Alistan los festejos para conmemorar a La Pilarcita El 12 de octubre se conmemora el nacimiento de Pilar Zaracho, conocida como “La Pilarcita” y se busca rememorar su historia cuando pierde la vida al intentar rescatar a su muñeca de entre las ruedas de un carro. Este evento fue declaro de interés turístico por el Ministerio de Turismo, dependiente del Gobierno Provincial, ya que revaloriza la historia y las raíces del ser correntino y se halla enmarcado en los Caminos de la Fe Popular. A modo de rendirle homenaje, se conformó una comisión organizadora para llevar adelante la Fiesta de La Pilarcita, cuya presidencia está a cargo del señor Marcelo Zaracho. En la edición 2015 ya está todo preparado en la organización.
El festejo popular se da todos los años en el santuario de La Pilarcita ubicado a 30 Km de la localidad de Concepción, donde más de mil personas se acercan a visitar y saludar su altar.
Promeseros, familias, niños y adultos de distintos puntos de la provincia asisten caminando, a caballo, en moto, auto y camioneta al encuentro, cualquier medio de movilidad es válido para no perderse este momento en el que se desarrolla además varias actividades: festival chamamecero y se comparte un almuerzo tradicional con comidas típicas.
El público acerca sus ofrendas, muñecas de distintos tamaños en su gran mayoría, las que son expuestas en vitrinas en su santuario.
La historia de Pilar Zaracho
Popularmente conocida como la Pilarcita, en 1917, esta niña nacida en 1903 y ya con cuatro años de edad, en viaje con su familia como ocupante de una carreta tirada por bueyes, distrae su atención y la muñeca que protegía en sus brazos cae sobre el arenal del camino. La niña, en urgente salvataje se tira a rescatarla, pero una rueda de la carreta la aplasta y fallece.
El polvoriento sendero se convierte en su lugar de descanso, ya que sus padres cavan allí la tumba que guarda sus restos y con una cruz de madera encomiendan su alma al Niño Jesús. La historia cruza el mar del recuerdo y es la escritora Marily Morales Segovia, oriunda del pueblo de Yaguareté Corá y con residencia veinteañera en Valencia, España, quien de visita a Corrientes, tal su costumbre, realiza una muñeca artesanal a la que bautiza La Pilarcita.
En esta misma tierra, otro niño correntino demostró su valía y en sus batallas perdió su nombre original, Pedro Ríos, para ser recordado como el tamborcito de Tacuarí. Niños ambos, en el cielo de la inocencia, hacen de intermediarios entre las angustias de la gente y la fe en Dios, para conceder favores a los que algunos llaman milagros. En este caso, el pago, sencillo y afectuoso, es para la niña una muñeca, parecida a la que cobijó con su amor de mamá, al punto de dar su vida en el intento por salvarla.Jueves, 8 de octubre de 2015
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