Rescatan a siete futbolistas que eran prostituidos en España: uno de ellos era un argentino menor de edad Los jóvenes, de entre 17 y 20 años, estaban en una vivienda en la que vivían hacinados y "en la más absoluta indigencia" en una pequeña localidad de apenas 5 mil habitantes.
La Guardia Civil de la ciudad española de Cádiz liberó a siete jóvenes de origen sudamericano, uno de ellos menor de edad y de nacionalidad argentina, que habían llegado al municipio de Prado del Rey engañados por una red que les prometió un futuro de éxito en el mundo del fútbol, pero que terminaron siendo sometidos a la explotación sexual en esa localidad.
Los jóvenes, de entre 17 y 20 años, estaban en una vivienda en la que vivían hacinados y "en la más absoluta indigencia" en una pequeña localidad de apenas 5 mil habitantes.
Vanesa Beltrán, alcaldesa de Prado del Rey, confirmó lo ocurrido en declaraciones a TN y se mostró consternada al respecto. "Es una noticia desgarradora que ha caído en este pueblito pequeño, totalmente tranquilo, que nunca hemos tenido que dar información de este tipo de noticias".
La funcionaria detalló que "la investigación está bajo secreto de sumario pero lo que puedo adelantar es que hay tres españoles detenidos y siete jóvenes han sido liberados, entre ellos un menor que según la información que traslada la Guardia Civil es argentino, y los demás son de otros países de Sudamérica. Se encontraban en una circunstancia totalmente vulnerable".
Beltrán contó que los jóvenes sometidos a la explotación sexual "venían a España a cumplir uno de sus sueños, llegaron completamente engañados y estafados por estos delincuentes, que les prometían un futuro como futbolistas. Vivieron una situación dramática que ha caído en nuestro pueblo como un baldazo de agua fría", e informó que los detenidos "se encuentran en las dependencias judiciales, declarando sobre los hechos y esperando información para que la justicia ponga a cada uno en su lugar".
Surge de las primeras investigaciones que las víctimas habían llegado al pueblo entre agosto y septiembre del año pasado y desde entonces vivían en un piso controlado por uno de los tres miembros de la red que han sido detenidos en la denominada operación Promises, un hombre muy corpulento que abrió la puerta a los agentes sin tratar de oponerse a que se llevara a cabo la orden judicial de registro.
La operación se realizó "en un tiempo récord" desde que la Guardia Civil tuviera los primeros indicios sobre lo que ocurría en esa casa el 13 de mayo y se pusiera manos a la obra para tratar de sacar de allí a los jóvenes "lo antes posible", según indicaron a Efe fuentes del instituto armado.
Los agentes averiguaron que la red enviaba "captores" a diferentes países de Sudamérica con el objetivo de reclutar jóvenes futbolistas, a los que prometían un futuro de éxito en España.
Viernes, 12 de junio de 2020
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