(Audio) Tal como se informó desde éste medio, en la sesión de anoche del Concejo Deliberante el tema central fue el de la basura, los residuos, los desechos y cuantos sinónimos se les ocurran.
Parece ser que, de una vez por todas, y por unanimidad, la caja de resonancia política por excelencia, que es el ámbito legislativo tomó en serio la problemática y parece ser que hay una animosidad desde el propio Ejecutivo Municipal en erradicar ésta cuestión.
Días atrás, más precisamente el domingo pasado, el Obispo Canecin, la máxima autoridad de la Diócesis de Goya y si se quiere, la voz autorizada de la Iglesia Católica en éstos lares advertía a los feligreses en San Cayetano sobre la proliferación de basura en la ciudad.
Si bien el pastor mayor de la Iglesia de Francisco en éstas latitudes fue muy sutil, como suele ser el lenguaje vaticano, alcanzó a expresar que en su peregrinar por las calles del barrio en la procesión del santo del pan y del trabajo, había visto "demasiada basura a la vista, muy a la vista".
Lo dijo en medio de la homilía, para ser exactos y preciso vale la pena citarlo textualmente: "en la procesión veía y observaba que hay algunas características comunes a la tierra de donde yo vengo, la basura en las calles, basura a la vista,demasiado a la vista, habla de una cultura, de un modo de ser, todo buen cristiano tiene que ser buen ciudadano", dijo uno de los férreos seguidores de la doctrina del Papa Francisco, un Obispo en salida, lejos de la postura burguesa y cómoda de muchos de sus subalternos locales, en términos generales, un llamado de atención de la Iglesia a propios y ajenos, a los curuzucuateños, de éste Obispo nacido en Formosa y hoy Obispo de Goya. Vergüenza ajena.
En la sesión anterior, la de la semana pasada se había analizado éste tema, por enésima vez, incluso, uno de los concejales hasta propuso salir junto a sus pares a juntar residuos, una decisión a prima facie loable, pero si se piensa un poco más, hay que hechar mano al sentido común, hay un servicio de recolección que es pagado por los contribuyentes el que debe hacerlo, porque está para eso.
El tema de la basura, es tan viejo como ésta ciudad y sería más que oportuno que se lo solucione si lo que se pretende es fomentar el turismo en ésta ciudad que está en crecimiento. También sería importante que se arbitren gestiones sobre el basurero a cielo abierto a pocos metros de la ciudad, apenas pasando la ruta 119.
Claro que para ello no sólo el Municipio debería optimizar al máximo su potencialidad para el tratamiento de ésta cuestión sino que por el otro se tendría que hacer una fuerte campaña social de concientización, bien hecha sobre ciudadanía responsable y solidaria con un fuerte mensaje de pertenencia localista, convertir y extender el sentimiento de pertenencia a toda la ciudad, porque es casi seguro, salvo desagradables excepciones, que el 99,9% de los habitantes no tira su basura en su propia casa o en lugares inapropiados de la misma.
Ahora, al menos en el ámbito de la ciudad, al menos se empezó a hablar del tema, con carteles y sobre todo con la decisión política de avanzar con multas a los ciudadanos desaprensivos que ensucien a la sucursal del cielo. Quizá faltaba la palabra del pastor de la Iglesia, que en más de uno de los que estaba allí, generó un estado de vergüenza ajena. Es realmente feo cuando la visita llega a la casa y critica, pero así fue, ahora resta que la ciudadanía acompañe, aporte y que desde la Comuna se optimicen todos los recursos para ésto, sino por más termas y parques que se tengan, lamentablemente, lo último que queda en la retina y en la memoria es lo malo y lo feo, y una ciudad minada de basura, no es justamente, un atractivo turístico. El compromiso deberá ser de todos si lo que se quiere es un polo turístico como la gente.