Celíacos de Curuzú buscan que el Estado cubra gastos de diagnóstico de la enfermedad Este viernes 5 de mayo se celebra el día Nacional del Celíaco. En virtud de la Ley 26.947 el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación reunidos en el Congreso sancionaron con fuerza de Ley que todos los días 5 de mayo se conmemore el día nacional del enfermo celíaco, en adhesión al día internacional del celíaco.
Vale repasar el articulado de esta Ley Nacional sancionada en Julio del 2014, por la cual no sólo se instituye al día 5 de mayo como el día nacional del enfermo celíaco sino que también está enmarcado en la misma Ley Nacional que se desarrollen por parte de los organismos competentes y con la participación de organizaciones no gubernamentales, actividades de difusión, educación y concientización orientadas a hacer conocer las características de esta enfermedad en función de su detección temprana y adecuado tratamiento.
Esto es lo que dice la Ley Nacional, algo que no se visualiza en el ámbito local, excepto el aporte de los módulos alimentarios que mensualmente se entregan tanto desde el Gobierno Provincial como desde Nación. Vale decir, desde las órbitas oficiales, excepto esta cuestión mencionada, no se visualizan otras actividades tendientes a la prevención, concientización encaradas para la detección temprana y adecuado tratamiento.
Y no sólo eso, sino que también hay que mencionar que el tratamiento de diagnóstico de la enfermedad es costoso, alrededor de mil pesos por cada muestra, y existen al menos un centenar de personas con celiaquía en el ámbito local, la mayoría de ellas de bajos recursos. Por ello, desde hace algunos años años, los celíacos de Curuzú vienen con la inquietud de que los organismos oficiales pertinentes puedan generar las gestiones pertinentes para que los pacientes sospechosos de esta enfermedad puedan realizarse los estudios de análisis y diagnóstico de manera gratuita y en el ámbito de la Salud Pública.
La celiaquía es la enfermedad intestinal crónica más frecuente, hereditaria, autoimunitaria e incurable que se puede presentar a cualquier edad, desde la lactancia hasta la adultez. Se genera por una inflamación de la mucosa del intestino delgado como consecuencia de una intolerancia inmunológica y permanente al gluten, proteína presente en el trigo, la avena, la cebada y el centeno (TACC). Provocando una inflamación que afecta las vellosidades del intestino y disminuye la eficiencia para absorber vitaminas, minerales y demás nutrientes que proveen el resto de los alimentos.
Síntomas
Se puede presentar con una cantidad enorme de manifestaciones. Las más clásicas son la desnutrición, distensión abdominal, diarreas y anemia. A veces esos síntomas no aparecen, pero surgen enfermedades asociadas, como alteraciones del crecimiento en los niños, raquitismo, esterilidad, osteoporosis, abortos a repetición, depresión, anorexia intensa, etc.
La detección temprana y el tratamiento oportuno revisten fundamental importancia para evitar complicaciones secundarias. A largo plazo y sin el tratamiento adecuado puede derivar en enfermedades graves.
El diagnóstico de celiaquía se certifica por medio del dosaje de anticuerpos específicos en sangre y por biopsia intestinal.
El único tratamiento posible para la enfermedad celíaca y la única forma de prevenir complicaciones, es evitar de por vida el consumo de gluten, con una dieta libre de trigo, avena, cebada y centeno (sin TACC) y de sus derivados. En la alimentación deberán incluirse alimentos de todos los grupos. Además, la dieta deberá ser hipocalórica si la persona debe descender de peso, normocalórica si su peso es adecuado, e hipercalórica si requiere un aumento de peso.
Con el cumplimiento estricto del tratamiento en la mayoría de los pacientes adultos se consigue la mejoría de los síntomas aproximadamente a partir de las 2 semanas, la normalización serológica entre los 6 y 12 meses y la recuperación histológica en torno a los 2 años de iniciado el tratamiento. En el caso de los niños cuando la enfermedad celíaca se diagnostica tempranamente, la introducción de una dieta libre de gluten, promueve la rápida recuperación de la tasa de crecimiento, y alcanza su potencial normal antes de los 12 meses y en algunos casos hasta los 2 años.
El cambio del estilo de vida en éstos pacientes y la adecuación de su plan alimentario a sus propias necesidades, suele ser más aceptado, sencillo y exitoso con un buen acompañamiento nutricional por parte del especialista.Viernes, 5 de mayo de 2017
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