Mar 26 de Noviembre de 2024
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Encuentran altos niveles de perros infectados con Toxocara en Corrientes

Una investigación realizada en la UNNE logró adaptar una técnica para identificar indirectamente en caninos la presencia del parásito responsable de Toxocariosis, y encontró que casi el 85% de los perros analizados tenía anticuerpos contra estos parásitos.
La técnica fue adaptada por investigadores del Instituto de Medicina Regional de la UNNE y la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE, y permite superar limitaciones de estudio convencional de análisis coprológico de la materia fecal.

La Toxocariosis es una enfermedad provocada por el parásito Toxocara canis en perros y Toxocara cati en gatos, que provocan numerosas reacciones indeseables al pasar al hombre. Se transmite especialmente a través de huevos que son liberados en la materia fecal de los animales contaminando el ambiente, pudiendo llegar a los seres humanos al tomar contacto con dichos suelos.

Habitualmente la identificación de Toxocara canis en perros se realiza con estudios coprológicos de la materia fecal, mediante la observación de los parásitos adultos y/o sus huevos. Sin embargo, los resultados de infestación en caninos arrojan valores bajos que no se corresponden con los altos niveles encontrados en humanos.

Esa baja detección de los métodos coprológicos de materia fecal se debe a las características del ciclo de vida del parásito en el perro. En cachorros de hasta seis meses de edad el parásito adulto que se encuentra en el intestino, y libera sus huevos con la materia fecal. En cambio, en perros mayores, los parásitos no llegan al estado adulto y se ubican en los músculos del animal donde permanecen en situación de latencia, por lo cual no son encontrados en la materia fecal ya que no son liberados.

Pero cuando las hembras quedan preñadas los parásitos se reactivan, migran a través de la placenta e invaden los fetos, naciendo ya los cachorros infectados con T. canis.

Frente a tal situación, desde el Instituto de Medicina Regional de la UNNE y la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE los investigadores trabajaron en el ajuste de una técnica inmunoenzimática (ELISA) para la detección de anticuerpos anti-T. canis en perros adultos.

Esta técnica es ampliamente utilizada para el diagnóstico de toxocariosis en humanos y de otras patologías, y los investigadores de la UNNE buscaron “adaptarla” para identificación de la infección pero en caninos.

“Se logró adaptar la técnica con alta sensibilidad y especificidad en los resultados” explicó el médico veterinario Martín García, uno de los investigadores a cargo del estudio que contó con el asesoramiento de las investigadoras magíster María de los Ángeles López y magíster María Viviana Bojanich.

Comentó que con la técnica ajustada se hizo un relevamiento de 119 caninos de diferentes edades, sexos y razas, provenientes principalmente de barrios periféricos de la ciudad de Corrientes, y se encontró que el 84,9% de los perros fueron positivos a la infección por Toxocara canis.

García resaltó que esos niveles de seropositividad encontrados con la técnica adaptada se correlacionan mejor con los valores de seroprevalencia hallados en estudios en niños realizados por el Instituto de Medicina Regional.

La Patología. La afección de Toxocariosis en humanos constituye un problema sanitario de gran interés, principalmente por su impacto en niños debido al contacto más asiduo que tienen con mascotas y con suelos contaminados.

Para el animal la infección controlada no implicaría mayores riesgos y se solucionaría con tratamientos antiparasitarios oportunos, siendo los controles veterinarios de rutina, una de las medidas principales para evitar la liberación de los parásitos en el ambiente.

“Menos perros infectados, menos riesgos para los humanos” señaló García y sostuvo que los controles antiparasitarios deben ser periódicos.

Sobre la enfermedad, agregó que debido a que el hombre no es huésped definitivo, las larvas son incapaces de madurar en él, por lo cual recorren erráticamente todo el cuerpo causando diversas reacciones inflamatorias.

La enfermedad tiene su manifestación más común a través de la Larva migrans visceral, pero la más impactante por la pérdida de visión que puede llegar a producir, es la de tipo Larva migrans ocular.

En los perros la infección se adquiere a través de la ingesta de huevos embrionados desde el suelo, por la vía transplacentaria y lactogénica de las madres a los fetos, y en menor medida pueden adquirir las larvas infectantes por la ingesta de hospederos infectados como ser roedores.

Los huevos de T. canis son muy resistentes y pueden sobrevivir en el ambiente, bajo condiciones apropiadas, durante años.


Martes, 22 de septiembre de 2015
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