Corea desafía a EEUU 
El líder Kim Jong-un durante un acto del 62 aniversario del fin de la guerra norcoreana. "Una eventual nueva guerra en la península coreana no dejaría norteamericanos vivos para firmar un documento de rendición". Con esta directa amenaza a Estados Unidos, Corea del Norte ha celebrado el 62 aniversario de la firma del armisticio que puso punto final a la guerra coreana en 1953.
El general del Ejército norcoreano, Pak Yong Sik, aprovechó las celebraciones para lanzar un mensaje de desafío a Estados Unidos, con quien mantiene difíciles relaciones por el continuo apoyo de Washington a Corea del Sur, tanto político como militar.
"Hace más de 60 años del alto el fuego pero la paz no se ha conseguido. La segunda guerra coreana supondrá la ruina para el imperialismo americano", añadió el militar.
El aniversario del armisticio, con las calles de Pyongyang y otras ciudades importantes engalanadas para la ocasión, ha contado este lunes con desfiles militares y concentraciones patrióticas en las que se exacerba el sentimiento anti imperialista.
Una vez más, el régimen de Pyongyang tampoco ha dejado pasar la oportunidad de escenificar lo que ellos consideran una victoria sobre Estados Unidos en la guerra que duró tres años y en la que Corea del Norte contó con el apoyo de China y la Unión Soviética.
Demonizar a Estados Unidos y ensalzar a su líder son dos constantes en las celebraciones públicas del país. Miles de soldados y espectadores han gritado "protejamos a Kim Jong-Un con nuestras vidas", justo en el momento en el que el líder aparecía en el escenario caminando sobre una alfombra roja y enfundando en una traje estilo Mao de color oscuro, al tiempo que se soltaban globos y sonaba música militar.
En un discurso dirigido el sábado a los veteranos de la guerra, el presidente norcoreano, destacó la importancia de enseñar a los jóvenes soldados de ahora el espíritu combativo de la guerra de hace seis décadas. Pero señaló que ahora "Corea del Norte tiene un formidable arsenal nuclear".
El poder nuclear
"Se acabó la era en la que Estados Unidos nos chantajeaba con su poder nuclear, ahora ellos no nos dan miedo y nosotros a ellos sí", dijo Kim Jong-un en un discurso que fue retransmitido por la televisión nacional.
De esta manera, el líder norcoreano ha dejado claro una vez más que su país no está dispuesto a ser el escenario de un acuerdo como el alcanzado entre la comunidad internacional e Irán para el control de la carrera armamentística nuclear de ese país.
Precisamente, la insistencia de Pyongyang en acumular un potente arsenal nuclear impide la reconciliación con Corea del Sur y las cancillerías occidentales, que han asegurado que mantendrán las sanciones económicas contra el régimen norcoreano hasta que se siente en la mesa de negociaciones con clara voluntad de cooperar. (El Mundo)Martes, 28 de julio de 2015
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