Carta al Obispo Ricardo Faifer (Por Gustavo Micelli) Querido padre Ricardo: Ante todo queremos agradecer a nuestro Dios por habernos regalado a un pastor que ha sabido conducir nuestra iglesia Diocesana por los senderos de la paz y el amor, por el compromiso por el bien común y la solidaridad. Momento de despedidas, tiempo de balances, desde la gratitud que sabe agradecer y desde la humildad de quien sabe pedir perdón.
Porque nuestro paso por los surcos de la vida tiene esa doble y noble actitud: dar gracias y pedir perdón, recibir agradecimiento y aceptar disculpas. Se hace abrazo de hermano en el que expresar tantas cosas con un gesto solo no alcanza.
Recordando las palabras del Génesis “Sal de tu tierra y vete a lo que yo te indicaré”, siempre pasa en la vida que cuando uno se habitúa a un entorno, a una compañía o a un quehacer, sucede que Dios mismo te desarraiga para poner de nuevo tus pies en movimiento, asomar tus ojos a un horizonte distinto (quizás ya conocido) y deslizar en tus manos una nueva encomienda con la que seguir implorando la paz y amasando el bien, mientras se escribe la historia que nos corresponde narrar.
Regresas al lugar que te vio nacer, una tierra noble, para ser a partir de ahora un misionero orante por tú Diócesis que te acunó tantos años. Padre Ricardo, en el intercambio de gratitudes y perdones, queremos que sigas dejando a Dios que escriba con tu vida la bella historia para la que naciste, con aquellos que El ha puesto a tu lado y que la madre iglesia confió a tu cuidado, decirte por tanto y por todo, que aquí nos tienes y que rezaremos por vos siempre. Un abrazo de hermanos de la Comunidad Educativa del Instituto Superior “Pbro. Manuel Alberti” que siempre recordará tu acompañamiento y tu presencia.
Que el Señor te bendiga y la Santísima virgen María te acompañe. Comunidad Educativa Instituto “Pbro. Manuel Alberti”
(*) Ingeniero Gustavo Micelli, rector Instituto "Pbro. Manuel Alberti" GoyaSábado, 10 de octubre de 2015
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