McLaughlin dio cátedra El guitarrista británico volvió a dar un show en nuestro país tras 20 años y deslumbró a sus seguidores. John McLaughlin se reencontró el viernes por la noche con el público argentino, a 20 años de su última visita al país, en un memorable show en el Teatro Gran Rex, en donde se volvió a mostrar como un alquimista capaz de hacer convivir en su música el virtuosismo del jazz con la potencia y la adrenalina del rock.
Con la excusa de presentar su último disco "Black Light", el ex líder de la mítica Mahavishnu Orchestra desplegó un arsenal de recursos sonoros junto a The 4th Dimension, una banda integrada por los talentosos Gary Husband, en teclados y percusión; el camerunés Etienne Mbappe, en bajo; y el indio Ranjit Barot, en batería.
A lo largo de dos horas y media de concierto, McLaughlin y su banda introdujeron al público en un viaje sonoro en el que hubo lugar para la emoción, la sorpresa y la admiración ante semejante exhibición de talento.
A las 21.20, el guitarrista vestido con saco y pantalón negros apareció en escena y, tras un devocional gesto hacia la audiencia con repetidos besos con su mano a su cabeza y su corazón, abrió el fuego con "Guitar love" y sentó las bases de lo que ocurriría en las próximas horas.
Un breve arreglo vocal de los cuatro dio paso a una arrolladora melodía con fraseos típicos del jazz, sobre una base de Rhythm and Blues, que por momentos subía en intensidad y luego se aplacaba para darle paso a sucesivos solos.
Ocurre que si bien la combinación del guitarrista con su grupo aparece como un sólido bloque, cada uno de los miembros se destaca como un notable solista capaz de extraer sonidos inimaginables a su instrumento. La capacidad de McLaughlin de fusionar fraseos luminosos, una marca registrada del jazz, con sonidos distorsionados -por momentos sucios- típicos del rock, encuentra una sociedad perfecta en The 4th Dimension.
Allí sobresale un bajista capaz de asombrar con sus solos sin perder nunca de vista que es la ?gran pared? sobre la que descansa el grupo; un soberbio baterista que aporrea los tambores como si fuera una ametralladora, utiliza la voz como un recurso percusivo más o emprende un ritmo arrollador como si conduciera una locomotora; y un tecladista de depurada técnica que, entre sutileza y sutileza, también puede sumarse al huracán musical que se produce por momentos.
Antes de "Little Miss Valley", el segundo tema de la noche, McLaughlin presentó a la banda y se tomó un tiempo para contar el origen y hasta alguna pequeña anécdota acerca de sus relación musical con cada uno de ellos.
"Tengo que decirles que realmente odiamos, odiamos, odiamos a Margaret Thatcher", remarcó al presentar a su compatriota tecladista, en lo que resultó el mejor homenaje que se podía esperar en la víspera de un nuevo aniversario del inicio de la Guerra de Malvinas.
Fue en este segundo tema en donde el guitarrista inició además una larga serie de pequeños homenajes a algunos músicos y personajes importantes en su vida, a raíz de algunas citas con su instrumento a "Jean Pierre", de Miles Davis, artista con el que grabó algunos discos memorables como el influyente "Bitches brew", de 1970, que plantó la bandera del jazz-rock.
Ocurre que también hubo lugar para recordar al músico Mandolin Shrinivas en "Here comes the jiis" y a Pandit Ravi Shankar en "Panditji", en el obligado recorrido de McLaughlin por su afición a la música y la filosofía hindú.
Pero, sin dudas, el momento más sentido para el público, por cercanía con el artista recordado, fue cuando llegó el momento de "El hombre que sabía", una especie de réquiem musical para Paco de Lucía, el excelso guitarrista flamenco con el que compartió uno de sus proyectos musicales más exitosos, el guitar trío junto a Al Di Meola con el que registraron "Friday night in San Francisco", en 1981.
En el show también hubo lugar para composiciones como "Light at the edge of the World", "Echoes from them", "Abbaji" y la santanesca "The creator has a master plan", entre otras.
Visiblemente emocionado, el músico de 74 años reservó para los bises "You know, you know", una joya de la Mahavishnu, que ofició de bálsamo, tras dos horas y media de vendaval musical y dejó al público extasiado y satisfecho.
McLaughlin alcanzó cierto renombre a finales de los 60 a partir de su labor en la banda de Miles Davis, artista que hasta llegó a dedicarle una canción con su nombre. Su mayor popularidad la alcanzó al liderar la Mahavishnu Orchestra, una influyente banda por la que pasaron artistas como Billy Cobham, Jan Hammer, Bill Evans, y Jean Luc Ponty, entre otros.
En la Argentina, este grupo contó con un puñado de fieles seguidores, entre los que sobresalieron el recordado Luis Alberto Spinetta, quien en varias ocasiones señaló que su etapa más jazzera, comprendida entre 1977 y mediados de los 80, estuvo inspirada en esta banda.
Incluso, Spinetta le dedicó al guitarrista la canción "Siguiendo los pasos del maestro", grabada en 1981 en el disco "Los niños que escriben en el cielo", de Spinetta-Jade.
McLaughlin continuará su gira mañana cuando se presente en el Teatro El Círculo de Rosario.Sábado, 2 de abril de 2016
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