La Diócesis de Goya renovó su Consagración a la Virgen de Itati
Desde la localidad de Sauce, el Obispo diocesano, monseñor Adolfo Canecin, en el primer minuto del viernes, en un nuevo aniversario de la coronación pontificia de la Tierna Madre de Itati, en comunión con los otros tres obispos de esta provincia, renovo la consagración, pidiendo su “poderosa intercesión” en este tiempo de pandemia para “suplicarle su protección y confiarle las angustias que nos develan”.
Monseñor Adolfo Canecin, se encontraba en Sauce, para acompañar a los fieles de esa localidad correntina que tienen como Madre y Patrona a la Virgen del Carmen. La oración de consagración realizo acompañado por el párroco presbítero Pablo Stortti y fue transmitido por la pagina oficial de la parroquia y del obispado de Goya. Simultaneamente en ese mismo instante, a las 0 horas, el arzobispo de Corrientes, monseñor Andres Stanovnik, desde su casa y atraves de los medios de comunicación realizo la misma oración de consagración.
“Como Pueblo de Dios, peregrino en Corrientes, estamos presentes en la Casa de nuestra Madre para renovar nuestra fe, esperanza y amor, y consagrar la vida de nuestro pueblo junto con sus gobernantes, a la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí” expresaron los obispos.
A Ella recurrimos confiados en este tiempo de prueba para suplicarle su protección y confiarle las angustias que nos desvelan, los miedos que nos paralizan y las preocupaciones que nos asaltan, a causa de la pandemia y por tantas otras aflicciones que padece nuestro pueblo.
Nos disponemos piadosamente a revivir nuestro bautismo mediante esta renovada consagración a Nuestra Madre de Itatí.
«Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios», vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos en esta pandemia. Consuela a los que se encuentran confundidos y lloran por la pérdida de sus seres queridos, a veces sepultados de un modo que hiere el alma.
Protege a los médicos, a los enfermeros, al personal sanitario, y a los voluntarios, que en este periodo de emergencia combaten en primera línea y arriesgan sus vidas para salvar otras vidas. Permanece junto a los sacerdotes y a quienes los acompañan para estar cerca, rezar y consolar. a los enfermos y a sus familiares.
Te pedimos por tantas personas que en el anonimato entregan su tiempo para aliviar las penosas consecuencias de pobreza, falta de pan y de trabajo, que se han agravado a raíz de la pandemia.
Te suplicamos por nuestros abuelos y abuelas, padres y madres, esposas y esposos, hijos y hermanos, amigos y amigas que padecen las consecuencias del COVID-19. Te pedimos que les hagas sentir tu abrazo tierno y amoroso, y haz puedan regresar sanos y salvos a sus hogares.
Virgen Santa, ilumina las mentes de los hombres y mujeres de ciencia, para que encuentren las soluciones adecuadas y se venza este virus. Asiste a los que nos gobiernan, para que actúen con sabiduría, diligencia y generosidad, socorriendo a los que carecen de lo necesario para vivir, planificando soluciones sociales y económicas de largo alcance y con un espíritu de diálogo y solidaridad.
Oh María, Consuelo de los Afligidos, abraza a todos tus hijos atribulados, haz que Dios nos libere con su mano poderosa de estos terribles males y que la vida pueda reanudar su normal con serenidad.
Nos encomendamos a Ti, que brillas en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Amén.”
Y ahora, desde nuestros hogares y residencias, nos disponemos a renovar la consagración a Nuestra Tierna Madre de Itatí, sabiendo que Ella jamás desoye a los que se confían a su
protección.-Lunes, 19 de julio de 2021
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