Dispar evaluación del primer año de gestión de Macri Si bien el balance de la situación del país no es favorable, la mayoría tiene una alta expectativa en el futuro; Macri mantiene un elevado nivel de aprobación.
El balance del primer año de Cambiemos tiene claroscuros. La gestión no se llevó una buena nota, aunque persisten las buenas expectativas para el futuro inmediato.
Como punto saliente, el desempeño de Mauricio Macri como presidente mantiene un elevado nivel de aprobación del 55%, a pesar del difícil contexto económico.
Ésas son las principales conclusiones a la que arribó un sondeo exclusivo de Poliarquía Consultores para LA NACION, realizado entre el 3 y el 8 de este mes.
Cerca del fin de año, mientras que el 37% considera que la situación general del país actual es negativa, un 45% la calificó de regular y sólo un 18% dijo que es positiva.
Pero los números se revierten de cara al futuro. Un 52% cree que la situación general del país dentro de un año mejorará frente a un 27% que considera que empeorará. En tanto, sólo un 16% cree que a fines de 2017, superadas las elecciones de medio término y promediando el mandato, se estará igual.
"La sociedad percibe una coyuntura muy difícil, pero esto va a compañado de la expectativa a futuro. Quizás uno de los mayores logros de comunicación del Gobierno es sostener las expectativas a pesar de la falta de reactivación económica actual", dijo Alejandro Catterberg, director de Poliarquía.
La calificación ciudadana de la gestión de Cambiemos durante 2016 dista bastante de la autoevaluación que hizo el propio Macri. Mientras que el Presidente se puso un ocho, a solo dos puntos de la excelencia, la encuesta de Poliarquía exhibe una nota mucho más austera: un cinco en promedio. La calificación con más recurrencia fue un seis, pero hay un grupo duro del kirchnerismo que desaprueba al Gobierno con un cero y baja el promedio "escolar".
En el boletín de calificaciones de los votantes de Cambiemos, el promedio de la gestión trepa a los siete puntos, mientras que según el boletín de los votantes de Massa, esa puntuación baja a cinco. Para los votantes de Scioli, Macri reprobó, con un tres.
La performance de Macri como presidente hoy tiene un 55% de aprobación. El líder de Cambiemos asumió el cargo con un nivel de aprobación del 71%, una marca que, superada la "luna de miel" inicial, osciló en la primera parte del año entre los 69 y los 56 puntos. En el último semestre, la imagen de Macri se mantuvo en una línea estable, entre los 54 y los 57 puntos. La demora en el despegue de la economía y las batallas perdidas en el Congreso, como la de esta semana con Ganancias, parecen no mellar en la evaluación del desempeño del Presidente, que se mantiene considerablemente elevada.
La gestión de Macri es evaluada de distinto modo de acuerdo con la zona de residencia. En la Capital Federal, bastión histórico de Pro, es donde el Presidente tiene los mejores índices (62%) de aprobación. En las provincias del interior ese número baja al 57%. Es en el Gran Buenos Aires donde el Presidente tiene la peor marca, con un 48%.
A la inversa, el conurbano bonaerense es el territorio donde a Cristina Kirchner le va mejor, especialmente en los distritos que comanda el peronismo.
"Un 55% de aprobación tras un año de difícil es un valor más que aceptable en términos locales e internacionales. La línea de aprobación casi horizontal a lo largo de los meses, significa que la gente percibe un contexto más estable que lo que se discute en las esferas mediáticas", señaló Catterberg.
La comparación con Cristina
El nivel de aprobación que cosechó Macri está por encima de los que alcanzó Cristina durante los primeros años de sus mandatos. En 2008, tenía sólo un 33% de aprobación en una gestión erosionada por la pelea con el campo. En 2012, un año marcado por el cepo cambiario, la ex mandataria arañó los 47 puntos.
La polarización entre el macrismo y el kirchnerismo sigue siendo muy pronunciada. Quienes votaron al líder de Cambiemos sostienen una calificación casi excelente de su trabajo, con un 90% de aprobación, mientras que, a la inversa, entre los votantes de Daniel Scioli hay una marcada desaprobación del 80%.
Más moderados son quienes votaron a Sergio Massa, erigido esta semana como el principal adversario del Gobierno. En ese grupo, el jefe del Estado tiene un 60% de aprobación.
Otro de los puntos medidos por Poliarquía fue el contraste entre las expectativas que había generado Cambiemos antes de asumir y la realidad actual. Esa medición muestra un punto oscuro para el Gobierno: el 45% de los encuestados considera que el primer año de Macri fue peor a lo que esperaba, mientras que un 33% dijo que fue igual y un 20% consideró que superó las expectativas.
La explicación más profunda sobre los aspectos positivos y negativos está en la economía. Al responder sobre las "peores medidas" todos los encuestados hicieron foco en las decisiones económicas. La medida que peor recepción tuvo fue la del aumento de las tarifas, seguido por la falta de activación de la economía y la falta de control de la inflación. Otras dos políticas mal consideradas son la quita de las retenciones a la minería y la no reducción del impuesto a las Ganancias, dos cuestiones que tensionaron el escenario político de los últimos días.
¿Qué medidas fueron más valoradas? Ante todo, la reparación histórica a los jubilados y la eliminación del cepo al dólar. También el acuerdo con los holdouts y el mantenimiento de los subsidios y planes sociales. Como punto a favor aparece otra medida no económica: la lucha contra la corrupción.
La encuesta exhibe que mientras que el presente es considerado negativo, hacia adelante los argentinos ven una perspectiva de mejora. Así lo muestra la palabra más repetida por los encuestados a la hora de describir su estado de ánimo: esperanza.Domingo, 11 de diciembre de 2016
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