"La confianza que teníamos se acabó" Muchas veces se escuchó decir: "La confianza mata al hombre", es una de las frases del refranero popular que generalmente suele ser muy acertado en ciertos contextos. En la sesión de hoy del Concejo Deliberante se acudió al término de la "confianza", que según parece dejó de ser una de las virtudes y "modus operandi" en las tareas y relaciones entre los ediles.
Todo comenzó con el tratamiento del proyecto de ordenanza, cuyo autor es el presidente del HCD, el doctor Juan Antonio Duarte, que contempla la reposición de veredas de la Plaza General San Martín, y otras mejoras para éste espacio público al que diariamente acuden los curuzucuateños para encontrar un momento de esparcimiento, encuentro, recreación o incluso caminata y ejercicios físicos. Ni hablar de actos y eventos populares. En fin.
El proyecto ya había sido presentado con anterioridad en la sala de sesiones y había pasado a la Comisión de Obras Públicas, compuesta por los concejales Gabriel Balceda, Pedro Preisz y Martín Montero. El proyecto fue evaluado por la Comisión, analizado y girado para su inclusión en el orden del día de hoy.
Días atrás el presidente del Concejo había anticipado en Arriba Ciudad que el proyecto iba a tener tratamiento en la primera sesión tras el receso invernal y así fue. Justamente, era el primer proyecto que figuraba en el orden del día.
Hasta aquí todo normal. Por secretaría se presentó el proyecto, la concejal Ofelia se transformó en presidente del cuerpo legislativo para comandar la sesión, al mismo tiempo que Juan Duarte bajaba a las bancas para fundamentar el proyecto de su autoría.
Pero antes de eso, y casi a modo de presentador, el primero que habló fue su coequiper, el concejal de los barrios y hombre fuerte de Fabián Ríos en la comuna, el concejal Gabriel Balceda quien en carácter de miembro informante dijo que lo mejor para fundamentar el proyecto era su propio autor, es decir Juan Duarte.
Tal como se detalló en el informe publicado por IusNoticias, el abogado Duarte defendió el proyecto diciendo que es una obra muy anhelada por la ciudadanía, empoderó al espacio público señalándolo como un patrimonio "centenario" y remarcó sobre todo que a las personas que sufren alguna incapacidad el estado actual de las veredas de la plaza les provoca ciertas incomodidades, cuando no, tropezones y caídas.
A su vez, contó en detalle, un presupuesto de costos y materiales necesarios y reiteró que en el presupuesto del año que viene, que debería estar redactándose en los próximos días, se incluya una partida específica de poco menos de 1.500.000 pesos que insumiría la concreción total de las refacciones, arreglos, mejoras en los juegos mas mano de obra.
Se procedió a la votación en general, todos apoyaron y aprobaron de manera unánime, pero al momento de votar en particular, es decir, los tres artículos del proyecto, ahí el clima se puso tenso.
El secretario del HCD y la concejal Pared, siguieron con el protocolo, pero al parecer, no habían tomado nota o no se habían percatado de que no todos levantaron sus manos en la votación en particular. Cuando todo parecía terminar con el asunto, aparece en escena la concejal del PJ, María Luisa Vallejo, quien pide que conste en acta las abstenciones.
Había sido, que los concejales Pedro Preisz, Leandro Páez, María Torres y María Luisa Vallejo no levantaron sus manos, para ninguno de los tres artículos del proyecto. Lo hicieron sí, en términos generales.
El concejal Juan Duarte mocionó que se vote de nuevo, en particular y así se hizo, quedando para los tres artículos 6 votos a favor y 4 abstenciones, cabe destacar que el concejal Juan Ramón Sosa no estuvo presente.
Ahí nomás, Balceda se quejó de la no unanimidad en éste sentido y tras cartón Pedro Preisz mencionó que a él no le hablaron del proyecto cuando se reunió en Comisión, que estuvo presente pero sólo le comentaron de otro proyecto y no de ese. Y por ésta razón se mostró ofendido, dijo en voz muy alta que el proyecto fue incluído en el orden del día entre gallos y medianoche, que nadie le consultó nada sobre el mismo y que merece respeto.
La concejal Vallejo le preguntó a Preisz si había firmado el despacho de la Comisión, y ahí nomás Juan Duarte defendió el proyecto argumentando que se puede sacar un despacho si tiene la rúbrica o el acuerdo de dos de los tres miembros de la Comisión.
Que era indistinto a éstas alturas si Preisz había o no firmado, ya que el despacho contó con el voto a favor de los otros dos miembros de la Comisión.
Finalmente el proyecto fue, por los números y pese a las abstenciones, convertido en ordenanza. Pero, lo llamativo del caso fue la postura que tomó el presidente Juan Duarte.
"Lamento mucho que pase ésto, porque antes actuábamos siempre en confianza, tal es así que una vez me mandaron una nota de inasistencia de cinco concejales sin firmas, ninguno de los cinco firmaron, así que se acabó la confianza, me viene a la memoria eso porque casi nos dejan sin quórum esa noche", recordó. Casualmente los que no asistieron fueron los del Bloque PJ, que hoy eran cuatro y se abstuvieron.
El presidente entonces, pidió al secretario del Concejo que desde aquí en adelante, se les tome asistencia a todos los concejales que van a reunión en Comisión y que se proceda como dictan las normas y no tanto a como se estilaba por costumbre, "hasta que no firman todos los presentes, no se va nadie", esgrimió Duarte lamentando y casi decretando que en el Concejo se acabó la confianza.Viernes, 29 de julio de 2016
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