Tiempos de Amar Epoca de cambios para la actriz, quien no fue convocada para ShowMatch tras tres temporadas consecutivas, y ahora revive las escenas más románticas de la telenovela de la tarde junto a un viejo compañero de ruta: Laport.
Con el espíritu intacto de quien defiende, a capa y espada, el género de la telenovela, Soledad Silveyra, decidió ponerle el cuerpo, una vez más, ya no como figura fundamental en la historia del culebrón, sino como presentadora de cada capítulo de Tiempo de amar, la nueva ficción turca de las 13 de Telefé que viene precedida de éxito en el mundo.
Epoca de cambios para esta actriz que, por determinación de la producción de ShowMatch, dejó el sitial en el jurado de Bailando por un sueño tras tres temporadas consecutivas, para, como en los viejos tiempos, revivir las escenas más románticas de la telenovela de la tarde junto a su partenaire emblemático Osvaldo Laport.
“Ellos decidieron que fueran cuatro en el jurado. Con cinco personas se pierde mucho tiempo, son demasiados miembros y así fue”, explica su salida del programa de Marcelo Tinelli para vivir un presente diferente al de los agitados últimos años.
“Gracias a Dios se dio en un momento en que yo tenía mucha necesidad de afinar mi actriz, de tomarme un año sabático. Había hecho un coaching para hacerlo. Pero el año sabático no va a poder ser porque vino esta oferta tan tentadora de Telefé que me hace muy feliz. La verdad me divierte mucho hacer esta presentación de novela. Estamos tan bien tratados y muy felices. Es volver a empezar. Otra vida. Me encanta”, dice Solita que parece dispuesta a dar vuelta la página para sumergirse en la propuesta de Telefé que impulsa a acompañar la trama de Tiempo de Amar.
“Se quiere recuperar la novela de la una. De alguna manera es como que se quiere recuperar el horario de la una. Que esté Osvaldo ante todo me motivó, me impulsó a aceptar porque fue todo muy rápido”, sostiene del proyecto que intenta dar una conexión entre la ficción turca y el televidente mediante una de las parejas referentes de las historias que conquistaron la pantalla en el clásico horario.
“Fue un proyecto que se les ocurrió a los productores de Telefé así de golpe y grabé todos los días. Nos matamos porque había que adelantar mucho como para ir ganándole a la novela y poder grabar una o dos veces por semana. Había que ponerse al día con la novela”, cuenta quién junto a su actual compañero, Osvaldo Laport, compartió el suceso de Campeones de la vida, una apuesta de Pol-ka que asomó en el año 99 y de Amor en custodia luego en 2005, por el mismo canal que ahora los convoca con el fin de posicionar a la flamante tira. Volver al romanticismo en la clásica novela de mediodía apuntando a la elección de dos figuras como Laport y Solita que marcaron hitos en la televisión argentina como una de las yuntas más fuertes, parece ser la fórmula que hasta ahora no descolló.
El Bailando ya puso la primera con la foto de los participantes “Pareciera que el interés la tienen las novelas extranjeras, pero acá tenemos muy buenos productos también”, señala quién con calidez y una pizca de emoción junto al galán maduro, invita cada tarde a disfrutar de una historia de amor de dos jóvenes que vienen de mundos completamente diferentes, Kemal (Burak Ozcivit), hijo de una familia de clase media de Estambul y Nihan (Neslihan Atagül), la chica del barrio glamoroso de la ciudad. El amor entre ellos es imposible por la diferencia de clase, pero se las arreglarán para estar juntos.
- ¿A qué atribuís este fenómeno de los últimos años en que el público argentino se inclina tanto por las telenovelas extranjeras donde la cultura y la idiosincrasia a veces es tan diferente a la nuestra?
- Creo que a la gente le atrae también eso: lo diferente. Estar en contacto con otra cultura, ver escenarios nuevos, actores que no conoce, otro ritmo, son muy naif también las novelas extranjeras. Es todo como las novelas de antes: está el rico, el pobre y cada uno de los roles tradicionales. Me parece a mí que eso es lo que atrapa y también creo que es lo que la gente evidentemente también quiere ver. Pero, gracias a Dios, hay productos nuestros a los que le va muy bien.
La pareja de actores que el año pasado se reencontró en la pista de Bailando por un sueño en diferentes roles: él como participante y ella como jurado, en su carácter de presentadores instalando la previa a Tiempo de amar, como antes lo hiciera Virginia Lago, quizás vuelvan a encontrarse en una nueva ficción.
"Algún ofrecimiento siempre hay, pero nada formal", confiesa Silveyra.
“La verdad, de todas formas, es que me costaría hacer una telenovela. Son demasiadas horas y hay que disponer de tiempo. Me gustaría más una actuación especial en telenovela”, sostiene la otrora protagonista de Rolando Rivas, taxista que tampoco dispone de gran dedicación para consumirlas.
“Lo que hacemos con Osvaldo es ficción”
Solita a las novelas las presenta pero no tiene tiempo de velas. “Me encanta ver novelas, pero no hay tiempo. No hay tiempo de seguirlas cada noche”, confía esta blonda mujer con una extensa trayectoria de más de 50 años en los que nunca dejó de trabajar. Y enseguida trata de huir de las comparaciones.
“La diferencia con Virginia (Lago) es que esto es ficcionado. Al hacerlo con Osvaldo es distinto. Es una presentación en otro estilo totalmente diferente. Somos dos también. Esto además es ficción también así que es distinto desde todo punto de vista”, deja en claro respecto de su par que presentaba las novelas de la noche-tarde de Telefé.
“Veré Bailando desde casa, muy relajada”
Soledad Silveyra asume que no fue ella la que dejó las huestes de Marcelo Tinelli y su destacado lugar como jurado en el show más visto de la televisión, sino que partió de una determinación de la producción del programa. La intención de Ideas del Sur fue quitar un lugar en el estrado, para que la devolución no sea tan extensa. Y ella, la única damnificada, lo supo comprender.
“El Chato me dijo que habría una reforma en el jurado, que quedarían solo cuatro y me pareció bien. Me fui sin ningún enojo ni resentimiento. Al contrario. Me dieron la posibilidad de un salario muy bueno, en un momento en que la mano es difícil para los actores, y me voy profundamente agradecida”, afirma dando muestras de que lejos estuvo de irse dando un portazo.
“Yo quise volver a afinar mi actriz y estoy enfocada en eso que hace tiempo venía postergando. Lamento obviamente dejar un programa único en su estilo porque fue una experiencia maravillosa: el directo, la audiencia, los participantes, el público tan fervoroso. Pero tal vez no soy una gran productora de peleas. Ese no es un lugar que me genere demasiado placer. Creo que también ellos vieron que yo quería seguir por otra parte”, se plantea al ser la figura removida.
Ahora no duda en sonreír cuando advierte que verá los entuertos que ocurran entre Moria Casán, Carolina Pampita Ardohain, Angel De Brito y Marcelo Polino sin la adrenalina de adentrarse en la situación.
"Voy a ver el Bailando desde mi casa. Mucho más relajada Sin dudas mucho más relajada", dice la ex conductora de Gran Hermano.
“Lo que menos voy a extrañar es la exposición, y lo que más voy a extrañar es la devolución de la gente que te ve todos los días. Eso es maravilloso. En la calle me decían que se divertían con los chistes con Marcelo y mis despistes, pero siento que fue una etapa cumplida.Miércoles, 24 de mayo de 2017
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