De Santo destruyó a Mirtha 
Al actor no le cae nada bien la diva. Por eso, al recordar un duro cruce que tuvo con ella, aprovechó para criticarla sin filtro. "Mirtha se perdió una oportunidad, y no es de soberbio lo que digo, de aprender". Damián De Santo visitó la redacción de Clarín y recordó su polémico cruce con Mirtha Legrand. La pelea se dio hace 8 años, pero fue tan fuerte que aún muchos la recuerdan.
En pocas palabras, en aquel momento el actor trató de necia a la diva, y lo hizo sentado en su mesa, invitado a su programa. Hoy, lejos de arrepentirse, y en medio de la promoción de la película Yo soy así, Tita de Buenos Aires, fue por más y... ¡le pegó sin filtro!
"Le dije una frase terapéutica: que había que matar a los padres en vida para poderlos disfrutar. Quise decir que hay que quitarles el peso a los padres que son padres en exceso, que son Superman. Yo me equivoco y pido perdón. No está mal.Parece que el rol de padre es tener la última palabra. No, hay que escuchar a los hijos", comenzó De Santo.
Pero cuando se le consultó sobre por qué se había cruzado tan fuerte con la Chiqui, no se guardó nada y fue súper filoso. "¿Para qué (Mirtha) hace preguntas si no necesita que le des una respuesta? Cada vez que fui y no le interesó lo que contesté siguió con otro tema. Entonces no invites gente, sentate con una cámara y hacé el monólogo de Tato Bores. Si vos preguntás, bancate la respuesta", afirmó.
"Si me invitás para comer, entonces me voy a restaurante", agregó, dando a entender que no se sintió cómodo ni bien entrevistado por la conductora que triunfa en la pantalla de El Trece.
-Va a llamar la atención todo esto que decís, Damián.
-Tengo 50 años, no me asusta nada. Me asusta no llegar a fin de mes, pero llego.
-¿Qué te molestó tanto?
-Por más joven que yo sea para ella. Yo viví una vida y ella otra. Ella debería, como conductora, escuchar la vida de otro. Si le conviene o no le conviene, tiene que cerrar el pico y escuchar.
-Claro.
-Sí escucha cuando el presidente dice $8500, hablando de una jubilación, y de eso hace pompa. Ahora, de algo que por ahí la involucra, enseguida se tira a menos y prefiere hablar de otra cosa. Por ahí se enojó también cuando le dije que su necedad no le permitía escuchar al invitado. Entonces estamos hablando de lo mismo. No es que digo ahora, después de años, que estuve mal. No, no estuve mal... ¡estuve bien!Lunes, 2 de octubre de 2017
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