"Playground", maldad infantil El director polaco Bartosz Kowalski llevó el concepto de la maldad infantil a un primer plano. En la nota, las imágenes.
El director polaco Bartosz Kowalski llevó el concepto de la maldad infantil a un primer plano en Playground, una historia de dos adolescentes que cometen un acto de brutalidad extrema visto desde una perspectiva distante y fría que acentúa lo escalofriante del filme.
El filme compite por la Concha de Oro del Festival de Cine de San Sebastián y tras proyectarse dividió al público entre indignados por su violencia y defensores.
La película narra el último día de colegio de tres preadolescentes de 12 años en una pequeña ciudad polaca. Gabrysia tiene la última oportunidad para declararse al chico más guapo de su clase para lo que organiza una cita a la que este acude con su mejor amigo, pero las cosas se tuercen.
El filme plantea finalmente un asesinato cometido por niños, inspirado en el que protagonizaron en los años noventa en Liverpool Robert Thomson y Jon Venable, que mataron a un pequeño de tres años por razones que nunca se llegaron a aclarar.
El director indagó en las patologías infantiles y consultó con varios psicólogos que le aseguraron que los niños asesinos eran "algo mucho más habitual de lo que trasciende a la opinión pública", aseguró.
Desde un primer momento el planteamiento de la película fue adoptar un enfoque de "observación fría", por lo que la cámara "va siguiendo a los personajes con distanciamiento y no entra en el mundo interior de cada uno de ellos", señaló.
"Si la violencia hubiera sido el foco de la película, tendría un resultado pornográfico, pero tampoco puede ser contada sin que la cámara sea testigo, aunque sea desde la lejanía", asegura.
De esta forma la naturaleza de la maldad es el eje sobre el que se centra un filme que, sin duda, traerá polémica, aunque su director cree que sobre este concepto se puede debatir durante horas sin sacar conclusiones determinantes.
"Si vemos lo que pasa en el mundo con la violencia, con los gobiernos de extrema derecha, por ejemplo, llego a la conclusión de que nacemos malvados, aunque yo no me considero malvado", reconoció.
Se puede aceptar que la causa de estas acciones en los niños "es que proceden de hogares rotos, que son adictos a los videojuegos o que ven películas de terror, pero no todos lo que pasan por estos condicionantes reaccionan de la misma manera".Miércoles, 21 de septiembre de 2016
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