En el NEA se busca una mejor calidad y uso de las pasturas Investigadores de la UNNE llevan a cabo un proyecto para evaluar la calidad nutricional de pasturas y alimentos conservados usados en la ganadería del nordeste argentino, con el fin de mejorar sus rendimientos y promover su uso eficiente.
Los procesos de intensificación y re-localización de la ganadería ocurridos en los últimos años en Argentina han modificado el uso de los recursos forrajeros y las demandas tecnológicas para asegurar la eficiencia de los sistemas productivos.
En el caso de la región NEA, el sistema de producción ganadera está basado en los pastizales como fuente principal de alimentación. Las actividades ganaderas ocupan más de la mitad de los pastizales de la región, con más de 12 millones de cabezas que representa el 23 % del stock nacional.
Pero una característica de los pastizales del noreste argentino es que presentan un patrón de crecimiento desuniforme durante el año.
En este contexto, uno de los principales desafíos de la ganadería actual es garantizar la disponibilidad y calidad forrajera para los procesos productivos.
Desde la Universidad Nacional del Nordeste, un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias lleva a cabo un proyecto para valorar la calidad nutricional de las pasturas naturales y cultivadas de la región, así como de alimentos conservados para el ganado.
“Queremos relevar información sobre la calidad de forrajes, como forma de aportar a un uso eficiente de pasturas y alimentos en la ganadería regional” explicó el ingeniero agrónomo Aldo Ceferino Bernardis, director de la investigación que se realiza en la Cátedra Química Analítica y Agrícola, del Departamento de Física y Química de la Facultad de Ciencias Agrarias.
Destacan que en el proyecto se trabaja de manera articulada con el sector productivo, así como con las Estaciones Experimentales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de las provincias de Corrientes, Chaco y Formosa.
En la investigación se evalúa la producción forrajera con diferentes niveles de intensificación a través de frecuencias de corte y fertilización de la pastura. Se determina asimismo la calidad del forraje a través de distintos indicadores de valor nutritivo.
También se estudia la respuesta del animal (bovino y ovino) sobre los distintos tipos de pastura, naturales y cultivadas con diferentes sistemas de producción. Se analizan en distintas pasturas, el contenido de materia seca, proteína cruda, extracto etéreo, fibra, digestibilidad, contenido mineral entre otros indicadores.
Además se trabaja en el desarrollo de tecnologías para mejorar la calidad de alimentos conservados, mediante la valoración de parámetros de conservación y composición nutricional.
El ingeniero Bernardis comentó que en la investigación se incorporó la dimensión temática de la gestión ambiental ganadera, que se enfoca en medir el impacto ambiental de la intensificación de la producción y uso de forrajes.
A través de distintos indicadores, a nivel de predios se mide el uso de fertilizantes, generación de dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, entre otras variables que pueden implicar un impacto en el ambiente.
Otro aspecto destacable del proyecto es la estimación de la Huella de Agua y Carbono, que permite estimar la cantidad de agua necesaria para la producción ganadera, así como los niveles generados de dióxido de carbono.
“La investigación busca obtener un resultado que sea de utilidad para el sector productivo, para contribuir a garantizar la disponibilidad y calidad de forrajes en la región” explicó Bernardis.
Recordó que los forrajes son la base de la alimentación en la producción pecuaria, por lo que el conocimiento que se tenga de la calidad nutricional de los forrajes es determinante para mejorar los rendimientos productivos. En ese sentido, los investigadores de la UNNE consideran clave la transferencia de los conocimientos generados al medio productivo.Martes, 23 de agosto de 2016
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