Inflación: A falta de carne, buenos son el arroz y el huevo Los consumidores están modificando sus hábitos de consumo y en los almacenes de barrio ya se percibe este cambio. Notable crecimiento de las segundas y terceras marcas de los productos.
Los consumidores argentinos que realizan sus compras en almacenes de barrio están modificando el tradicional churrasco de ternera por un mayor consumo de arroz y huevo, productos que son sensiblemente más baratos ante la fuerte suba en el precio de la carne y la baja en el poder adquisitivo como consecuencia del avance de la inflación.
Es una situación en la que caen las familias más humildes, con dificultades para acceder a la canasta básica completa, y los casos se observan en los almacenes de barrio, donde estos consumidores compran carne, huevos, leche, pollo, pan, arroz y fideos, entre otros alimentos de la dieta tradicional.
Un pequeño almacén con carnicería del barrio porteño de Flores vendía dos cajones de huevo por semana (60 docenas) y ahora comercializa seis cajones (180 docenas) por semanas; y pasó de colocar 30 kilos de arroz por semana a 60 kilos.
"Antes los clientes veían y me pedían un kilo de bifes casi sin preguntar el precio. Ahora me dicen: Dame tal corte de carne por esta plata. Se cuidan más porque aún no se pueden acostumbrar a los nuevos valores. Un kilo de churrasco de cuadril de ternera vale 150 pesos", contó el dueño del comercio.
¿Qué dice la industria del huevo? Javier Prida, presidente de la Cámara Argentina de Productos Avícolas (Capia), confirmó que en los almacenes y granjas de barrio se incrementó la venta de huevos, pero en los grandes supermercados está cayendo por los altos precios.
"Los grandes supermercados remarcan con 60% y hasta 90% los productos avícolas. Hay una gran especulación allí y eso hace que las ventas en esas superficies caigan 10%", dijo Prida al explicar la complejidad del mercado.
La baja en los súper hace que el indicador general de venta de huevos haya mostrado en mayo una retracción del 5,2% contra abril, aunque las familias más pobres sí están consumiendo más productos avícolas porque son más baratos que la carne, por ejemplo.
Los productores de huevo están trabajando en una situación que roza el quebranto, porque sus costos crecieron 82% en el último año: la tonelada de maíz pasó de $950 a $3.000 y la de soja saltó de $2.000 a $4.500 pesos, entre otros insumos como la energía, que sufrió el impacto de la suba de tarifas.
Los argentinos consumen unos 261 huevos por habitante por año, según la Capia, lo que ubica a la Argentina como el segundo país más consumidor de América Latina, detrás de México que es el mayor a nivel mundial.
El 50% de los huevos producidos en el país son comercializados en almacenes de barrio; el 22% por grandes supermercados; el 16% por la industria alimenticia; y el restante 12% va destinado a la exportación.
Segundas y terceras marcas
Daniel Filigoi, asesor de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz, dijo que el consumo sostenido o en alza del producto en tiempos de recesión responde a que es barato, nutritivo y rendidor respecto de otros alimentos. Explicó Filigoi que las primeras marcas que se comercializan entre 24 y 30 pesos el kilo pueden estar mostrando un estancamiento, pero segundas y terceras marcas que son un 30% o 40% más baratas siguen creciendo en ventas.
El arroz se produce en cinco provincias del NEA y del total, el 33% es para consumo interno y el 67% es exportado a unos 27 países, entre los que se encuentran Irak, Cuba, Centro América, Chile, Perú y Colombia, entre otros. El mercado arrocero es inelástico respecto de las ventas y el precio, dado que no sigue el ciclo de la economía: cuando la actividad económica cae y baja el consumo como en la actualidad, el producto se sigue comercializando.
Los argentinos consumen unos 7 kilos de arroz blanco por habitante por año y este año esa cifra podría aumentar a ocho, debido al crecimiento de la demanda en detrimento de otros alimentos como la carne.Domingo, 19 de junio de 2016
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