Las medidas de protesta en Argentina, entre el Derecho de unos y otros
(Audio) El periodista y analista político Alberto Medina Méndez analizó las medidas de protestas que se suscitaron en los últimos días a la luz del análisis político. "La sensación que uno tiene en esta cuestión es que habría que dividirla en dos. Por un lado la cuestión económica y por el otro la función política, y el provecho que saca cada una de las partes. Sería un error analizarlas como un todo", enunció.
"La cuestión económica en la Argentina no termina de arrancar, los pasos son demasiado lentos y los resultados no están a la altura de las expectativas de la gente, y no es el ritmo que la sociedad espera y en ese contexto hay muchos sectores que no se sienten contenidos y están descontentos y cada uno presiona desde su lugar y como pueden".
"Los docentes juegan la ficha de todos los años, que hay que diferenciar lo que pasa en provincia de Buenos Aires y lo que pasa en el resto del país, donde repercute mucho la cuestión mediática que nos hace ver una situación que no es la que se vive en el resto del país".
"En lo político, tanto unos como otros, tratan de sacar provecho a la cuestión partidaria. El Gobierno Nacional ha encontrado un nicho de batalla electoral en el que hay un sector de la ciudadanía que rechaza esta forma de reclamar, que no gusta de las plazas y las carpas y eso en algún punto al electorado del Gobierno Nacional le viene como anillo al dedo y del otro lado también tratan de sacar provecho de esta situación".
Las fallas en la comunicación institucional de Presidencia
"Es una cuestión de provecho político. Las encuestas dicen mayoritariamente que la gente no quiere este tipo de planteos, lo cual no quiere decir que no esté de acuerdo con el fondo de la cuestión. Tiene que ver con el fondo y las formas. Entonces el fondo genera consenso: Hay una situación económica delicada, la gente perdió poder adquisitivo, quiere buscar la manera de recuperarlo, la economía no acelera a la velocidad que debería acelerar y eso genera descontento".
"Ese buenismo que utiliza el gobierno nacional, de victimizarse frente a determinadas circunstancias, de tratar de hacer lo políticamente correcto, le viene redituando electoralmente más de lo que le hace perder".
"¿Qué sería del Gobierno Nacional hoy en términos electorales si no estuviesen los malos del otro lado?, Juegan un poco a los buenos y a los malos y la comunicación pasa por ésto, que le ponen palos en la rueda, que le hacen paro, movilizaciones y a diferencia de los 80, la dinámica cambió. La mayoría está de acuerdo con el reclamo no con el formato".
Protestas
"Es una lucha de Derechos con formato local, porque ese formato no se da, ni en Cuba ni en Dinamarca, no tiene que ver con los formatos ideológicos. El problema no es el permiso, sino el uso del espacio público. En el mundo civilizado se puede hacer la protesta que se quiera, la marcha que se quiera pero sin quedar en un lugar, en un contexto para circular porque no podés quedarte en un espacio público porque no te pertenece, sino a toda la sociedad. El reclamo está garantizado, y esa es la parte en donde el formato argentino es cuestionado".
"El argentino medio tiene el problema de intentar poner un Derecho encima de otro. Los medios de reclamos tienen que ser compatibles con el ejercicio de los Derechos de los que no están de acuerdo con el reclamo. Nadie tiene derecho a cortar la circulación al resto de la sociedad porque no está de acuerdo con alguna medida determinada, tenés todo el derecho del mundo a manifestarte como mejor te parezca en la medida en que garantices que el resto de la gente que no piense como vos tenga el mismo derecho que vos y no menos derecho. Cuando el reclamo implica aplastar el derecho de los demás deja de tener legitimidad y en ese contexto cualquier corte de ruta, piquete o lo que sea, es incorrecto porque hace poner un Derecho arriba del otro".
"Además hay otro formato que es muy discutible en Argentina, que es que la única forma de protestar es perjudicar a alguien, no se puede resolver ningún problema perjudicando gente. Es perverso".
"Eso también habla de la falta de creatividad y de eficacia de los dirigentes en la República Argentina, eso es como que no consigas que en tu familia alguien te lleve el apunte hasta que no pegues una trompada en la mesa. Con ese argumento vos pegás trompadas en la mesa cuatro veces por semana para que alguien te lleve el apunte, es un problema en definitiva de tu capacidad para seducir con argumentos y poner elementos sobre la mesa que generen suficiente interés como para que la gente te preste atención. El problema lo tienen los dirigentes en Argentina y no precisamente si los medios van o no, ahí falta creatividad".
"Hay que tratar de encontrar una cuestión que tiene que ver con el balance moral, lo incorrecto siempre es incorrecto, y no hay márgen para legitimarlo. Suspender clases, cortar rutas, lo de la carpa, tiene un valor simbólico, político pero está lejos de ser eficiente y por otro lado no se quiere discutir el problema de fondo. Los salarios no se suben enojándose, sería muy fácil y no funciona así".
"Los que pagan la fiesta son los que ponen el esfuerzo, y terminan haciendo fuerza los que más concentración de poder tienen por alguna circunstancia, sindical, política, geográfica, es decir, los malloneros de Empedrado no tienen tanta fuerza como el sector docente de la provincia de Buenos Aires, que seguramente va a conseguir mejores aumentos que los malloneros de Empedrado y eso tampoco es justo, porque eso significa que el que tiene más poder, concentra más poder, y entonces el sistema es perverso, porque termina desnivelando la balanza en un sentido inadecuado. Y el problema de fondo sigue siendo que la economía no arranca, que no tiene que ver ni con el corte de ruta, ni con la carpa que no se discuten".