El año político ha concluído lo afirma Confucio El 2016 ha sido un año difícil. Estuvo dominado por el tema central de la reforma que tuvo a maltraer a oficialistas y opositores. El justicialismo se abroqueló en el "no", y fue una valla infranqueable luego de que pudo ordenar su tropa.
La decisión fue no abrir la discusión. Colombi tiene por delante temas centrales. Primero, encolumnar su tropa; luego, abrir un marco de diálogo conducente para llegar a consensos con el Gobierno antes de elegir el candidato con el que correrá lo que será un Carlos Pellegrini pleno de sorpresas. De reojo mira lo que pasa en la ex Casa Nalda y no pierde de vista la definición en el Senado por la línea sucesoria, con un PaNu que coquetea a diestra y siniestra, haciendo un juego que desconcierta tanto a los unos como a los otros. Éste será la última edición de la columna de Confucio de 2016. Pasará a un cuarto intermedio hasta los idus de marzo, más allá de que quizás el fragor de la interna peronista lo anticipe. El PJ vota el 19 de marzo de 2017.
LAS USINAS DE RUMORES DEL OFICIALISMO. Colombi deshoja la margarita. Sabe que la decisión en torno al candidato no será fácil. No quiere equivocarse. Ya lo hizo una vez y no quiere repetir el error. Por estas horas, desde el Gobierno se buscó instalar la idea del desdoblamiento de las elecciones, aunque los que lo conocen a Ricardo saben que decisiones de esta naturaleza no se anticipan. Cobra valor el efecto de la sorpresa. Curiosamente, en esta oportunidad, anticipar las elecciones legislativas distaría de favorecer al Gobierno, y Ricardo lo sabe. Pero como el general Perón decía: "Hay que amagar a la izquierda para terminar tirando a la derecha". Picardías de un viejo zorro, aunque en esta carrera no corre solo.
El Gobierno nacional acaba de obtener un logro no menor como es la aprobación de la ley de leyes, por parte del Senado de la Nación que completó la media sanción de la Cámara de Diputados y lo hizo por una mayoría aplastante de 57 votos contra 8, lo cual marca el aislamiento del núcleo duro del kirchnerismo que quedó circunscripto a una clara minoría dentro del bloque del justicialismo.
Cierto es que la reforma política deberá esperar. Se trata de una de las iniciativas más preciadas del macrismo que naufragó al menos temporariamente por el freno puesto por algunos gobernadores liderados por el formoseño Gildo Insfrán y secundados por algunos más.
Aun así, dentro del justicialismo no hay unidad de criterios en torno al tema y al menos ocho provincias del peronismo avanzan en la implementación del voto electrónico lideradas por Salta, el Chaco y Córdoba, quienes de hecho no comparten los criterios de sus pares, aunque tampoco están en desacuerdo con poner en crisis al bloque de senadores, que es por estos tiempos el último bastión de la resistencia peronista y el reaseguro para poner límites al avance del macrismo.
En el Gobierno nacional, más allá de la línea discursiva por la modernidad del sistema destacan como un error de cálculo del justicialismo el dejar las elecciones bajo el control del Ministerio del Interior en lugar de pasar a la Cámara Electoral Nacional. Ponen el acento en el control de recursos para las campañas electorales, tanto en sus aspectos de forma como de fondo y en lo que implica el control de la estructura de parte de quien tiene circunstancialmente el ejercicio del poder.
En estas circunstancias, señalan, no es el Gobierno el perjudicado. Apuntan a sacar rédito político en el discurso por todo lo que implica la negativa a una modernización pedida por la sociedad.
Un caso paradigmático fue el del Gobernador de Tucumán, un ultra kirchnerista que llegó al gobierno en una elección duramente cuestionada y que en los primeros meses del macrismo anudó una relación estrecha con el Gobierno nacional.
A la hora de la verdad, Manzur no apareció. Tampoco se expresó en contra como los gobernadores de Formosa, Catamarca, Santa Cruz o La Pampa.
Idas y vueltas propias de quienes en medio de las limitaciones hacen equilibrio para no quedar expuestos ni con el oficialismo, ni tampoco quedar sin el sustento partidario.
