Emprendedora de septiembre El Gobierno provincial, a través de la Subsecretaría de Industria, distingue este mes a Nahir Robledo, autora y propietaria de la marca de indumentaria femenina Amén, por la iniciativa, la dedicación y el empeño puesto para llevar adelante su proyecto. Los desafíos a la hora de emprender y el crecimiento de la empresa.
Nahir comenzó a pensar en tener su propia marca cuando estaba estudiando Diseño de Indumentaria y Textil en la Universidad Popular de Resistencia; pero no fue sino hasta el último año de cursado en que comenzó a darle forma a su idea, ya que el trabajo final de la carrera consistía en crear su marca y presentar una colección en un desfile. Fue en ese momento que, lo que en principio era una ilusión, comenzó a materializarse.
Así empezó a gestarse “Amén”, con ese último trabajo de la facultad que le sirvió de puntapié para descubrir que lo que se sueña, con esfuerzo y perseverancia, se puede cumplir. Respecto al nombre que eligió, cuenta que “me gustaba porque quería algo corto pero con un significado profundo, algo que impacte y que quede. Es una afirmación que significa ‘que así sea’ y en ese momento, cuando comencé, me gustó porque esperaba que funcione y me vaya bien.”
La diseñadora buscaba crear una marca con su propio estilo, trabajar de manera independiente y, sobre todo, no tener limitaciones a la hora de diseñar; por eso decidió lanzarse sola y dejar aflorar su lado más creativo sin restricciones. Al respecto, declaró “siempre me copó la idea, así que me compré una máquina de coser y comencé mi proyecto; primero cosía en mi casa y trabajaba sola, vendiendo a mis amigas y conocidas.”
Al principio, su casa hacía de taller y como no contaba con un espacio físico donde vender lo que producía, se amañaba para poder hacerlo, organizaba rees y llevaba las prendas que confeccionaba en valijas para poder mostrarlas y venderlas. Pero, como en todo emprendimiento, se presentaron las dificultades. Su casa comenzó a quedarle chica y también, la marca comenzó a hacerse conocida y a tener más demanda, por lo tanto necesitaba ampliarse, pero aún no contaba con el dinero para hacer esa inversión inicial.
“Necesitaba un espacio propio, más máquinas y también gente que trabaje conmigo” y aseguró que “la mayor dificultad en un emprendimiento es aprender a tener paciencia.” La oportunidad se le presentó cuando tomó conocimiento de un crédito que otorga el Gobierno provincial a través del Instituto de Fomento Empresarial (IFE). “Conocí el préstamo para emprendedores a través de un amigo y me pareció súper accesible y cómodo, así que decidí tomarlo y salió todo muy rápido. Ni bien me depositaron la plata hice mi inversión, contraté a dos modistas y alquilé un lugar para trabajar.”
Así fue que Amén instaló su taller y showroom en el local 55 de la Galería Corrientes de la capital provincial. El emprendimiento comenzó a expandirse y, en ese sentido, Nahir afirmó “en ese momento me jugué porque si te quedas siempre en hacer poquito por miedo es muy difícil crecer.”
La joven diseñadora entiende la importancia que tiene cada fase del proceso de elaboración, desde la selección de la tela hasta la disposición de las indumentaria en el showroom, fue eso lo que la impulsó a profundizar sus conocimientos en costura y pasó horas sentada junto a sus modistas siguiendo cada detalle de la confección de las prendas.
Es evidente que para la emprendedora distinguida de septiembre la formación es muy importante, eso la motivó a que, después de haber terminado sus estudios en la facultad, se interese por seguir instruyéndose. En el 2014 participó de la capacitación sobre diseño de moda organizada por la Subsecretaría de Industria y dictada por la diseñadora Florencia Kozuch, donde se congregó a personas involucradas en el rubro con el fin de instruirlos y potenciarlos para agregar valor a la industria textil local.
Cada uno de los peldaños que fue escalando Nahir, sumado a su espíritu emprendedor, la llevaron a expandir los horizontes de lo que comenzó como un sueño. Hoy “Amén” está instalándose también en Buenos Aires, lo cual implica, no sólo un crecimiento para la marca, sino también un desafío personal. Declaró que es una oportunidad única que no puede dejar pasar, “comencé de cero y de repente estar instalándome en Buenos Aires me significa un mayor crecimiento que en Corrientes te lleva mucho más tiempo”. Por otro lado, también la contactaron desde países como Chile y Uruguay y le manifestaron estar interesados en vender la producción de Amén en sus locales, pero la posibilidad de exportar es un punto que definirá más adelante.
Aunque está muy conforme y feliz por el momento que está atravesando su emprendimiento, la diseñadora no deja de trazar objetivos a largo plazo para la marca y así continuar creciendo, confiesa que la próxima estación “es poder hacer envíos de las prendas de Amén a todo el país”. Lo singular como propuesta
La propuesta es ofrecer indumentaria única y así diferenciarse de las producciones en serie que ofrece el mercado, donde todas las prendas son iguales. Afirma que “éste es un punto que me parece clave y que constantemente me resaltan las clientas, la originalidad de las piezas que no se consigue en marcas masivas”.
Amén es diseño de autor de indumentaria femenina; a Nahir siempre le divirtió la idea de elaborar prendas para mujeres porque “se puede jugar más a la hora de crear”. Si bien ofrece variedad de prendas, se destaca en la confección de camisas, y asegura que “lo de las temporadas está más relacionado al diseño, si son más abiertas o más cerradas y también con los colores.”
Para las colecciones utiliza telas versátiles y livianas que se adaptan al contexto en el que se comercializan, busca ofrecer prendas frescas y cómodas para las altas temperaturas que se viven en Corrientes la mayor parte del año. Otro rasgo distintivo es la gama de colores que usa, donde predominan el negro y el natural. Una herramienta para emprendedores
En el emprendimiento de Nahir, como en tantos otros, sobra la creatividad, el esfuerzo y las ganas, pero muchas veces la limitación viene de la mano de la cuestión económica, al respecto la diseñadora cuenta que “lo que te frena mucho a la hora de empezar es que te das cuenta que necesitas una cantidad de cosas y muchas veces no tenés el dinero necesario para hacer esa inversión grande al principio.”
Pero a pesar de ésta dificultad, la joven diseñadora no se desanimó y continuó buscando la manera de hacer crecer su proyecto. Así fue que en 2013 tomó conocimiento de la línea de préstamo para pequeños emprendedores que ofrece el Gobierno provincial a través del IFE. Cuenta que “el crédito significó todo, porque sin eso me hubiese costado mucho más”.
Por otro lado, la posibilidad de mostrar sus diseños le brinda muchas satisfacciones y comenta que “cuando son tus ideas, vos más que nadie podes explicar lo que querés hacer y eso está buenísimo.”
La oportunidad de “llevar adelante mi emprendimiento hace que no tenga que depender de nadie, tengo mis propios horarios y cuando haces lo que te gusta ni siquiera lo tomas como un trabajo porque disfrutas haciéndolo.”Martes, 1 de septiembre de 2015
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