Acusada de tráfico de menores
Ghislaine Maxwell, la ex pareja de Jeffrey Epstein acusada de tráfico de menores para fines sexuales, fue localizada finalmente en París, Francia, donde se refugia para evitar a la justicia de los Estados Unidos. Diarios ingleses como The Times y The Sun dieron con el paradero de la mujer de 58 años que está envuelta en los aberrantes delitos que llevaron al financista a prisión, donde terminó suicidándose el 10 de agosto pasado.
Maxwell es buscada por el FBI por las acusaciones de que ella proporcionó niñas menores de edad al magnate y a sus poderosos amigos. De acuerdo a aquellos medios vive en un apartamento de lujo en Avenue Matignon, una calle opulenta cerca de los Campos Elíseos y a apenas 10 minutos de la antigua vivienda que Epstein tenía en la capital francesa. La lujosa propiedad está vinculada a un millonario con sede en Normandía que le ofreció usarla mientras continuaba la búsqueda global sobre ella.
La mujer nació en Francia hace 58 años y es hija de francesa y del ex magnate Robert Maxwell, antiguo dueño de Mirror Group Newspapers. Al poseer ciudadanía de ese país podría evitar su traslado compulsivo a los Estados Unidos por no existir convenio de extradición entre ambas naciones.
“Ella quiere permanecer en Francia todo el tiempo que pueda para aprovechar las leyes de extradición y tiene una gran red de contactos dispuestos a mantenerla oculta. Según la ley francesa, cualquier persona nacida en suelo francés está a salvo de la extradición a otro país, independientemente del presunto delito. No significa que no será procesada por sus vínculos con Epstein, pero si finalmente enfrenta cargos, será en Francia y no en Estados Unidos”, manifestó una fuente al periódico The Sun.
Las víctimas de Epstein describen situaciones similares y ya sea en Nueva York, Palm Beach, las Islas Vírgenes o una abrumadora casa campestre de Les Wexner, los lugares donde las pesadillas cobraban vida. Quien las instaba a satisfacer los deseos sexuales de Epstein era Gheslaine. Ella las elegía, las reclutaba, les indicaba qué hacer y muchas veces participaba del abuso. También era Maxwell la que las entregaba a los poderosos e influyentes por orden del financista. Aquellas que se quejaban o querían alejarse del mundo Epstein o, peor aún, se animaban a denunciar los abusos y violaciones, debían soportar la furia y amenazas de Ghislaine. Las perseguía, las acosaba telefónicamente, les recordaba que ella se iba a encargar de que su vida se convirtiera en un infierno.
En un interrogatorio con la policía en 2016, con su ex pareja todavía vivo y en libertad, declaró que ella cumplía muchas funciones en la casa de Epstein, que había contratado muchos empleados para que desarrollaran diversas tareas en sus diferentes propiedades. Le preguntaron más específicamente si había contratado masajistas: “Esa era una parte muy escasa de mi trabajo. Contraté, ocasionalmente, masajistas profesionales para Epstein. Nunca contraté a alguien que yo supiera que era menor de edad”, respondió Ghislaine.
Durante su refugio en París, Maxwell salió de su lujoso escondite en varias ocasiones, cada vez con una bufanda alrededor de su rostro para ocultar su identidad. Pasó por las inmensas galerías de arte de lujo de Avenue Matignon y los restaurantes y cafés de alta gama. “Raramente salía, pero cuando lo hacía, usaba una gran manta estampada que cubría fuertemente la cara y los hombros. Ella claramente no quería ser reconocida. Pero llevaba su distintivo anillo de oro soberano en su mano izquierda y un anillo más grande y brillante a su derecha”, señaló un testigo al diario británico que descubrió su paradero.
Durante décadas Epstein abusó sexualmente de decenas de adolescentes. A muchas las traficó con sus amigos y socios comerciales. Tenía montado un sistema que se retroalimentaba. Un esquema piramidal de abuso sexual y pedofilia. Maxwell formaba parte de él, según relataron varias de las víctimas. Cada una de las chicas que llegaban a su mansión a realizarle un “masaje” era incentivada para acercar otras menores que hicieran lo mismo que ellas. Todas recibían un pago de unos 200 dólares y otros beneficios.
Fue tan habitual que Epstein pensó que podría permanecer impune toda su vida. Siempre habría alguien que cedería a sus presiones, que aceptaría su dinero o que retrocediera en virtud de un chantaje. Pero en 2019 fue detenido y su caída fue estrepitosa e inexorable. Apenas un mes después de ser detenido apareció sin vida. De inmediato, Maxwell huyó escapando de la justicia de los Estados Unidos. Ahora, ya se sabe dónde estará. Habrá que esperar que algún otro amigo anónimo la rescate para evitar ser vista nuevamente.Lunes, 22 de junio de 2020
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