El Papa Francisco participa en el Sínodo sobre la Familia El principal evento de octubre en el Vaticano fue el Sínodo de la familia. Desde el 4 hasta el 25 de octubre se reunieron 270 obispos, 18 parejas, y varias decenas de expertos y un bebé. Juntos debían buscar respuestas Iglesia a los problemas de las familias.
FRANCISCO "El Sínodo no es un parlamento donde para conseguir un consenso o un acuerdo común se recurre a las negociaciones, a los pactos o a los compromisos. El único método del Sínodo es abrirse al Espíritu Santo”.
Durante el Sínodo trece cardenales enviaron una carta al Papa en la que insinuaban que los organizadores estaban forzando las conclusiones antes de que comenzara, y pedían que el mecanismo fuera más claro. Y el portavoz explicó así la respuesta que les dio el Papa.
P. FEDERICO LOMBARDI Portavoz del Vaticano "El Papa ha dicho que la doctrina católica sobre el matrimonio no se ha tocado. Ha dicho que no debemos dejarnos condicionar o reducir nuestro horizonte de trabajo en este Sínodo como si el único problema fuera el de permitir o no la comunión a los divorciados vueltos a casar”.
Después de tres semanas de debates, el sínodo se clausuró con un texto optimista y esperanzador que homenajeaba a las familias, pedía mejorar la preparación al matrimonio y recordaba que cuando hay dificultades hay que intentar resolverlas.
Sólo tres de los 94 puntos no fueron aprobados por mayoría absoluta. Se trataba de los que afrontaban la situación de católicos divorciados que luego se han casado civilmente.
Por ejemplo, pedía que se estudie "qué formas de exclusión actualmente practicadas en ámbito litúrgico, pastoral, educativo e institucional pueden ser superadas”. Se refería por ejemplo a que los divorciados puedan ser padrinos de bautizo, profesores de religión, o representantes de la diócesis.
El documento proponía que estas situaciones se valoren según los criterios que propuso Juan Pablo II, como distinguir entre quienes han intentado sinceramente salvar el matrimonio, quienes han sido abandonados injustamente, o quienes lo han destruido.
También propone que los sacerdotes ayuden a estas personas a formarse la conciencia y a discernir en qué situación están ante Dios.
El Papa lo clausuró con una Misa en San Pedro en la que llamó al realismo.
FRANCISCO "Podemos caminar a través de los desiertos de la humanidad sin ver lo que realmente hay, sino lo que querríamos ver; somos capaces de construir visiones del mundo, pero sin aceptar lo que el Señor nos pone ante los ojos”.
En octubre, viajaron a Roma los mineros más famosos del mundo para conocer al Papa. Tuvieron al mundo en vilo durante los 70 días que pasaron bajo tierra en Chile y hasta que fueron rescatados.
Francisco les entregó un rosario y ellos lo que mejor les representa: un casco minero. Además, le pidieron que celebrara Misa en la mina de San José donde quedaron atrapados.
En octubre los jesuitas regalaron al Papa un centro de acogida para personas sin hogar. Y Francisco quiso ir personalmente a conocerlo.
"Gracias Santo Padre”. "Bienvenido”.
"Santidad. Antes estaban bajo la columnata, dormían bajo mil estrellas. Ahora hay dos estrellas en este albergue”.
"Gracias a vosotros por aceptar esta casa, esta nuestra casa que tenéis gracias a la generosidad de los padres jesuitas que la han donado”.
Antes de marcharse, Francisco se despidió uno por uno de ellos entre bromas y sonrisas y les dio las buenas noches.
En octubre el Papa Francisco proclamó cuatro nuevos santos. Se trataba de los padres de Santa Teresa de Lisieux, el primer matrimonio canonizado en la misma ceremonia; la religiosa española María Purísima de la Cruz que falleció hace menos de 18 años; y el sacerdote italiano Vincenzo Grossi que evangelizó las zonas más pobres de la Lombardía.
FRANCISCO "Su respuesta es una invitación a seguirlo por la vía del amor y el servicio, rechazando la tentación mundana de querer sobresalir y mandar sobre los demás. Frente a los que luchan por alcanzar el poder y el éxito, los discípulos están llamados a hacer lo contrario”.
El encuentro más colorido del mes fue este con más de 5000 gitanos de todo el mundo. Le llevaron sus bailes... Y por supuesto su música.
FRANCISCO "Queridos amigos gitanos. ¡El Señor esté con vosotros! Me gustaría que hubiera un nuevo comienzo para vuestro pueblo. Que se cambie de página. Ha llegado el tiempo de erradicar los prejuicios seculares, preconcepciones y desconfianza mutua que, a menudo, están en la base de la discriminación, el racismo y la xenofobia”.
Otro gesto del Papa hacia quienes viven en las periferias del mundo o de la sociedad.Miércoles, 30 de diciembre de 2015
|