Daniel "Coco" Flores: Escribo lo que siento con sencillez En el marco de la Cuarta Edición de la Feria del Libro que se está realizando en la Casa del Bicentenario de Curuzú Cuatiá, se presentó hoy pasadas las 20.30 el libro "Inquietudes" del periodista Daniel "Coco" Flores. En una magistral disertación el comunicador comentó la intimidad de su tarea como escritor, aunque él prefiere desmentirlo, "no soy escritor de escribir todos los días, como un trabajo, escribo lo que siento y con sencillez", argumentó ante un modesto auditorio montado en una de las carpas del predio de la Casa del Bicentenario. "Escribir para mí es algo espiritual, algo que nace de lo que uno habitualmente siente y lo quiere expresar, escribir es reflejar lo que se tiene interiormente, lo que impresiona desde afuera y se canaliza y se expresa en forma verbal y a veces por escrito", sintetizó a manera de una introducción Daniel "Coco" Flores ante los espectadores que lo escuchaban con atención.
"No soy un profesional de la escritura, soy alguien que simplemente de la misma manera que se puede expresar como lo hago desde hace 55 años ante un micrófono, también me gusta expresarme escribiendo", explicó el comunicador desde un escenario decorado ad hoc para la ocasión, como si fuese un living hogareño para darle ese toque íntimo que el espectador espera encontrar siempre en éste tipo de rees de la gente con los artistas.
"Son cosas que uno siente, que a uno le pasa, o que uno observó, como también es algo personal porque lo que uno observa, ve y siente lo expresa de esa manera, como uno lo siente", aseveró.
"A veces es difícil entender un hecho que no es propio, lo bueno es saber como siente otra persona y tratar de entenderlo y de volcarlo", dijo.
No me siento un poeta, solo escribo lo que siento
"No soy de esos escritores que permanentemente están escribiendo, yo no podría estar en una mesa y todos los días estar escribiendo, no me siento un poeta, un escritor o un orador sino que sólo soy alguien que expresa lo que siento".
"Si yo siento algo lo digo, si veo algo, trato de escribirlo porque estoy atrapando algo y después quiero contarlo y compartirlo, esa para mí es la simpleza de la escritura, no tengo rebusques, no soy algo rebuscado para escribir, el que lee algo mío encontrará simplezas, cosas entendibles en la primera lectura, pero también encontrará un trasfondo que le llamará la atención para después reubicarse frente a esa escritura y a ese sentimiento y buscarle además otras cosas que no aparecen en la primera lectura".
"Es decir lo sencillo siempre tiene un trasfondo, si nos quedamos con la primera impresión nos quedamos con lo sencillo pero si buscamos que es lo que hay detrás de esa sencillez podemos encontrar un mundo muy complejo, un mundo en donde tenemos nuestra ubicación, personajes o situaciones que las podemos vivír, las hemos vivido o conocido".
No estoy con el diccionario al lado, lo que escribo sale de mí
"La sencillez tiene algo mucho mas complejo, no estoy con el diccionario al lado, no con toda una biblioteca detrás para escribir algo, escribo lo que siento, mis libros, mis personajes, mis cosas, están dentro de mí, lo que no puedo hacer es dejarlos dentro de mí, lo que puedo hacer es compartir".
"Estoy seguro que muchos de Ustedes sienten cuando leen libros las mismas cosas, cosas comunes y quizá ustedes se preguntarán: "¿Y a ésto por qué no lo escribí?". Yo necesito expresarlo, cuando algo toca nuestra fibra íntima o el sentimiento, uno tiene que tratar de compartir, de llevarlo al otro lado".
"Por eso las cosas son simples y no me siento un escritor, no me siento a escribir todos los días porque ese es el trabajo de escritor, y todos alguna vez cuando fuimos jóvenes escribimos muchas cosas: cuando estábamos con rabia, cuando estuvimos con mucho amor, y se rompe en mil pedacitos y va al cesto. Saben cuántos libros de poesías hermosas, puras, virginales a través del tiempo en la juventud se han perdido en los cestos de basura?
Quizá no le estamos dando lugar a la juventud
"Por eso hablábamos hoy de los jóvenes, yo cada vez que puedo suelo hablar del tema y creo que no le estamos dando el lugar a la juventud, o no la estamos entendiendo a la juventud y muchas veces estamos dejando de vivir la juventud que debemos tener siempre adentro, porque la juventud no es una fecha, ni la edad que tenemos, la juventud está en el corazón, algo intangible, eso es lo que uno quiere transmitir siempre".
Inquietudes III aún no salió por falta de dinero
En otro orden de cosas, el escritor comentó que la tercera edición de su Inquietudes N° III "no puede salir todavía al público porque pretendo hacerlo imprimir en una casa de impresión de libros y estamos en tratativas", afirmó el autor.
"Podemos imprimir los tres juntos en uno sólo pero quiero imprimir los tres por separado para dejarles a mis nietos y mis descendientes", expresó.
Y en ese mismo orden de cosas, pensando en las generaciones que vienen, analizó que "hay algo material que nos está ganando, nos estamos endureciendo, el alma no es flexible, el pensamiento no es flexible, estamos siendo demasiados, para no decir una terrible palabra, "influenciados" por muchas cosas materiales y lo que significa espiritualidad, algunos lo toman como cosa vieja, cosa pasada, cosa de viejos, dicen".
"Yo conozco viejos de veinte años y conozco gente sumamente joven que tiene más de setenta años, sin ninguna duda, hay jóvenes que están re quemados por una cantidad de cosas, entonces la poesía, estas cosas espirituales no les llama la atención para nada".
"Hoy debería haber aquí alumnos, jóvenes consultando qué es un libro, que tiene adentro el libro, hablando con los autores, con los escritores. En nuestra profesión nos encontramos con una cantidad de jóvenes que no saben leer, no conocen las inflexiones de la voz, no saben una coma, no conocen un punto, no comprenden los textos y si no comprenden los textos como van a "aprehender"", se preguntó.
Una vez concluída la introducción el autor se dedicó a leer algunas poesías de sus anteriores dos obras y de ésta cuya impresión está en tratativas. No faltaron las emociones, no faltaron los aplausos y sobre todo los recuerdos, que el autor compartió con el auditorio que lo despidió con un cerrado aplauso, pasadas las 21.30 de hoy miércoles.
Antes de irse, más por el frío que por otra cosa, el periodista agradeció al coordinador de las actividades de la Casa del Bicentenario y a todos los presentes por la invitación.Jueves, 20 de agosto de 2015
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