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Escuelas agrotécnicas: cada vez más familias eligen formar a sus hijos en el campo




Las escuelas agrotécnicas son una tendencia que crece en nuestro país. Los padres se muestran cada vez más interesados en que sus hijos adquieran una formación campo adentro, ya que la propuesta es que se instalen en el predio y realicen actividades productivas a lo largo de todo el día.

Tal es el caso del Colegio Agropecuario Realicó, que pertenece a la Sociedad Rural Argentina (SRA) y cuenta con 960 hectáreas en esa zona de La Pampa.


Infocampo dialogó con Marcelo Montani, rector del instituto, quien dio detalles de cómo es una jornada en el establecimiento desde la mañana hasta la noche, cuáles son las materias y actividades, y las alternativas que se les presentan a los alumnos al terminar sus estudios.

“En estos últimos años se está viendo que los padres eligen la educación técnica por lo que es: a los alumnos se los forma en contenidos y en capacidades para plantear una situación problema y resolverla. Durante siete años, los preparamos para que salgan listos al mundo laboral o para la universidad“, contó Montani.

Además, resaltó que desde 2015 registraron “un aumento de la matrícula importante”. “Pasamos de 15 ó 20 alumnos a 40. Hoy estamos con 120 alumnos, casi a capacidad plena, que es de 150″, afirmó.

UN DÍA EN EL COLEGIO AGROPECUARIO REALICÓ
La escuela cuenta con un servicio de hotelería donde los chicos se hospedan.

“De lunes a viernes comen y duermen en la escuela, mientras que los fines de semana se van a sus casas, siempre y cuando así lo deseen o puedan. Una vez al mes tienen que hacer una guardia de campo atendiendo todas las producciones animales y vegetales que hay en el colegio”, explicó Montani.

En cuanto a la rutina, los chicos se levantan a las 6.30 de la mañana y toman su desayuno; 7.20 entran a clase y ahí tienen espacios de fundamento (lengua, historia, geografía) o científico- tecnológico (química, física, matemática y biología).

A las 12.30 almuerzan, y a las 13.30 comienzan con todas las materias técnicas agropecuarias, como producción animal, vegetal, industrialización, entre otras, hasta las 17.10, cuando toman la merienda.

En tanto, desde las 18 hasta las 21 tienen un período libre. “En este caso, el colegio les brinda talleres de apoyo o recreativos, pero son opcionales. El de apoyo es porque van chicos de 12 años que necesitan que se cumpla el rol de una mamá que se pone a su lado para que estudien y hagan la tarea“, indicó el rector, al tiempo que agregó que en los espacios recreativos hay danza folklórica, guitarra, artesanía en cueros, manejo de caballos, deportes y radiodifusión.

A las 21, los jóvenes cenan y entre las 22 y las 23 ya se van a dormir.

“Muchas veces en la semana damos cine o hacemos campeonatos de metegol, ping pong o fútbol. La jornada es bastante completa e intensa, aunque como gran parte es fuera del aula, es decir en el campo, se hace llevadera. Los alumnos están en huerta, tambo, conejos, cerdos. Son sectores didácticos productivos, porque tienen que producir además de educar. Hay taller de maquinaria rural, nutrición, engorde de novillos, etc.”, detalló.

Consultado acerca de las visitas por parte de los padres, Montani remarcó que en ese sentido “hay total libertad: pueden salir y volver, no hay problema y por lo general se hace”. Y aseguró que, en general, a los que más les cuesta la adaptación es a los familiares y no a los niños, dado que “enseguida se hacen amigos”.

EL TÍTULO Y LAS POSIBLES SALIDAS LABORALES
El rector señaló que la idea del instituto es darles a los alumnos “todas las herramientas para que puedan defenderse, tanto en situación de empleo con un patrón, un micro emprendimiento o en los estudios universitarios“.

El título que obtienen es Técnico en Educación Agropecuaria, al que llegan después de cumplir 200 horas en pasantías o realizando micro emprendimientos (prácticas profesionalizantes) en industria, gestión agropecuaria, producción animal y vegetal, maquinarias e implementos agrícolas.

Por ejemplo, actualmente los alumnos están haciendo pasantías dentro de La Rural, ya sea en las juras, en las admisiones, con las cabañas y todo lo demás.



Otro caso es el de los jóvenes del colegio que tienen un micro emprendimiento de quesos saborizados. Una parte de las ganancias va a la institución, mientras que otra parte de la plata queda para ellos. El trabajo sirve además para sumar horas y es una especie de evaluación. “Aprenden todo: tienen que ir al banco, completar los papeles para abrir la caja de ahorro, averiguar los trámites con Afip, entre otros temas”, dijo Montani.

Asimismo, en la parte industrial les enseñan a hacer manteca, mermeladas, dulce de leche y quesos. Sólo se venden las mermeladas y el dulce de leche, y lo demás se consume en el colegio.

“Los chicos salen muy preparados, dado que los directivos y docentes estamos constantemente evaluándolos”, sostuvo el rector, y aseguró que el mayor porcentaje de los egresados “buscan una carrera relacionada a agronomía, mientras que un porcentaje más pequeño va a otras, pero siempre relacionadas a lo natural o a la economía“.

En cuanto a la salida laboral, Montani garantizó que es “casi segura”. “Todos los años recibimos pedidos por parte de empresas de ex alumnos para trabajar”, resaltó. De todas maneras, contó que también están los que terminan y directamente pasan a compañías como cabañas de razas o firmas de maquinaria agrícola.


COSTOS Y BECAS
“Los chicos eligen el colegio porque les gusta mucho el campo. La mayoría son hijos de empleados rurales o de dueños de campos, y otras familias eligen el colegio simplemente por la calidad educativa, ya que formamos personas”, señaló el rector.

Por eso explicó que si bien la Fundación pone una tarifa específica, existe un sistema de becas cuya premisa es que “nadie se quede afuera si quiere estudiar por temas de dinero”.

“Podemos charlar personalmente con los padres para otorgar becas, tanto del colegio como por parte de empresas privadas y organizaciones que aportan. La cuota principal es alta, pero con la beca baja muchísimo. Además, el pago es exclusivamente para el servicio de hotelería, no para estudiar”, dejó en claro Montani.


Martes, 24 de julio de 2018
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