Por estas horas, el Gobierno realizó un retiro espiritual en el complejo presidencial de Chapadmalal nuevamente reacondicionado que fue testigo de muchas tenidas de alto voltaje político.
La más recordada, quizás, fue aquella que precedió a la caída del gobierno de Adolfo Rodríguez Saá, que fue dejado sólo por el llamado Club de gobernadores peronistas, cuando estos advirtieron la intencionalidad del puntano de no quedarse por los tres meses comprometidos, sino extender su mandato. Un golpe palaciego signó el breve período del actual Senador nacional que, paradójicamente tenía por entonces un alto nivel de ponderación social.
El encuentro de la primera línea del Gobierno nacional en el cónclave que presidió Mauricio Macri y María Eugenia Vidal sirvió para una catarsis, un análisis del primer año de gobierno y una proyección para el año que se viene, que será definitorio en cuanto a que las elecciones de medio tiempo adquieren un valor superlativo en términos de continuidad y gobernabilidad.
La madre del borrego sigue siendo sin duda la Provincia de Buenos Aires, que será escenario de la madre de todas las batallas, con un Sergio Massa que se las sigue ingeniando para estar en los primeros planos, en un equilibrio permanente que lo muestra no tan lejos ni tan cerca del macrismo.
De hecho, es un socio caro, aunque necesario en el corto plazo para sacar algunas leyes sin depender del peronismo, al menos en lo que se entiende el escenario complejo de la Cámara de Diputados.
Los vectores de la negociación con distintos bloques en el Senado de la Nación, donde entran a tallar los gobernadores peronistas con las necesidades propias de la gestión en un toma y daca permanente que ha obligado al Gobierno a abrir y cerrar los grifos reiteradamente, negociando las leyes una por una, con el costo que ello implica.
La llegada de dólares no se ha producido. Algo está claro. En la Argentina se vota cada dos años y los capitales quieren ver la sustentabilidad política y social de la nueva administración antes de traer fondos frescos.
El blanqueo tampoco ha arrojado el resultado esperado. Los argentinos no han traído en la medida de lo esperado el dinero que estaba afuera o permanece en los colchones. De hecho, esto por sí es una señal de que no pasa desapercibida para los capitales de afuera.
Si los propios argentinos no terminan de confiar, por qué hacerlo los que no están en el país.
El Gobierno trató de presentar el resultado como un éxito, pero en los hechos no ha sido tal. Quizás, en gran medida porque ha habido muchas trabas. No ha habido colaboración para facilitar los trámites por parte de las entidades bancarias muy acotadas por el temor a la Unidad de Lavado.
También es cierto que no todas las provincias dictaron en tiempo y forma las leyes de adhesión provinciales para encuadrar la normativa, lo cual afectó el nivel de respuesta.
La elección de Donald Trump es otro hecho nuevo aún no procesado, en lo que significa sus efectos sobre la balanza comercial y sobre las necesidades financieras.
Luego de un primer momento de angustia, en el Gobierno pareció recuperarse la esperanza de encausar las relaciones con la administración del nuevo Presidente.
Lo concreto es que la inflación no ha bajado lo esperado, aunque está en disminución. La reactivación no se ve y el déficit sigue en niveles altos, por cuanto el gasto social no da tregua. Ha crecido el endeudamiento del país por la necesidad de amortiguar los efectos de un ajuste que sería inevitable si no se apelara a una mayor deuda, y en lo que es materia de tarifas y subsidios no se ha logrado, hasta ahora, un sinceramiento acorde a las necesidades impuestas por la realidad.
Aun así, las expectativas de mediano plazo son favorables para la economía nacional. Argentina parece condenada a crecer, más allá de los avatares de una coyuntura que la administración macrista capea con las limitaciones que implica el gobernar con minorías parlamentarias. LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES, CON CUATRO OFERTAS ELECTORALES
Daniel Scioli, que por estas fue noticia por sus causas judiciales y por el comentado viaje a Punta Cana en un avión privado, ya tiene decisión clara de competir en la Provincia para una banca en el Senado o en la Cámara de Diputados de la Nación. Apunta a revalidar títulos y ha cerrado filas con el kirchnerismo duro, consciente de que aun siendo el Vicepresidente del PJ del sello nacional la orgánica partidaria no parece dispuesta a tenderle una mano.
