Comenzó el año jubilar domínico en Lavalle El obispo de la Diócesís de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecin, presidió la misa de apertura del año jubilar por los 800 años de la Orden de Predicadores, fundada por santo Domingo de Guzmán, en el Monasterio “San Alberto Magno”, donde residen las Monjas Dominicas Contemplativas en la localidad correntina de Lavalle, el sábado 7 de noviembre a las 11.
Las ceremonia se inició en la puerta del monasterio dominico, bajo el lema “Enviados a predicar el Evangelio” donde proclamó la Palabra el presbítero Diego Villalba y se encendió un cirio, como signo de introducción y la conclusión con un renovado envío a predicar el Evangelio.
Luego se inició una procesión con el cirio y el Obispo Adolfo Canecin presidió la solemne eucaristía que concluyó con la oración del jubileo.
HOMILIA DEL OBISPO
El Obispo Adolfo Canecin, inicio su homilía remarcando que este Año Jubilar Dominico se realiza en el marco del Año de la Vida consagrada, que la “Iglesia a través del Papa Francisco, nos invita a hacer memoria agradecida del pasado, a vivir con pasión el presente y esperanza en el futuro. Tres tiempos verbales que podemos aplicar a este jubileo” dijo el prelado.
Recordó que “estamos a punto de ingresar a un tiempo de gracias” refiriéndose al Año de la Misericordia que se iniciará próximamente y estos momentos “siempre son muy oportunos para la vida de la Iglesia” al tiempo que destacó la reciente designación de Fray Carlos Aspiroz Costa OP, como arzobispo coadjutor de Bahía Blanca: “una persona muy ligada a este monasterio, dado que fue el impulsor y siguió animando las misiones en esta zona de Puerto Viejo Lavalle, nos acompaña siempre con su presencia y también porque tiene familiares muy cercanos en Goya”.
“Que lindo es hacer memoria de la vida de Santo Domingo Guzman, un santo que dejó huellas” y añadió “cuando los cristianos tomamos y vivimos en serio el Evangelio dejamos huellas en la historia” por eso “es bueno recordar con memoria agradecida, así nos acercamos a los santos y vivimos con frescura su vida, porque ellos vivieron el Evangelio que nunca pasa” enfatizó.
Resaltó más adelante que “todos estamos llamados a no pasar, a permanecer, a dejar impronta en la historia, es decir, pasar dejando huellas” porque “ese fue el gran mérito de los santos”.
Los santos “dieron a Dios el primer lugar en sus vidas y como la fe se transmite por contagio se suma la misión de otros hermanos” por eso “tenemos que acercarnos a la presencia de Santo Domingo”.
Dijo que “si logramos realizar una memoria agradecida, vamos a vivir el presente con pasión” y alentó a “no dejarse amedrentar por los problemas. Hoy en día, si miramos los obstáculos que se nos presentan, nos damos cuenta que son una ocasión y oportunidades que no nos tiene que desanimar, porque es una oportunidad para manifestarse el amor de Dios”.
“Si tenemos pasión en el presente nos lanza hacia el futuro siendo realista, sobre todo, teniendo en cuenta que vivimos actualmente una crisis de civilización, con cambios inéditos, que nos reclama a los cristianos de fe respuestas inéditas” porque “hoy Dios quiere valerse de nosotros, personal y comunitariamente” al tiempo que llamó a “ laicos y consagrados hacer un discernimiento comunitario, intentando responder juntos a los desafíos”.
“Que nadie diga hasta aquí nomas, sino que durante toda la vida tenemos que profundizar en el estilo de Jesús” e hizo un llamado a “crear en esta Diócesis de Goya la cultura vocacional” e invito a formar el grupo de “Amigos del Monasterio San Alberto” para su mantenimiento y reacondicionamiento, para permitir la llegada de peregrinos o de grupos juveniles a este lugar en este tiempo jubilar.
Finalizó su homilía recordando que “es un tiempo de alegría y de renovación, una invitación a volver a los orígenes de la Orden para recordar el momento fundacional” en el que santo Domingo de Guzmán “envió a sus primeros hermanos fuera de su casa, de su familia, de su nación, para que descubrieran el gozo y la libertad de la predicación itinerante”.
El cierre del año jubilar en la Argentina será el 7 de noviembre de 2016, fiesta de todos los santos de la Orden de Predicadores.
Dos acontecimientos que se darán en el marco del año jubilar, y son de singular importancia para los frailes dominicos, son la profesión solemne de fray Pablo Caronello OP, el 15 de noviembre en Buenos Aires, y la consagración episcopal de fray Carlos Azpiroz Costa OP, elegido por el papa Francisco arzobispo coadjutor de Bahía Blanca. Su ordenación episcopal será en Bahía Blanca el 22 de diciembre, aniversario de la confirmación de la orden.Domingo, 8 de noviembre de 2015
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