Efemérides: Un nueve de septiembre de 1947 se promulgaba en Argentina la ley del voto femenino El 9 de septiembre de 1947 se promulgaba la Ley 13010 que, luego de 30 años de sancionada la Ley Sáenz Peña, establece por fin la verdadera universalidad del voto de los ciudadanos. En las elecciones del 11 de noviembre de 1951, ese artículo fue estrenado en la práctica por primera vez. En las elecciones del 11 de noviembre de 1951, ese artículo fue estrenado en la práctica por primera vez.
A partir de este momento, las mujeres tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o imponen las leyes a los varones y se regirán por la misma ley electoral, siendo obligatorio para el Estado el brindarle su libreta cívica correspondiente como un documento de identidad indispensable para todos los actos civiles y electorales. Desde 1912, había regido en el país la Ley Sáenz Peña, que propició el sufragio secreto, universal y obligatorio, pero circunscripto a los hombres, lo que había dejado a las mujeres en inferioridad cívica.
El 23 de septiembre, en medio de un gigantesco acto cívico organizado por la CGT en Plaza de Mayo, Perón le entregó a Eva el decreto de promulgación de la ley 13.010, en un gesto simbólico que expresaba el reconocimiento del gobierno por su campaña a favor de los derechos políticos de la mujer.
Y entonces, ella dijo desde el balcón de la Rosada: “Mujeres de mi Patria: recibo en este instante de manos del gobierno de la Nación la ley que consagra nuestros derechos cívicos. Y la recibo entre vosotras con la certeza de que lo hago en nombre y representación de todas las mujeres argentinas, sintiendo jubilosamente que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria.
Aquí está, hermanas mías, resumida en la letra apretada de pocos artículos, una historia larga de luchas, tropiezos y esperanzas. Por eso hay en ella crispación de indignación, sombra de ataques amenazadores, pero también alegre despertar de auroras triunfales. Y eso último se traduce en la victoria de la mujer sobre las incomprensiones, las negaciones y los intereses creados de las castas repudiadas por nuestro despertar nacional”.
En efecto, fue una larga lucha. Las argentinas venían demandando el voto desde principio del siglo XX. Cecilia Grierson, la primera médica argentina, participó en Londres en 1889 del II Congreso Internacional de Mujeres y en septiembre de 1900 fundó en nuestro país el Consejo de Mujeres, que promovía el voto; siete años más tarde, la socialista Alicia Moreau de Justo creó el Comité Pro-Sufragio Femenino.
Otra de las pioneras fue Julieta Lanteri, también médica. En julio de 1911, después de haber logrado la ciudadanía argentina (había nacido en Italia) se presentó en Buenos Aires para que su nombre fuera inscripto en el padrón electoral y ante la mirada atónita de los varones que hacían cola para votar en las elecciones municipales aquel 23 de noviembre de 1911, logró emitir su voto 40 años antes que el resto de las mujeres argentinas.
En 1911, un año antes de que se sancionara la Ley Sáenz Peña de aplicación sólo a varones, el diputado socialista Alfredo Palacios había presentado el primer proyecto de ley de voto femenino, pero ni siquiera fue tratado sobre tablas.
Ocurrió que por 1944, desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, el entonces coronel Perón había encarado una política dirigida a reflotar la cuestión del sufragio femenino. En ese ámbito había creado la División de Trabajo y Asistencia a la Mujer y el 26 de julio de 1945, en un acto celebrado en el Congreso, explicitó su apoyo a la iniciativa.
Tras esto, se formó la Comisión Pro Sufragio Femenino, que elevó un petitorio al gobierno solicitando el cumplimiento de las Actas de Chapultepec, por las cuales los países firmantes que aún no habían otorgado el voto a la mujer, se comprometían a hacerlo.
Perón ganó las elecciones y Eva pasó a presidir ese año la Comisión Pro Sufragio Femenino, que comenzó a presionar para lograrla.
La buena nueva llegó el 9 de septiembre de 1947, cuando pudo sancionarse finalmente la ley 13.010 que establecía en su primer artículo: "Las mujeres argentinas tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o imponen las leyes a los varones argentinos".
Cuatro años más tarde, en las elecciones del 11 de noviembre de 1951, ese artículo fue estrenado en la práctica por primera vez.Miércoles, 9 de septiembre de 2015
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