Efecto Angelina: Lapidario informe de un diario de Capital sobre obras inconclusas en Curuzú Cuatiá El escándalo con los fondos en la Muncipalidad de Perugorría encendió la alerta en las demás comunas administradas por el FPV. Buscan conocer el destino de $ 14 millones que habrían llegado de la Nación para un complejo acuático termal.
Las comunas del interior provincial comandadas por el Frente para la Victoria (FPV) comienzan a ser blanco de investigaciones por parte de los Concejos Deliberantes respecto de fondos que llegaron desde la Nación para realizar obras de infraestructura, pero que al día de la fecha son inexistentes.
El escándalo suscitado en la Municipalidad de Perugorría, localidad que se encuentra dentro del departamento Curuzú Cuatiá, sería la punta del ovillo respecto de fondos nacionales asignados para cuestiones específicas que habrían sido desviados hacia otros destinos, que, se presume, estarían relacionados con el financiamiento de las campañas electorales de los referentes kirchneristas en las últimas elecciones.
Ahora, un equipo de ediles se encuentra trabajando en la recolección de pruebas para tratar de echar luz sobre el proyecto del parque acuático termal para la localidad de Curuzú Cuatiá, gobernada hace más de una década por el justicialismo. El recurso mineralizado se encontró a partir de perforaciones en 2013.
Allí ya habían conseguido el primer envío de fondos nacionales, teniendo en cuenta la afinidad partidaria de la Intendencia con el Gobierno nacional de entonces, para la explotación de la novedad con fines turísticos. Los avances se fueron dando, el dinero nacional llegó, pero extrañamente la licitación de las obras se hizo recién en julio de este año.
Lo proyectado es para un parque chico, con cuatro piscinas con toboganes, con una zona de restaurantes y sanitarios, y una parte termal, que tiene un par de piscinas grandes, subdivididas para las distintas temperaturas de agua. Estaba previsto que el predio se amplíe con un pulmón verde de esparcimiento para los visitantes.
La investigación apunta ahora a saber el destino de 14 millones de pesos que se enviaron desde la administración central para la realización de este complejo termal, que al día de la fecha no estaría iniciado. Es más: la licitación para las obras recién se iniciaron en julio de este año.
Curuzú es una localidad de corte meramente justicialista, donde el matrimonio Rubín-Locatteli hace mucho tiempo se jacta de ser los patrones de la política curuzucuateña y de los destinos de la ciudad fundada por Manuel Belgrano.
Carlos Rubín hoy es diputado nacional, pero durante dos mandatos ejerció como jefe comunal. Cuando las leyes le negaron la posibilidad de continuar en el sillón de mando, fue su esposa, Alicia Locatteli, quien tomó la posta y el bastón. Más tarde, Rubín fue elegido diputado provincial y cuando a la mujer se le acabó la posibilidad de seguir en la Intendencia fue candidata a legisladora provincial y compartió la bancada con su marido en la Cámara baja provincial.
Las situaciones de similitud entre los tándem Rubín-Locatteli en Curuzú Cuatiá, Angelina Lesieux-Jorge Corona en Perugorría, siguen la línea de Néstor Kirchner-Cristina Fernández para detentar el poder.
Ahora, ambas parejas correntinas también comparten la característica de que en sus comunas llegaron fondos de la Nación para realizar obras y las mismas no están a la vista, con el agravante de que no se sabría cuál es el destino de los millones enviados. Actualmente, la Intendencia se encuentra en manos de Ernesto Lalo Domínguez, hombre de confianza de los Rubín y alineado al senador nacional Carlos Mauricio Camau Espínola, al igual que sus patrones políticos.
Las sospechas de quienes llevan adelante la causa que investiga las obras públicas cobradas y no realizadas, están relacionadas con el “bolsero del convento” José López, quien en los tiempos que se destinó el dinero ocupaba la Secretaría de Obras Públicas de la Nación, y era la mano derecha del ministro de Planificación, Julio De Vido, uno de los cerebros estrategas del kirchnerismo.
Ahora van a intentar determinar qué ocurrió con los 14 millones de pesos que llegaron a Curuzú para el complejo termal, pero que las construcción del mismo brilla por su ausencia, a mas de tres años que el intendente había anunciado que se avanzaría con esta iniciativa. (Diario La República)Sábado, 3 de septiembre de 2016
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