Pura cháchara, circo y oportunismo  Mientras la ciudad se encuentra atravesando la fase 3, dispuesta por el Gobierno provincial y el municipal, y los empleados municipales y del Honorable Concejo Deliberante se hallan de feria administrativa por la actual situación epidemiológica, a los concejales opositores de extracción pejotista, Juan Duarte y Rosa Marchi se les ocurrió meter presión y obligar a la novel presidente del HCD Mariel Naya a que abriese las puertas del recinto legislativo en una sesión especial para tratar un proyecto que busca la suspensión de clases.
En este marco, mientras la ciudadanía está harto preocupada por el estado de salud amenazada por el covid-19, que viene a sumarse a las demás intranquilidades que ya existían antes, como por ejemplo, la enorme inflación a nivel nacional que estaría por arriba del 60 por ciento anual, aparecen los concejales del PJ curuzucuateño, pidiendo el cierre de las clases, como si eso fuera la vacuna para la pandemia.
Naturalmente que esta situación abrió un abanico de posturas encontradas en la opinión pública y en la opinión publicada, pero más allá de esto, en el fondo no deja de ser la evidencia, una vez más, del rastrero oportunismo político, barato y demagógico que solo busca poner palos en la rueda, fastidiar, molestar y sobre todo lograr la atención mediática en un año electoral.
Cabe recordar que son los mismos que en diciembre también habían solicitado la apertura del lugar conocido como "Los Palos", a contrario sensu de las recomendaciones médicas, es decir de quienes luchan denodadamente para frenar el avance de la pandemia.
Y hablando de médicos, ya son varios quienes se han pronunciado en este sentido, manifestando que los contagios no surgieron de establecimientos escolares, sino de reuniones familiares. Incluso los facultativos del Comité de crisis, que son la palabra autorizada en el manejo de la pandemia.
En definitiva, pura cháchara nomas. Pero la situación amerita un análisis mucho más profundo, hay cientos de familias que no están del todo de acuerdo al cierre de los establecimientos.
Y esto es, por varias razones, quizá la principal y esencial es que los padres son los primeros educadores, pero el soporte, dedicación, preparación profesional y sobre todo didáctica y psicopedagogía la tienen los maestros, educadores por excelencia para lo cual han estudiado y preparado años.
El año pasado, en el debut de la pandemia, se ensayaron protocolos y maneras para que los educandos puedan seguir, de alguna forma, aprendiendo, y muchos padres tuvieron que convertir sus hogares en aulas virtuales, aprender a utilizar plataformas digitales, obligados por la situación. Si bien esta medida fue aceptada, nunca reemplazó a la presencialidad, es más, en muchos hogares tanto para padres como para alumnos, sobre todo los más pequeños fue un hecho tortuoso e incluso un disparador de situaciones de violencia intrafamiliar.
A la luz de todo esto, y tratando de ver el bosque más que el árbol, sin mencionar la importancia de no perder el año lectivo, la inmersión del condimento político, solo para contrariar, es, como se dijo más arriba puro oportunismo, pura cháchara.Sábado, 27 de marzo de 2021
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