Panza llena...Corazón de Oro 
El Ateneo Juvenil de Curuzú Cuatiá es una organización sin fines de lucro perteneciente a la Sociedad Rural que tiene como uno de sus objetivos principales brindar ayuda a la sociedad ofreciendo colaboración, realizando donaciones e interactuando con diferentes sectores de la comunidad como escuelas, comedores, centros comunitarios, etc.
Es así que nos cruzamos con Sergio Filandino y Marina Bulens, un matrimonio con un corazón inmenso. Ellos abren las puertas de su hogar todos los fines de semana a decenas de chicos y padres.
Les ofrecen un momento de distracción, juegos, charlas, baile y disfrutan de una rica merienda hecha por Marina mientras Sergio pone en marcha el motor que empieza a inflar el "saltarín" delante del cual los más pequeños ya hacen cola para subirse.
Al enterarnos, nos pusimos en contacto con ellos para ayudarlos en lo que necesitaren y una vez más ese portón corredizo pintado de negro ubicado en el 1260 de la calle Uruguay estuvo abierto; esta vez para nosotros.
Del otro lado nos esperaba Marina con un mate recién hecho apoyado sobre una mesita en el jardín junto a una canasta llena de galletitas. Imposible esperar otra cosa de una gran anfitriona como ella. Nos sentamos alrededor de la mesa y mientras comenzaba la ronda de mates también comenzó a contarnos su historia.
..."Las puertas de casa las abrí un sábado 24 de mayo, sin querer el día de María Auxiliadora, quien mejor que Ella para auxiliar a cada uno de mis niños. Me llevó 2 o 3 charlas con Sergio, porque al principio él tenía muchos miedos e incertidumbres. Yo lo dejé tranquilo y esperé, sabiendo que iba a aflojar enseguida.
Hablando con mi vecina, una vez me dijo que ellos solo almorzaban para que coman bien los chicos, pero que a la noche "pasaban de largo", y eso es muy triste. Yo de chica muchas veces me fui a dormir con el estómago vacío y eso no se olvida, así que un día publiqué en Facebook que buscaba corazones solidarios para cumplir mi sueño de darles la leche con pan o tortas fritas a los chicos carenciados el barrio. Mucha gente me respondió enseguida y muchas manos vinieron a colaborar. Yo confío y dejo todo en manos de Dios, Él se encarga de cruzar en mi camino a la gente necesaria para q aporte su granito de arena. Siempre digo que sólo soy un puente en esta obra, entre el que quiere donar y los chicos dispuestos a recibir.
Antes de abrir el merendero mandé una nota a varios supermercados pidiéndoles su colaboración, o si tenían algo a punto de vencer que no lo tiren y me lo den para los chicos, pero no obtuve respuesta. Eso no me frenó. Un día apareció una tía que vive en el barrio Centenario y me dijo que hicieron una "vaquita" y me compraron una olla grande, porque la que yo tenía era chica y me obligaba a cocinar en varias tandas. Después me trajeron tazas, platos, mande a hacer unos bancos y listo, comenzó a funcionar.
Al tiempo, me mandan un mensaje diciendo que me regalaban 50 bollos todas las semanas. Lloré de alegría y supe que Dios me estaba mandando las cosas q necesitaba. Es hasta el día de hoy que siguen llegando cosas. Quisiera darles ayuda escolar porque muchos chicos repiten de grado y nadie se preocupa por ellos. Sé que no voy a cambiar por completo su situación social, pero a veces pienso que muchos de ellos se van llenos a sus casas y que esa leche, ese pan, esas galletitas que comparten en casa es el último alimento del día.
…"Mi sueño es poder hacer una galería para que los días de lluvia, ellos puedan merendar. Este año se me ocurrió lo del padrinazgo y ellos chochos".
El programa de padrinazgo consiste en apoyar económicamente a un niño o niña del merendero, quien es el representante de este vínculo. El padrino realiza un aporte que consiste en un regalo el día del cumpleaños de su ahijado y ayuda con la compra de útiles y vestimenta en el inicio del ciclo escolar. Con este aporte se contribuye al desarrollo de las líneas de educación, alimentación y herramientas para la vida.
…"Es muy lindo tener una torta y un regalo el día que cumplimos años y ellos se lo merecen, son niños no tienen culpa alguna. Con Sergio siempre les decimos que tienen que estudiar y forjarse un futuro, porque sólo de ellos dependerá mejorar su situación. Las oportunidades se dan y muchas puertas se abren sólo cuando estudias. Ellos escuchan , ojalá las charlas y vivencias nuestras les sirvan de estímulo"… (Fm Corrientes)Sábado, 3 de octubre de 2015
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