Quizás lo que falte saber es si la propia Cristina lo acompañará o Scioli será la expresión del kirchnerismo en el intento de revalidar títulos en el principal distrito electoral del país.
No pocos sueñan con la posibilidad de que la ex Presidente encabece la lista de un frente para el Senado, mientras que el ex Gobernador lo haga para Diputados.
Es por otro lado la aspiración del macrismo, que apuesta a polarizar con la anterior gestión relegando a un segundo plano a Sergio Massa, que de hecho es el rival a vencer no sólo por el Gobierno, sino también por el propio justicialismo, que hasta hoy no pone en la cancha a un candidato decidido a tomar la parada. Los que saben aseguran que Florencio Randazzo no dice que "no", pero tampoco que "sí".
Lo cierto es que con cuatro ofertas electorales fuertes, la Provincia está para cualquiera. Y de hecho, quien gane tendrá un posicionamiento de privilegio para las elecciones presidenciales de 2019.
Los resultados de la Provincia de Buenos Aires determinarán a la vez la realidad de un justicialismo, que por estos días y estos tiempos está sin liderazgos a la vista.
Para ello será importante ver quién sale primero dentro de los variables peronistas, esto es, el orden de kirchneristas, massistas y justicialistas. Un dato de primerísimo orden para redefinir la realidad de un peronismo que aún está en tránsito de procesar a derrota del 22 de noviembre de 2015.
Días atrás, el ex gobernador del Chaco, Jorge Capitanich hizo una gira por distintos distritos del Conurbano bonaerense y llegó hasta Concordia. De hecho, es el referente territorial que le quedó a Cristina con mayor peso especifico que está decidido, aparentemente, a revalidar títulos en las Paso de agosto venidero para ir por una candidatura a diputado nacional que lo reposicione no sólo en su propia provincia, sino que además lo proyecte al escenario del peronismo que se viene carente de liderazgos claros.En este marco hay que seguir de cerca las elecciones en el Chaco, porque ahí además peleará la influyente secretaria de Asuntos Municipales del Ministerio del Interior, Aída Ayala, que ha ganado un espacio propio en la consideración presidencial y que es la carta de triunfo que apuesta a jugar el macrismo para la sucesión de Domingo Peppo.
Rápido de reflejos, el Gobernador chaqueño, considerado un aliado por el Gobierno nacional, más allá de que no maneja senadores propios, dio una señal clara hacia el kirchnerismo con motivo de la visita del controvertido ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
Peppo pareció modificar su línea discursiva, consciente de la necesidad de cerrar filas en el justicialismo chaqueño y ya no fue crítico con el kirchnerismo como lo venía siendo tiempo atrás. Tendió un puente de plata con este segmento aun importante en la política chaqueña, aventurando que se transitarán caminos en común, algo que genera renovadas expectativas.
Lo que está claro a esta altura es que, más allá de que Capitanich vaya por la diputación nacional, su candidatura como la de Aída será meramente testimonial. También está claro que en 2019 no irá por su reelección, una decisión de alto impacto que abre interrogantes respecto a su futuro. Aunque mucho dependerá también del River vs Boca que tendrá frente a Aída Ayala. Lo que "Coqui" pareciera tener en claro es que, habiendo recuperado la Provincia y habiendo recuperado el Municipio luego de 12 años de gobierno radical, su servicio para el peronismo está cumplido.
Un interrogante no menor que queda es quién dará batalla por la sucesión de Coqui, todo un tema para el justicialismo y de primerísima importancia para quién vaya por la Gobernación, sea Coqui o el propio "Mingo", que en circunstancias normales sería el candidato natural para completar los ocho años.
Aun así, en política dos más dos no son cuatro, esto está claro. EL CONTROL DEL VOTO PARAGUAYO
No tendrá implicancia menor en algunos distritos la lupa puesta por la Cámara Electoral Nacional, que acaba de detectar un hecho no menor. Hay 27.000 votantes que están registrados en Argentina, Bolivia y el Paraguay. De hecho, inciden en los resultados de las elecciones en nuestro país.
