Hillary debilitó a Trump que ya piensa en una revancha La mayoría de las encuestas dieron por ganadora a la candidata demócrata. El republicano prometió ser más agresivo en el próximo cara a cara, el 9 de octubre.
Hillary Clinton continuó este martes su campaña electoral con la satisfacción de haber tomado aire tras el debate del lunes por la noche, mientras que Donald Trump buscó retomar la iniciativa y prometió ser más agresivo en el próximo cara a cara con su rival demócrata.
El debate volvió a reunir a las familias delante del televisor y en las reuniones, los bares y hasta las escuelas de Estados Unidos no se hablaba de otra cosa. De hecho, tuvo una audiencia récord de 80 millones de espectadores, sin contar los que lo siguieron a través de las redes sociales. Los próximos encuentros serán el 9 y el 19 de octubre, en la recta final para las elecciones del 8 de noviembre.
La mayoría de las encuestas post debate dieron por ganadora a Hillary. CNN, por ejemplo, consignó que el 67% creía que ella había estado mejor, contra el 27% que se inclinaba por Trump. Sin encuestas propias, medios como The New York Times y The Washington Post –que formalmente apoyan a Hillary-- destacaban la solidez argumental de la demócrata frente a los titubeos del republicano. Pero en la conservadora Fox el panorama era distinto: un 50% se inclinó por el magnate y un 35% por la ex secretaria de Estado, mientras que el resto dijo que no hubo un claro ganador. Time dio ganador a Trump, 52 a 48.
Lo cierto es que Hillary se recuperó de un flojo comienzo y en el balance final del debate fue mejor que Donald Trump. Pero ella --que tomaba cursos de oratoria desde jovencita en la universidad, que es una de las políticas con mayor experiencia en los Estados Unidos y tiene más de 20 debates encima-- no le dio a su novato rival un golpe de nocaut. Su superioridad no fue arrasadora y dejó vivo al magnate, que tiene una sintonía especial con la “América profunda” y con muchos que están frustrados con la economía y el sistema.
Trump sabe que Hillary salió mejor parada del primer match. Por eso acusó luego al moderador de haberle hecho preguntas “hostiles” y se quejó de que su micrófono estaba con un volumen más bajo que el de su oponente. También reveló que hacia el final del encuentro él estuvo a punto de “atacarla con las mujeres de su marido” (en referencia a las infidelidades de Bill Clinton). “Pero decidí no hacerlo porque su hija estaba allí”. Y entonces adivirtió: “Puede que ataque más duro” a Hillary en el próximo debate.
La candidata demócrata estuvo este martes de campaña en Carolina del Norte y lanzó, filosa: “Alguien que se queja del micrófono no ha tenido una buena noche”. “Creo que los espectadores tuvieron una verdadera oportunidad de empezar a comprar nuestras políticas” y destacó las diferencias sobre “temperamento, capacidad y cualidades”, entre ambos.
Anthony Corrado, profesor de Gobierno el Colby College, dijo a Clarín que cree que Hillary fue la ganadora porque “demostró que está mejor preparada para ser presidente, ofreció propuestas concretas y supo responder a los ataques de Trump”. Explicó que fue “un debate entre la cabeza y el corazón, con ella ofreciendo propuestas políticas y críticas específicas a los planes de Trump, y él basando sus consignas en mensajes populistas”.
Bert A. Rockman, profesor de Ciencias Políticas de la Purdue University, fue más cauteloso y señaló a Clarín que “ninguno de los dos candidatos consiguió un nocaut, aunque Hillary parecía tener más aplomo y tuvo algunos momentos con respuestas más efectivas”. Resaltó que “ella se basa en su experiencia, en el control de los detalles y en la solidez temperamental. En otras épocas, probablemente esa sería una combinación ganadora. Pero este año puede ser diferente. Hay un profundo resentimiento en el país y muchos buscan que se produzca un cambio a través del líder carismático que ellos ven en Trump”.
En una elección muy ajustada en las encuestas en el voto nacional, lo que cuenta aquí es la opinion del ciudadano de los estados clave, como Ohio y Florida, por ejemplo. ¿Le importará a un trabajador de Ohio que Trump haya mentido sobre su apoyo a Irak? ¿O le seduce más la idea del magnate de que repatriar las fábricas que se fueron de ese estado hacia otros países con costos más baratos?
Es cierto que ella fue mejor en el debate, es obviamente más sólida, predecible y más presidencial que Trump. El demostró sus conocidas debilidades, pero no fue un desastre. Por eso nada es definitivo ni mucho menos: esta elección hoy transcurre por carriles nuevos, impredecibles, y no hay que dejar de tener en vista ese fenómeno.Martes, 27 de septiembre de 2016
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