IV edición de Talent Show El domingo 12 de agosto en el escenario ubicado en Av. Gobernador Pujol 1751 –Parrilla El Molino-, se realizará la IV edición de Talent Show organizado por el productor José Vigiano. Del espectáculo que iniciará a las 21 formarán parte artistas como Ivan Nuñez Hüel, Nazareth Gómez, Leo Acuña, Carla Ramírez y Ludmila Méndez. Cada uno de ellos ofrecerá su particular estilo musical, sus experiencias y su pasión por este arte al público.
En el caso de Iván Nuñez Hüel es un joven que comenzó a tocar la guitarra a los 13 años, lo hizo de manera intuitiva; acompañado por los tutoriales de las redes sociales pero después tomó alguna que otra clase con un profesor. Para él la música es algo que no puede estar ausente en su vida y por ello menciona al filósofo Friedrich Nietzche quien afirma que “sin música la vida sería un error”. “Considero que es una frase muy certera”, fijo el joven artista que está cursando su primer año de abogacía porque ve difícil poder dedicarse de manera exclusiva a la música aunque es su mayor anhelo. Su estilo va desde el rock o pop hasta la cumbia.
En el caso de Nazareth Gomez comenzó a hacer música a los 7 años de edad incentivada por la televisión y las novelas. “Un día vi un vídeo que me dio el impulso a hacer todo esto y me enseñó a que podes volcar lo que sentís mediante las canciones y transmitirla de una manera diferente. No fue fácil porque no nací con un súper talento ni una hermosa voz sino que tuve que ir puliendo mediante los años y silenciando las voces que me decían que no podía hacerlo pero; acá estoy, sigo lo que me dicta mi corazón”, dijo la joven que hace música de manera intuitiva. De todas maneras, para ella este arte es un hobby aunque sueña con dedicarse sólo a cantar porque “la música para mi es la esencia íntima del mundo que nos habla a través de los ritmos y lo hace en una lengua que la razón no comprende. Nos libera del sufrimiento, transformando la vida en contemplación de la vida”. Hoy está cursando el último año de la secundaria.
Leo Acuna inició a los 4 años. Esa fue la primera vez que recuerda haber subido a un escenario en un recital de su padre en la feria de Mataderos en la Capital Federal. Viene de una familia de músicos. “Mis bisabuelos ya eran músicos y creo que fundamentalmente ese es el motivo por el que hoy soy músico”, dijo. En 2018 inició la Tecnicatura en canto en el Instituto Carmelo Biassi, “pero siempre digo y siento que me ayudó mucho las influencias que tuve en Buenos Aires y gracias a eso soy lo que soy hoy como músico”. Ser profesional en este arte para él es un sueño que busca cumplir. “Poder cantar todos los días para mucha gente y llegar al corazón del público con la música que hago o con mis canciones es por lo que lucho todos los días porque considero que la música es vitalidad y paz en mi vida, sin dudas. Es todo”, dijo.
Para Carla Ramírez su relación con la música inició con el chamamé ya que a su familia le gusta mucho este estilo. Comenzó tocando la guitarra sin ninguna intención de cantar. “Este instrumento me llamaba mucho la atención y me gustaba, gracias a conocidos pude aprender a tocar y hoy en día es infaltable para mi. Luego comencé con el canto, sin estudios, fui preparándome sola, pero tengo en mente estudiar música para poder perfeccionar muchas cosas”, dijo la joven que, como el resto de sus compañeros considera que la música lo es todo para ella. “Cantar y tocar mi guitarra son mi cable a tierra, me tranquiliza, me libera, me hace bien”, expresó quien está cursando la carrera de contadora pública.
Finalmente Ludmila Méndez dijo que desde muy pequeña siente que el canto es parte de sí. “Lo que me llevo a hacer música es el amor que tengo por este arte y el amor que mi familia tiene hacía ella también. Desde que tengo memoria, viví rodeada de música porque la escuchaba desde que estaba en el vientre materno y mi papá contaba que daba pataditas cada vez que me hacían escuchar música”, dijo. Ella estudió en el Instituto Carmelo Horlando De Biassi desde los 9 años e hizo capacitación instrumental hasta los 13. Luego dejó y nuevamente lo retomó a los 15 años donde hizo un año de capacitación vocal, pero desde muy pequeña lo hizo de manera intuitiva, ya que por esa misma razón fue que sus padres tomaron la decisión de inscribirme en el Instituto.
A diferencia de sus compañeros Ludmila se plantea continuar haciendo música de manera profesional porque considera que la música “es lo más hermoso que puede existir, porque a través de ella podemos expresar emociones, sensaciones, sentimientos y desahogos y no me veo en un futuro sin ella. La música siempre me ayudó en todo, especialmente cuando no me sentía bien. Me reanimaba el hecho de cantar o escuchar alguna canción que me llegue al alma. Siempre fue mi consuelo”, finalizó.
Para todos ellos, este espectáculo que se llevará adelante en la parrilla El Molino es muy importante porque tendrán la oportunidad de acercarse a un público que hasta el momento no los conoce
Martes, 24 de julio de 2018
|