pocas horas fue arrestado el mayordomo del Papa. En su casa encontraron miles de documentos fotocopiados sustraídos del mismo despacho de Benedicto XVI.
P. FEDERICO LOMBARDI Portavoz del Vaticano 29 de mayo de 2012
"Por ahora está detenido en espera de los primeros interrogatorios. No me soprendería que después los abogados presentaran una instacia al respecto. Cómo vaya a proceder el juez después, no lo sé”.
Ante el desconcierto y la desconfianza que se extendieron en los pasillos vaticanos, Benedicto tranquilizó a todos.
BENEDICTO XVI 30 mayo 2012
"Hay muchas reconstrucciones, amplificadas en algunos medios de comunicación y especialmente gratuitas que van más allá de los hechos, ofreciendo una imagen de la Santa Sede que no responde a la realidad. Deseo renovar mi confianza, mi aliento a mis más estrechos colaboradores”.
El mayordomo pasó dos meses en la pequeña cárcel del Vaticano, en una de sus tres celdas. Ya bajo arresto domiciliario escribió a Benedicto, le pidió perdón y dijo que había actuado solo, sin cómplices ni presiones externas.
Su juicio estuvo rodeado de una gran expectación.
P. FEDERICO LOMBARDI Portavoz del Vaticano 2 de octubre de 2012
"El mayordomo ha afirmado que no ha actuado por interés económico sino tras una situación de malestar personal, que percibía a su alrededor. Se ha declarado culpable de haber traicionado la confianza que el Papa puso en él”.
Cuatro días después el Tribunal dictó sentencia.
"Declara al imputado Paolo Gabriele culpable por haber cometido, con abuso de la confianza derivada de la relación de oficio relativa a la prestación profesional, la sustracción de cosas que, en razón de tales relaciones, se dejaban expuestas por la confianza en él”.
El mayordomo fue condenado a sólo 18 meses de prisión acusado de robo con agravante de documentos reservados.
En diciembre, antes de Navidad, el Papa lo indultó y le proporcionó una vivienda y un trabajo en un hospital del Vaticano.Martes, 3 de noviembre de 2015
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