Sab 23 de Noviembre de 2024
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Julio César Insaurralde: "Para mí es una satisfacción que vengan a verme, quiero que todos vengan a visitarme siempre"

En horas de la mañana de este martes, el equipo de IusNoticias se trasladó hasta la casa del reconocido periodista Julio César Insaurralde para acompañarlo e interiorizarse sobre el proceso de su recuperación tras el Accidente Cerebro Vascular que sufrió hace más de dos años.

La familia de Julio César abrió las puertas de su casa, y ahí estaba quien supo cautivar a miles de oyentes durante muchísimos años, a través de los programas de radio que realizó en varios medios de comunicación locales.

Con las dificultades propias de su enfermedad, de la cual se está recuperando paulatina y progresivamente gracias a los diversos tratamientos de rehabilitación que recibe periódicamente, el periodista habló de sus deseos más íntimos, de política, de los medios de comunicación e hizo un fuerte llamado a sus seguidores, que, si bien no está en el aire radial, aún recuerdan la fuerte impronta que el comunicador supo dejar en el imaginario colectivo social de Curuzú Cuatiá.

Por la hora, Julio nos recibió en su habitación, estaba acostado, no hacía mucho tiempo que se había despertado, pero se mostró expectante y contento por la visita. "Me siento bien, pero ésto que me esta pasando es muy feo y horrible, no se dan una idea de lo que es", alcanzó a decirnos ni bien abrimos el grabador, previo consentimiento de él para ésta requisitoria periodística.

Julio, hace más de dos años padeció lo que comúnmente se conoce como ACV. A grandes rasgos, el ACV es la primera causa de discapacidad y la segunda de muerte en el mundo. En la Argentina, se produce un ACV cada ocho minutos. Pero el ACV puede tratarse y, sobre todo, prevenirse (hay más detalles de la enfermedad más abajo).

La rehabilitación y la lucha

El periodista, está recibiendo de manera periódica varios tratamientos para paliar la enfermedad. Uno de los profesionales que lo está atendiendo en éste sentido es Eduardo Longo, quien no solo se aboca a tratar a Julio César sino a otras personas con discapacidad. Longo, quien también se dedicó mucho tiempo al periodismo radial, y de conocida trayectoria deportiva en nuestro medio, siempre publica en su cuenta de Facebook los progresos y adelantos del caso de Julio César, a quien hoy vinimos a visitar.

"Puedo escuchar bien, entiendo todo, pero me cuesta coordinar el habla, por eso hablo despacio y se me entiende", nos dijo Julio César, con una notable mejoría en la articulación de los fonemas que emitió a través de su aparato fónico, en comparación con otros tiempos.

No escucho radio pero extraño mucho hacer radio

Al ser consultado sobre si escuchaba radio, nos dijo: "No escucho porque me hace mal, las noticias me ponen mal porque todo es muerte, corrupción y violencia y eso me hace mal porque todas las noticias son malas. Parece que para ser algo noticia tiene que ser malo", indicó refiriéndose a los medios de comunicación.

"Extraño mucho la radio, extraño hacer radio, aunque a los medios les falta chispa, sólo les interese facturar, yo extraño la radio. Nadie se da una idea de lo horrible que es para mí ésto que me está pasando", dijo, quizá, recordando su paso ante el micrófono en su comunicación personal con esa gran familia de oyentes que supo cultivar, desde que llegó a la ciudad de Curuzú Cuatiá, allá en principios de los años 90, en la FM Universal, cuando enamoró a todos los oyentes curuzucuateños con su programa "Personalmente", con un estilo crítico directo y ácido, sacudiendo a propios y extraños, generando una revolución en el mundillo mediático de aquel entonces.

"Soy muy creyente y eso me ayuda mucho, me cuesta lograr el equilibrio y coordinar las palabras, pero estoy mucho mejor", dijo Julio, quien en el respaldo de su cama de plaza y media tiene colgado un crucifijo con la imagen de Cristo en franca evidencia de lo que nos afirmaba.

No obstante describió la sensación de estar preso de su propio cuerpo. "Me siento preso dentro de mí cuerpo, entiendo todo lo que hablan pero mi cuerpo no coordina", mencionó. Una sensación que suelen compartir quienes padecen esta enfermedad, que según dicen los expertos se puede prevenir.

Los amigos están para los asados nomás

Al preguntarle si quería dejarles un mensaje a sus seguidores y simpatizantes, nos dijo: "los amigos están para los asados, pero en los momentos difíciles no aparecen, y acá es donde se ven los pingos".

"Cuando esta todo bien, estan todos, pero cuando hay dificultades, no aparece nadie. Cuando más necesitas de los amigos no están, pero cuando hay asado ahí aparecen todos", reclamó.

Quiero que vengan a visitarme siempre

Y acto seguido, luego del desahogo dijo sonriendo que para él, "es una satisfacción que vengan a visitarme, quiero que vengan todos a verme siempre, que me vengan a visitar y acompañar, que me saquen de acá".

Para finalizar la nota y para sacarlo de contexto le preguntamos que pensaba de la segunda vuelta, cuál era su pálpito y nos contestó que: "me enteré que vamos a segunda vuelta, y ahí gana Macri, que Scioli se baje".

Y agregó: "Macri va a ganar y le va a dar una paliza a Scioli", "el Frente para la Victoria ya fue, Scioli es alumno de Cristina y el pueblo quiere otra cosa", finalizó.

