Una charla de "Maravilla" Sergio Martínez, ex campeón del mundo y uno de los boxeadores argentinos con mayor relevancia deportiva en los últimos años, brindó una charla motivadora en la ciudad de Curuzú Cuatiá. Llegó junto con su amigo, el también deportista futbolístico Juan Gómez, y una delegación de personas que lo acompañaron. El encuentro, que iba a realizarse en la cancha del barrio Santa Rosa, finalmente se tuvo que concretar en el Club Ferrocarril por razones climáticas.
La visita, impulsada por el secretario del gobernador, José Irigoyen es una parte de una gira que contempla charlas del ex campeón en Curuzú y en Colonia Libertad. La lluvia imperante no fue el impedimento para que se presentara ante un público ávido de escucharlo, y de ver de qué se trataba ésto de la charla motivadora. Vestido de manera sencilla, con jeans ajustados y con agujeros en las rodillas y una remera, tomó el micrófono, saludó al público y no paró de hablar con mucha vibración positiva, ante un público que un poco asombrado por la elocuencia del ex pugilista lo escuchaba atento.
Con un tono alto, y un registro vocal lleno de matices, y un lenguaje directo y coloquial, Maravilla fue haciendo un repaso de su vida, antes de ser boxeador, durante y después, haciendo hincapié en lo importante que es para la vida del ser humano, el luchar por una meta, el fijarse objetivos y el hacer todo lo posible para alcanzarlos, sin límites.
En muchos momentos de la charla, apelaba al público espectador con preguntas y lo hacía partícipe, no era el típico monólogo, en la que se diferencian bien los roles de emisor/receptor, al contrario, en varios momentos habló con el público y lo hizo suyo desde que llegó, e incluso dominando el espacio físico.
De hecho, casi como si estuviera en un ring, se movió todo el tiempo y enfatizaba el mensaje con gesticulaciones. La charla duró casi dos horas, y fue un incesante ida y vuelta, haciendo un repaso por su vida deportiva, mechada con vivencias personales en las que contó detalles cotidianos y familiares. Entre el público se encontraban políticos, concejales, dirigentes políticos, periodistas y público en general.
Tras la alocución, tanto él como Juan Gómez, se prestaron gentilmente para selfies con el público presente al igual que para brindar declaraciones a la prensa. La charla, fue extensa pero entretenida y para sorpresa de muchos, "no parece un boxeador cuando habla", decían algunas personas del público, al notar su verborragia e impetuosa elocuencia a la hora de comunicar su experiencia.
Pero, según dijo no siempre fue así, en algún momento le decían "el mudo" y hasta se autodefinía como "raro", y cuando descubrió el boxeo, comenzó a hablar, a interactuar y sobre todo a leer mucho y a pensar bastante.
En su apasionada alocución indicó que la sociedad somos todos, y se divide en dos clases de personas, las que piensan y las que no, y las que tienen una buena energía y la gente que no. "La vida es una sóla, no hay que desperdiciarla, es un viaje de ida y no hay que esperar para ser felices, tenemos la obligación de luchar para ser felices". "Nosotros somos la sociedad, y lo que diferencia a una de otra son las mentes adelantadas", manifestó.
"Maravilla", estará éste domingo brindando una charla similar en la cancha del Deportivo Patita (frente al Martín Fierro) y luego se trasladará hasta Colonia Libertad donde hará lo propio a las 20 horas.
Lo que se busca con éste tipo de charlas es el fomento de una mentalidad ganadora y de una postura positiva ante la vida, a pesar de las adversidades y contratiempos, contando al mismo tiempo, su experiencia de vida la cual encontró la felicidad de la mano del deporte y de la lucha y el sacrificio constante por lograr cumplir con la obligación que tenemos en el mundo: Ser felices.Domingo, 12 de febrero de 2017
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