El Papa se cansó En la recta final de su intensa agenda por Cuba y EEUU, sufrió un tropezón cuando subía a un avión. El vocero del Vaticano reconoció que el Pontífice "tiene problemas en el movimiento de sus piernas".
No es la primera vez que el papa Francisco emprende una ambiciosa gira que incluye varios países, la celebración de misas casi diarias, recorridas, discursos, visitas a distintos establecimientos, y encuentros y rees privadas con mandatarios y líderes mundiales.
Es que la histórica visita del Papa a Cuba y a Estados Unidos, en momentos en los que ambos países trabajan por la normalización de sus relaciones diplomáticas, se da apenas dos meses después de otra maratónica gira por Sudamérica, en la que el líder de la Iglesia Católica visitó Ecuador, Bolivia y Paraguay. Antes había sido su histórico recorrido de tres días por Tierra Santa.
Durante el tercer destino de su viaje por Sudamérica, un episodio alertó al mundo sobre los efuerzos y la exigencia a la que estaba siendo sometido el Pontìfice. En el sexto día de la gira, cuando estaba a punto de recorrer un penal de mujeres en la capital paraguaya, Francisco debió suspender la actividad y confesó al capellán Luis Arias, casi rogando: "No doy más".
Ahora, cuando enfrenta las últimas jornadas de sugira de diez días por Cuba y Estados Unidos, que terminará habiendo pronunciado 26 discursos -8 en Cuba y 18 en Estados Unidos-, los mismos temores empiezan a sonar entre su círculo cercano.
Este sábado, cuando se disponía a subir al avión de American Airlines que lo trasladaría desde Nueva york con destino a Filadelfia, Francisco sufrió un tropezón en las escalinatas.
Pocas horas después, Federico Lombardi, vocero del Vaticano, reconoció que el Papa sufre dolores en la cadera y es sometido a sesiones de regulares de fisioterapia. "Tiene problemas en el movimiento de sus piernas. Algunos días está mejor que otros.
Durante un viaje como este, en el que debe desplazarse a menudo, está un poco fatigado físicamente. Es normal. Pero felizmente duerme muy bien", precisó en una conferencia de prensa.
Las actividades de la última semana han sido extenuantes para el Papa de 78 años de edad. En Cuba ofreció tres misas multitudinarias, bendijo ciudades, mantuvo encuentros con el presidente Raúl Castro y con el ex mandatario Fidel Castro, y se reunió con religiosos y familias cubanas, todo en medio del intenso calor caribeño.
Casi sin mediar descanso, dejó la isla yllegó a Washington, su primer destino en Estados Unidos. Allí fue recibido por Barack Obama y Joe Biden junto con sus familias, para el día siguiente visitar la Casa Blanca, mantener una reunión en privado con el presidente, recorrer el National Mall, reunirse con los obispos de la ciudad y ofrecer una misa en la que canonizó al fraile Junípero Serra.
También, por primera vez para un Papa, habló en el Capitolio, donde visitó el West Front y se reunió con los "sin techo" antes de su partida a Nueva York.Domingo, 27 de septiembre de 2015
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