ACV, LO QUE TENES QUE SABER DE LA ENFERMEDAD


El Ataque Cerebrovascular (ACV) es la primera causa de discapacidad y la segunda de muerte en el mundo. En Argentina, se produce un ACV cada ocho minutos. Pero el ACV puede tratarse y, sobre todo, prevenirse.

La mayoría ocurre en mayores de 50 años, en hombres y mujeres, pero no es excepcional, sino más bien creciente, su aparición en personas jóvenes, sobre todo, por el aumento en el consumo de drogas estupefacientes.

Existen dos clases de ACV:

a) el isquémico, que es el más frecuente (80% de los casos), y que se da debido a una obstrucción brusca de una arteria cerebral con repentina interrupción de su flujo sanguíneo,

b) el hemorrágico, que es el sangrado causado por una ruptura vascular.

Los síntomas

Reconocer los síntomas rápidamente es fundamental para intervenir a tiempo, ya que sólo dentro de las primeras horas de instalado un ACV isquémico puede aplicarse el tratamiento específico que permite revertir el daño cerebral: la trombolisis cerebral o disolución del coágulo.

Los síntomas habituales del ACV son siempre repentinos y pueden ser detectados por la persona afectada o sus allegados. Puede darse ddebilidad o adormecimiento en la cara, brazo o pierna, usualmente en un lado del cuerpo; confusión, problemas repentinos para hablar o comprender el lenguaje; dificultades para ver, desde oscurecimiento hasta visión doble, con uno o ambos ojos; bruscos inconvenientes para caminar, mareo, vértigo, pérdida del equilibrio o de la coordinación motora; intenso y súbito dolor de cabeza.

Algunas pruebas simples permiten reconocer un ACV:

* Sonreír: lo normal es que ambos lados se mueven igualmente. Lo anormal es que un lado del rostro se mueva distinto;

* Levantar los brazos y piernas: lo normal es que ambos se sostienen igual, mientras lo anormal es que un miembro cae más que el otro;

* Decir una frase: normalmente uno pronuncia sin dificultad, mientras que de manera anormal uno habla con dificultad, arrastra, “borronea” las palabras o enmudece.

Si se llega tarde, la trombolisis no da resultado y puede incluso ser perjudicial. En caso de notar alguno de los trastornos mencionados, debe llamarse inmediatamente a un servicio de emergencias, ya que un ACV requiere el urgente traslado del paciente a un centro adecuado para su tratamiento. Hay que llamar primero a la emergencia y después al médico de cabecera. ¡El tiempo es cerebro!

La importancia de prevenir

Existen factores que aumentan el riesgo de sufrir un ACV que pueden ser fácilmente modificados:

- la presión arterial elevada,

- el consumo de cigarrillos,

- el sedentarismo,

- el sobrepeso,

- la enfermedad cardíaca preexistente,

- la diabetes, el estrés,

- el colesterol elevado,

- el consumo excesivo de alcohol y

- el uso de drogas ilícitas.

El paciente debe recibir la medicación preventiva que corresponda a sus factores de riesgo: drogas para bajar la presión arterial o el colesterol, para prevenir las obstrucciones vasculares, para tratar la diabetes.

Además, es importantísima la modificación de hábitos: dejar de fumar, dejar de consumir alcohol o drogas, recibir una alimentación correcta, descender el eventual sobrepeso, efectuar un nivel adecuado de actividad física aeróbica y replantear el nivel de estrés laboral y social.

La prevención es fundamental, porque disminuye sustancialmente la probabilidad de sufrir un ACV. Es esencial tomar conciencia de que si no se corrigen los factores de riesgo, la probabilidad de sufrir un ACV es muy grande.

¿Puede recuperarse un ACV?

Muchos recuperan, pero otros no, y es muy difícil hacer un pronóstico al comienzo. Hay muchos casos en los que, por razones médicas, la trombolisis no puede hacerse, otros en los no se llega a tiempo, otros en los que no resulta eficaz, y quedará una secuela.

Para contrarrestarla, debe iniciarse neuro-rehabilitación ni bien instalado el ACV, a la par del tratamiento farmacológico, incluya éste o no trombolisis. Cuanto más se tarde en iniciarla, menor será la posibilidad de recuperación.

La neuro-rehabilitación es un proceso educativo destinado a disminuir la discapacidad. Según la región del cerebro afectada, las lesiones afectarán determinadas actividades de la vida diaria (caminar, vestirse, comer solo, higienizarse, escribir, hablar y/o entender) y causarán distintas discapacidades en la esfera personal y laboral (depresión, aislamiento social, pérdida del empleo, disfunción sexual).

La neuroplasticidad es la propiedad natural del sistema nervioso de readaptarse, de reorientar su función y reorganizarse ante una injuria.

Las estructuras nerviosas preservadas tratan de reemplazar la función del área lesionada, “aprendiéndola”. Con los estímulos adecuados, el sistema nervioso puede “reeducarse” y volver a funcionar bien, pero sin ellos también puede, distorsionadamente, “aprender” a funcionar mal o lo que es peor, a NO funcionar.

La neuroplasticidad no se mantiene si no se estimula. Con correctas estrategias de neuro-rehabilitación se pueden “reconducir” y dirigir estos mecanismos, promoviendo y recuperando la función neurológica dañada.
(Por el doctor Osvaldo Fustinoni, médico neurólogo, Jefe del Área de Enfermedades Cerebrovasculares de Instituto de Neurociencias Buenos Aires (INEBA) y Profesor de Neurología en la UBA.)


Martes, 27 de octubre de 2015
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