En el Parlamento estará la llave de la gobernabilidad Quien sea elegido presidente enfrentará un escenario distinto al de los últimos años, en los que el Ejecutivo controló el Parlamento. Sin mayorías claras, deberá negociar. Si se repite el resultado de las PASO de agosto, el FpV bajará su peso en Diputados, ya que renueva bancas de la excelente elección del 2011, pero se hará fuerte en el Senado, donde se juegan bancas del 2009 que favorecieron a la oposición.
Más allá de definir al nuevo presidente de los argentinos, haya o no balotaje, las elecciones de este domingo definirán al nuevo Congreso nacional, un espacio clave para el nuevo presidente porque será donde se definan las leyes que le darán los instrumentos de gobierno.
El reciente resultado de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) son hasta ahora la mejor encuesta que hay al respecto y arrojan que el nuevo Parlamento, lejos de ser la "escribanía" que refrendaba las decisiones del Ejecutivo, como señalaba la oposición, se transformará en un ámbito sin mayorías apabullantes y obligará al próximo presidente a buscar equilibrios.
Daniel Scioli sería el que mayor margen de maniobra tendría en este escenario, ya que su Frente para la Victoria tendría la mayor cantidad de legisladores en ambas cámaras.
Sin embargo, en Diputados podría quedar lejos del quórum propio y deberá negociar con una bancada oficialista donde el "kirchnerismo puro" representa casi el 40% de sus integrantes y podría bloquear intentos por hacer cambios bruscos en el "modelo" actual.
En el Senado, tendrá a un incondicional de Cristina Fernández al frente: Carlos Zannini.
Por su parte Mauricio Macri, si eventualmente logra acceder a un balotaje y ganar, debería realizar una compleja ingeniería de acuerdos por afuera del PJ, apostando a partidos provinciales, independientes y a fuerzas menores, ya que una mayoría propia parece muy lejana.
En el caso de Sergio Massa, si da el batacazo y triunfa su situación sería muy inestable, ya que contaría con apenas 15 diputados propios y un puñado de senadores. Pero sus seguidores sostienen que su extracción peronista podría ayudarle a conseguir acuerdos con eventuales "transferencias de lealtades" desde un sciolismo derrotado y también de fuerzas allegadas a Cambiemos.
Máximo Kirchner lideraría un minibloque de La Cámpora y exministros como Kicillof y De Vido tendrían peso propio. Scioli equilibra con varios exgobernadores. La Cámara de Diputados
La cámara baja renovará la mitad de sus bancas, es decir 130 escaños, de los cuales más del 50% corresponden al bloque del Frente para la Victoria (FpV), que pondrá en juego su condición de primera minoría en el fin del ciclo kirchnerista. El oficialismo, que en la actualidad cuenta con 118 legisladores, se jugará una parada importante, ya que arriesgará en estas elecciones 77 bancas conseguidas en los comicios del 2011, cuando la presidenta Cristina Fernández fue reelegida con el 54% de los votos.
La Unión Cívica Radical (UCR), segunda minoría en la cámara baja y que en esta elección forma parte del frente Cambiemos, deberá renovar 13 de los 35 escaños, mientras que su principal socio, el Pro, con un plantel de 18 diputados, pondrá en juego cuatro lugares.
El Frente Renovador de Sergio Massa cuenta con un bloque de 15 legisladores de los cuales renovará cinco mandatos, mientras que el Partido Socialista someterá al juego electoral la mitad de las ocho bancas que tiene en Diputados.
Uno de los fieles aliados del gobierno, el Frente Cívico por Santiago, pondrá en juego cuatro de los siete escaños, mientras que Compromiso Federal, que responde al senador Adolfo Rodríguez Saá, arriesgará tres de sus cinco lugares en la cámara baja.
El GEN de Margarita Stolbizer renovará tres de sus cuatro bancas, mientras que la Coalición Cívica-ARI, que encabeza Elisa Carrió, junto a Unión por Córdoba, son los únicos bloques con más de dos miembros que no arriesgarán escaños en estas elecciones.
Los bloques de Unidad Popular y el Frente Cívico de Córdoba no alcanzaron en las PASO el mínimo exigido por la ley electoral y en consecuencia quedaron afuera del Congreso.
Más allá de los datos técnicos, la Cámara de Diputados tendrá en su período 2016 varios nombres que, en principio, generan expectativa como la figura de los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Planificación Federal, Julio De Vido, dos figuras del gobierno. La agrupación juvenil kirchnerista La Cámpora tendría una veintena de representantes y podría ser liderada por el hijo de la presidenta, Máximo Kirchner, que se postula en Santa Cruz, y Eduardo "Wado" de Pedro, que regresa al Congreso tras ocupar la Secretaría General de la Presidencia.
