Encuentro de vida consagrada 
El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín acompañó a las religiosas de la diócesis en el Segundo Encuentro de la Vida Consagrada, que se realizó en el Monasterio dominico “San Alberto” ubicado en la localidad correntina de Lavalle. Participaron representantes de todas las congregaciones religiosas y la misa de clausura concelebró el Obispo emérito monseñor Ricardo Oscar Faifer.
Participaron del encuentro las Hermanas Dominicas Contemplativas (anfitrionas); laicas Consagradas, las Hermanas de Maria Auxiliadora de Curuzú Cuatia; Hermanas Carmelitas Misioneras Teresianas; las Hermanas Franciscanas de Gante de Monte Caseros; las Hermanas Auxiliares Parroquiales de “Santa Maria” que trabajan en Goya y las Hermanas de la Sagrada Familia Anglet también de Goya. Acompañaron sacerdotes salesianos de Curuzú Cuatia y el padre Enrique Dominguez, misionero Redentorista (Congregación del Santisimo Redentor).
El encuentro comenzó el viernes por la tarde para que pudieran participar los religiosos varones, en un clima de fraternidad, donde reflexionaron sobre la vida entregada de tantos hermanos y hermanas que acompañan y hacen presencia en barrios, escuelas , familias, luchas por la vida, a través de la oración y de la misión.
Se dio realce a los 25 años de entrega de la laica Felipa Mendietta y los 50 años de sacerdocio del padre Oreste Barra (salesiano) y asimismo de la Hermana Norma Britos del Monasterio de Lavalle que cumple 35 años de consagración.
Las religiosas que participaron del encuentro Regional del Nea compartieron lo vivido a través de un Power point sobre los documentos del Papa para el Año de la Vida Consagrada, con la invitación a tener una mirada agradecida , (pasado) una mirada reconciliada ( presente) y una mirada de esperanza ( futuro). Asimismo, compartieron experiencias de vida fraterna, con la invitación a ser testimonio , gesto y cercanía hacia el interior de las comunidades y en el servicio pastoral.
Las consagradas analizaron sus aportes para el plan Trienal de la CONFAR NACIONAL, teniendo en cuenta las líneas de trabajo que se propone: humanización, espiritualidad y misión.
El obispo diocesano monseñor Adolfo Canecín exhorto a las religiosas y “a toda la Vida consagrada poner en el centro de nuestras vida la misión y desde allí vivir todo lo demás” y escuchó atentamente las propuestas que se le realizaron.
Monseñor Ricardo Faifer expresó “damos gracias a Dios por su cercanía, valoración y preocupación por la Vida consagrada y las vocaciones” .
Un momento muy significativo fue la celebración Eucarística donde dieron gracias , pidieron perdón y se propusieron acrecentar la esperanza para poder seguir siendo un signo creíble “en el amor de Dios”. En la ofrenda se presentaron dos panes como signo de la entrega silenciosa, orante y de amor para que otros hermanos tengan vida.
Finalizaron con un almuerzo comunitario consistente en un asado criollo en un clima de alegría, fraternidad y sencillez.Jueves, 1 de octubre de 2015
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