Los alimentos saludables no son más caros que los demás La especialista, Ruth Parra, habló de las costumbres que llevan a realizar malas elecciones nutricionales a la hora de acercarse a las góndolas de un supermercado. Planteó que se ofrecen varias alternativas sanas para determinados productos por el mismo precio.
El ámbito de la alimentación actual está lleno de mitos. Uno de los más difundidos es el que sostiene que los productos más saludables son los más costosos del mercado.
A fin de derribar ese tipo de conceptos, muy arraigados en el inconsciente colectivo, la licenciada en Nutrición Ruth Parra, del Centro Médico AMUGENAL (San Lorenzo 635) brindó observaciones al respecto.
“Un error muy común que se escucha con frecuencia es que la economía actual ha llevado a las familias Argentinas a realizar malas elecciones nutricionales. Sin embargo, observando las góndolas de supermercados correntinos puedo notar que los alimentos saludables no son más caros que los demás” afirmó.
“De hecho -prosiguió la especialista-, la industria de los alimentos, tuvo grandes avances en muchos productos mediante la adición de nutrientes más saludables, eliminando de los productos la mayor cantidad posible de grasas saturadas, calorías y sodio.
También suprimieron, casi por completo, las grasas trans que son tan perjudiciales para nuestro organismo, siempre y cuando se mantengan los costos de tal manera que las industrias no muestren reducción en sus ventas”.
Otro punto importante para el ahorro de dinero es el tamaño de las porciones. “Pues no sólo es lo que comemos, sino cuanta cantidad ingerimos, especialmente cuando se trata de contar calorías. Comer menos es siempre más barato que comer más. Y aunque a la mayoría de las personas no les gusta escuchar esto. Las dietas más exitosas son aquellas que involucran menos cantidad de comida”, sostuvo.
Variantes positivas
Las góndolas locales ofrecen varias alternativas saludables para determinados alimentos por el mismo precio. Por ejemplo: gaseosas dietéticas, lácteos bajos en grasa, galletitas sin sal, cereales sin azúcar, entre otros.
“La comida rápida o rotisería no puede competir con los precios de los supermercados en cuanto a cantidad de comida se refiere para un mismo plato. Lo que realmente se percibe en este tipo de lugares es la celeridad”, indicó Parra.
En ese contexto amplió su exposición al mencionar que “impera la conveniencia de ahorrar tiempo pero no dinero. Las alternativas que ofrece el supermercado, despensas o verdulerías son más baratas y saludables, pero pueden llevar más tiempo de preparación. Lo que lleva a preguntarnos: ¿Qué tan importante es mi salud? ¿Llevar una alimentación saludable puede ser más costosa que una alimentación a base de comidas rápidas?”.
Agua, gaseosas y frutas
“La bebida de más bajo costo y la más saludable con cero calorías es el agua. Sigue siendo la más barata para consumir. Sin embargo, las personas eligen bebidas glucocarbonatadas o plásticas como son los jugos industrializados”, reflejó la Licenciada en Nutrición.
“Ni hablar del precio de las frutas que pueden ser usadas como reemplazo de continuos 'picoteos' durante el día. Los que consisten, generalmente, en comidas hipercalóricas como: chipá, galletitas dulces, golosinas y bizcochitos que, sin dudas, tienen un precio superior a los productos naturales. Además esos panificados con el paso del tiempo pueden contribuir a desarrollar diferentes patologías como hipertensión arterial y obesidad” reflexionó la nutricionista.Domingo, 9 de agosto de 2015
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