El campo mantiene su frente alta y reclama oportunidad 
Para el presidente de la Cooperativa Agrícola, Ganadera y de Servicios Públicos Aranguren Limitada (Coopar), Felipe Berruhet, se impone analizar por qué es necesario e imprescindible un “cambio de políticas”, para que el campo “deje definitivamente atrás la desidia de este gobierno que lo maltrató durante una década (perdida), privándolo de la mejor oportunidad que tuvo en el siglo para darle de comer a los argentinos y el mundo”, afirmó a AIM el dirigente.
En diálogo con esta Agencia, Berruhet recordó que “como en 2008, los productores nos vimos obligados a visibilizar nuestros reclamos ante la sociedad, para exigir al gobierno un plan de salvataje y créditos blandos para poder afrontar la próxima cosecha.
Sin ningún tipo de respuestas gubernamental, en Entre Ríos debimos volver a las rutas y a las puertas del sistema financiero, y en particular al Banco Nación Argentina (BNA) ya que, lamentablemente, los bancos oficiales se dedican a cualquier cosa, menos a atender a la producción. Y luego realizar un tractorazo, el 3 de septiembre pasado, para que nos dieran algún tipo de respuestas”.
El directivo llamó a “ser conscientes que seguramente , muchos productores agropecuarios son rechazados como clientes del Banco Nación, porque no son sujetos de créditos , ya que la producción agropecuaria está castigada por el gobierno nacional o, simplemente, por desconocidas razones que hacen que ninguno de esos y otros miles que quedaron en el campo no sean atendidos por la mayor institución bancaria que tiene el país”.
En ese contexto, las cooperativas en general, y Coopar en particular, han tenido que pasar a ocupar el lugar de las instituciones financieras, especialmente de los Bancos Públicos, Bersa y Nacion en este caso.
“¿Por qué razón? Porque como los productores no tienen financiación en el sistema financiero o carecen de posibilidades de acceder a cualquier tipo de créditos vigentes, caen como siempre al sector cooperativo que es el que tiene que sacar las papas del fuego cuando las dirigencias económicas o políticas erran las medidas para con el sector.
Esto es así, y no tiene demasiados secretos: mientras el sistema financiero público y privado esté para atender las necesidades de fondo que tienen el gobierno nacional o provincial para cubrir los gastos corrientes, no habrá plata disponible para quienes quieran producir en el país”.
Un escenario complicado
Berruhet analizó el escenario desde el punto de vista agropecuario, y reconoció que “es muy complicado. Se sembró poco trigo, casi nada, no se sembrará maíz y ya están hablando de una merma en la cosecha de soja. Entonces, ¿qué país progresa cuando la producción cada vez produce menos?
¡Ninguno! Quisiera tener la oportunidad de dialogar con el ministro de Economía de la Nación, Axel Kicillof, para que me explique qué país progresó, qué país prosperó cuando la producción principal del mismo está en retroceso o no existe. Con firmeza y seguridad le podría refutar cualquier estadística que diga lo contrario, porque nuestro sector conoce esta realidad porque la sufre a diario, y no olvidemos que nosotros, los del campo, ya estuvimos en esta, y sabemos cómo termina”.
Con las protestas recientes, el sector agropecuario busca despertar la conciencia social, porque cuando la crisis llegue a las ciudades, a pueblitos como Nogoyá, Lucas, Hernández, Aranguren, Victoria, será tarde, vaticinó el contador. “Nadie tendrá derecho después a decir que no avisamos antes. Y usaré este refrán popular para recordar que “el que avisa, no traiciona”. De alguna forma, el sector agropecuario va a sobrevivir, pero en otros segmentos de la sociedad, la situación se complejizará de manera dramática”.
Y agregó: “en diciembre no habrá trigo ¿Qué van a fletear los camioneros? ¿Qué harán los comercios que venden insumos agropecuarios? Y la situación se agravará para marzo, que no habrá maíz. Y peor aún, ¿qué vamos hacer cuando la soja sea un triste recuerdo de algo que pudo haber funcionado?”.
En la cancha se ven los pingos
Sin embargo, dejó un mensaje de esperanza para los productores, y especialmente, para los de la cooperativa que lidera: “que no aflojen, que no se desesperen, que no piensen que la vida termina a fin de esta cosecha. Esto es una guerra de resistencia, y el que más aguante, ese ganará. Nunca olvidemos que somos especialistas en sortear situaciones económicas complejas producidas por pilotos económicos impresentables”.
“Deben soportar, abroquelarse, juntarse con la familia, hacer los ajustes necesarios y no tomar medidas económicas desesperadas, porque eso no sirve. Ya verán que después, el mismo gobierno que provocó esta situación, les proporcionara la solución correspondiente”.
También consideró que “como el gobernador, Sergio Urribarri, quien aumentó el Impuesto Inmobiliario a los productores en forma desproporcionada, y él mismo deberá salvarlos, porque no existe en ningún sistema económico mundial, que un político ataque al principal sector productivo y salga indemne de eso. Y les aseguro que esta no será la excepción”.
Por último, recordó que los productores siempre le marcaron la cancha al gobierno: “le hicimos saber que debe respetar los principios básicos de la Constitución Nacional, entre ellos, la libertad de comercio y el respeto a la propiedad privada. Mientras otros sectores se adaptaron a las postulaciones del kirchnerismo, los productores agropecuarios nos resistimos con dignidad a este tipo de manejo. Y esta, no será la última de las luchas, porque el campo, como históricamente lo hace, mantiene su frente alta y reclama su oportunidad”.Miércoles, 9 de septiembre de 2015
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