El Rojo falló cuatro penales Al igual que en el primer partido el equipo de Gabriel Milito no pudo quebrar el cero a cero. Benítez, Rigoni, Sánchez Miño y Tagliafico erraron sus oportunidades desde los doce pasos.
Terminó siendo una indecorosa eliminación. Porque a Independiente le faltó fútbol para ganar su suerte durante los noventa minutos de la revancha frente a un rival de escaso nivel técnico y futbolístico, y porque Benítez, Rigoni, Sánchez Miño y Tagliafico patearon mal y les atajaron sus ejecuciones en la definición por penales en la que el local desperdició tres tiros, una ventaja demasiado grande como para desperdiciarla.
Así, con su arquero Danilo como el gran héroe de la noche, Chapecoense, sin haber anotado un gol, pasó a los cuartos de final de esta Copa Sudamericana, echando a patadas a un Rey sin corona.
La incógnita de cara a esta revancha era saber cuánto mejor podía jugar Chapecoense de lo que lo había hecho en Avellaneda. Pero ni bien empezó a rodar la pelota no mostró muchos argumentos como ratificar el 0 a 0 inicial había sido un buen resultado; y es que, de los dos, el que más cerca estuvo del gol ese primer tiempo, fue Independiente, que manejó más la pelota ante un rival que, otra vez, se defendió con mucha gente.
De entrada nomás Rigoni apareció muy libre para sacar un zurdazo que Danilo mandó al corner; después, hubo un par de intento de Vera y un toqueteo que no prosperó, en parte porque el Cebolla y Rigoni estaban muy imprecisos y a Meza le faltaba profundidad. El local, recién al final de la etapa se acercó con un cabezazo de Canela que controló Campaña y un tiro libre de Dener que se fue muy cerca.
La segunda parte ganó un poco en interés. Porque Chapecoense se adelantó con más gente y se dieron algunos pasajes de ida y vuelta con llegadas de riesgo que ninguno pudo aprovechar. Ortiz estrelló un zapatazo en el travesaño, Kempes la tiró desviada en un mano a mano, Rigoni escapó solo y definió mal, Felipe pegó en el travesaño, Santana pegó un tiro libre en el palo y, sobre el final, una buena jugada de Benítez le sirvió a Sánchez Miño la posibilidad del gol del triunfo pero su zurdazo se fue apenas desviado junto al palo.
Después llegó el turno de la definición desde los doce pasos en la que, fieles a la ausencia de gol en los choques de ida y vuelta, se erraron los tres primeros remates. Independiente se puso arriba con el tiro de Vera y, en un momento, Independiente quedó match point: si Sánchez Miño metía, pasaba el equipo de Milito. Pero volvió a lucirse Danilo que completó su faena atajando el tiro de Tagliafico. El esfuerzo de Campaña, atajando dos, más el otro tiro que se fue desviado, no alcanzó.
Milito contó en Brasil: "No ensayamos penales". Y se notó. Independiente dejó por la ventaja la Copa Sudamericana y sus ilusiones de cambiar, de una vez por todas, los gestos de su rostro signados por el fracaso.Miércoles, 28 de septiembre de 2016
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