A la nómina del bloque kirchnerista, que podría perder una veintena de lugares si se repiten los números de las PASO, se agregan Diego Bossio (director de la Anses) y la representante argentina ante la OEA, Nilda Garré.
Por el sciolismo, y de repetirse los resultados que se dieron en las PASO del 9 de agosto pasado, se espera el desembarco de Cristina Álvarez Rodríguez, actual ministra de Gobierno de la Provincia de mea Aires. A estos nombres se suman los gobernadores José Luis Gioja (San Juan), Luis Beder Herrera (La Rioja) y Maurice Closs (Misiones).
Del lado de la oposición, el radicalismo, que debe renovar las bancas conseguidas en el 2011 -una de las más opacas elecciones del centenario partido-, no incluyó nombres de relevancia y apuesta a una leve alza en su caudal de legisladores.
El macrismo, que aspira a pelear la segunda minoría con la posible incorporación de 18 diputados, había impuesto al periodista deportivo Fernando Niembro para encabezar la papeleta del frente Cambiemos, pero a su renuncia fue reemplazado por Silvia Lospennato, y también incluyó a Emilio Monzó, ministro de Gobierno porteño y operador político de Mauricio Macri.
La elección de los nuevos diputados y senadores se realiza en única vuelta. La integración de ambas cámaras es vital para la gobernabilidad. El FpV pone en juego su condición de primera minoría.
Senado con mayoría del FpV
El Senado renovará en diciembre un tercio de sus integrantes, 24 miembros que representan a ocho provincias, y el Frente para la Victoria podría retener el quórum propio si en octubre se repite el resultado de las PASO del 9 de agosto.
Las provincias que deben elegir tres senadores, dos por la mayoría y uno por la minoría, por los próximos seis años son: Catamarca, Chubut, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Santa Fe y Tucumán.
El FpV pone en disputa cinco bancas propias -además de cuatro aliados- y puede llegar a conseguir hasta 16 lugares, si se cuentan algunos sectores que hoy están alejados del kirchnerismo pero pueden mirar con otros ojos al bonaerense Daniel Scioli. En cambio el radicalismo, que arriesga nueve bancas, según los números de las PASO podría alcanzar sólo seis de ellas. Producto del acuerdo que tiene con el macrismo, tuvo que resignar una plaza en Córdoba (de la actual senadora Marta Borello), además de tener la posibilidad de perder una banca por Chubut (que hoy ocupa Mario Cimadevilla) y otra en Catamarca (de las dos que detentan Oscar Castillo y Blanca Monllau).
Dos fuerzas que saldrían beneficiadas son el Pro, que sumaría una banca por Córdoba y mantendría la del actual senador por Santa Fe Carlos Reutemann, y el delasotismo, que conseguiría dos bancas por Córdoba, donde el juecismo resignó sus dos representantes (Luis Juez y Norma Morandini) y el radicalismo el lugar de Borello.
Hoy el oficialismo cuenta con 35 senadores propios y supera por uno el quórum de 37 con la ayuda de tres aliados: la peronista pampeana María de los Ángeles Higonet, la exreutemanista santafesina Roxana Latorre y el exradical correntino José Roldán (quienes finalizan sus mandatos el 10 de diciembre) y la liberal correntina Josefina Meabe, que hace tiempo que no asiste al Senado por cuestiones de salud y quien también debe renovar mandato.
No obstante, de repetirse guarismos de las primarias, el FpV podría superar con creces el quórum propio y, de ser Scioli el próximo jefe de Estado, al menos al comienzo de su gestión no tendría problemas en la cámara alta para hacer avanzar sus iniciativas.
Pese a atravesar un contexto de denuncias por supuesto fraude electoral, el oficialista FpV en Tucumán definió como candidatos al actual gobernador José Alperovich y a Beatriz Mirkin.
En Córdoba, la delasotista Unión por Córdoba, aliada al massismo, obtuvo la mayoría, lo cual lo dejaría en inmejorable posición para obtener las dos bancas con Carlos Caserio y Amelia López. La alianza Cambiemos obtuvo el segundo lugar y podría hacerse de la banca por la minoría con la macrista Laura Rodríguez Machado.
Mendoza le dio una alegría al radicalismo en la alianza Cambiemos, ya que Julio Cobos, secundado por Pamela Verasay, fue el más votado en la categoría senadores. Mientras, el FpV consiguió un segundo lugar con la lista que encabeza la diputada camporista Anabel Fernández Sagasti.
La compensación para el oficialismo nacional pareció dársela Santa Fe, donde Omar Perotti fue el precandidato más votado. (DyN)Viernes, 23 de octubre de 2015
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