Otra imagen de nuestra triste realidad

(Por el senador David Dos Santos) Esta imagen fue repetida incansablemente por la televisión argentina y de otros países con motivo de la detención de gremialista Jefe de la Uocra de la ciudad de La Plata, personaje del que ya huelga cualquier comentario dado que están en boca de todos y en conocimiento de la mayoría de la gente las supuestas aberrantes prácticas de éste señor.

Lo primero que se observa, no sin desagrado, es la seña, que hace el detenido que está detrás del tristemente notable “Pata” Medina, con su mano como identificándose con el partido del anterior Gobierno nacional. Esto es todo un símbolo, que denigra a quien pertenece a esa fuerza política siendo un ciudadano honesto, pero encuadra a quienes allí aparecen, en el grupo de funcionarios que, desde uno u otro lugar, con la protección del sistema de corrupción organizado desde las más altas esferas del Gobierno nacional garantizándoles total impunidad, se dedicaron a la extorsión, el apriete y otros detestables métodos, con el fin de enriquecerse de manera ilícita con consecuencias catastróficas para la sociedad.

Estos hechos no son más que síntomas de un gobierno que ha provocado el grave deterioro de la institucionalidad en nuestro país. Las instituciones gremiales fueron creadas para la defensa de los derechos de los trabajadores, con estatutos y reglamentaciones que marcan claramente sus facultades y sus límites y cuando se desenvuelve dentro de la legalidad que de esta manera quedan marcadas, están dentro de la mencionada institucionalidad.

Pero cuando en nombre de estos derechos se cometen atropellos de todo tipo, hasta el punto de afectar el mismo desempeño de las empresas que dan el trabajo, yendo así, en perjuicio de los propios trabajadores, con el fin de obtener beneficios espurios para sus representantes, los gremialistas, como la acumulación de enormes riquezas, estamos en presencia de la comisión de graves delitos que deben ser castigados con todo el rigor de la ley.

Por suerte en las últimas elecciones a presidente de la nación, una gran parte de los argentinos, aun sin conocer la extrema gravedad de la corrupción que nos envolvía y afectaba a la mayoría, ha decidido cambiar, poniendo todas sus expectativas en otros hombres y mujeres, de quienes esperamos lo mejor: que nos lleven a la Argentina que soñamos, y de hecho ya se están viendo buenos resultados.

Nuestra provincia, como todos sabemos, fue totalmente discriminada y abandonada, por aquel gobierno corrupto ayudado por algunos personajes que ignoran de la política porque llegaron a ella solo traídos por el viento y apadrinados por especímenes en extinción, y que hoy tienen cara para ofrecerse como nuestros salvadores, ignorémoslos.

Pero luchamos, como es nuestra característica, nuestra identidad y nuestro orgullo, nos sacrificamos. Con nuestro gobierno, fundamentalmente con la comprensión y el esfuerzo de todos nuestros habitantes, supimos administrar y cuidar lo nuestro, mejorar, siempre en la medida de nuestras posibilidades, con aciertos y errores; pero ahora estamos en condiciones de ser protagonistas en esta etapa del desarrollo y despegue del país,y ya lo estamos siendo.

Pero fundamentalmente no estamos haciendo promesas, nos conocen, estamos contando lo que hicimos, lo que estamos haciendo y lo que haremos, porque tenemos cómo y con qué. Y la imagen que damos de provincia al país y al mundo es diametralmente opuesta a la que encabeza esta nota.

Sábado, 30 de septiembre de 2017