En un hecho habitual, en este sentido, que el día de elecciones sean muchos los que crucen las fronteras. Hay, a la vez, dentro de las llamadas pensiones asistenciales un gran número de extranjeros que cobran el beneficio.
A quién favorecen es harina de otro costal. De hecho, a quienes gobiernan que son los que tienen el control de la caja del Estado. Hay política clientelar para el Gobierno nacional y para los gobiernos provinciales. En algunas provincias coinciden en otras como Formosa o Misiones no. Todo un interrogante que además tiene un efecto definitorio en la elección de intendentes, más allá de lo que puedan sumar o no para otras categorías. LOS FERIADOS PUENTE
El Gobierno nacional se apresta a avanzar en la eliminación de los llamados feriados puente que pulularon en los últimos años. Para 2017 se acotarán los mismos, aunque se apunta a la vuelta del sistema anterior, algo que privilegia la cultura del trabajo sobre la cual se da el crecimiento.
En los hechos, la respuesta del turismo no ha sido la esperada y lo cierto es que interrumpir la vida económica de la Nación no es una práctica que tenga precedentes a escala mundial. PANORAMA PROVINCIAL
En el marco provincial no queda mucho por decir. La decisión de bajar la persiana del año 2016 está tomada desde semanas atrás. Algunas turbulencias inesperadas, siempre difíciles de controlar, en medio del conflicto parecieron enturbiar la escena. Al final primó la cordura. Diputados no sesionaron en lo que habitualmente suele ser una jornada maratónica, tanto más cuanto no hay extraordinarias.
El Senado terminó por resolver -con inteligencia- el intríngulis por la definición de sus autoridades, conscientes, ambos sectores, de que no tenían número con un nuevismo que, como lo anticipamos el último domingo, fue y vino demasiadas veces en los últimos tiempos como para tornar previsible su conducta.
De hecho, el margen de acción estaba -para ellos- acotado. Dominado por otras urgencias y realidades pareció lógico que haga la propia, según su óptica, sin que ningún consejo de terceros, en estas circunstancias, sea oportuno ni prudente. Los peronistas creyeron o quisieron creer que preservaban el "grupo de los ocho" y conservaban el apoyo de Nora. Los radicales apuestan a lo contrario, luego de sucesivas operaciones que con pericia desarrolló el diputado Oscar García, que ofició de nexo con el Gobierno.
Lo cierto es que los unos y los otros entendieron que no había margen para forzar una situación que inevitablemente conducía a la caída de la sesión.
La moción del nuevismo, de postergar la elección de autoridades fue un salvavidas. De ahí el apoyo de peronistas y radicales. Los primeros tenían en claro que, si bien eran mayoría, no tenían quórum. Los segundos, que no tenían lo uno ni lo otro, pero sí capacidad operativa, la volvieron a demostrar para salir de una encerrona. Lo que el justicialismo no quiso fue pagar el costo político de no ir por todo teniendo los números ni asumir la responsabilidad de compromisos difíciles de explicar en el escenario de una inminente interna partidaria.
El tema pasó a ser el manejo de las formas, algo que en política es tan importante muchas veces como el fondo. El saber comunicar es parte de una correcta decisión.
Salvada esta circunstancia, la cuestión quedó zanjada. Postergada en su definición hasta el 2 de marzo para un nuevo round, con final abierto en lo político, aunque con una relación restablecida en lo personal de parte de los quince senadores que parecieron estar a la altura de las circunstancias, separando lo político de lo personal. De hecho, despedirán juntos el año en una muestra de que las diferencias propias de las responsabilidades que respectivamente tienen ambas bancadas no son óbice para el diálogo. No parece ser un hecho menor que en el Senado haya dos potenciales candidatos a la Gobernación con aspiraciones. En el ámbito del Congreso de ayer, el senador Rubén Pruyas no escatimó palabras en su crítica a Ricardo Colombi y al llamado "partido judicial". Apuntó de lleno a ellos y anticipó la decisión del bloque de judicializar la controvertida designación de un fiscal en Mercedes. ¿Y EL SUPERIOR?
Se cumplió el anticipo de EL LIBERTADOR. El Superior Tribunal no llevó a cabo la elección de sus autoridades ni el jueves 1, ni el viernes 2. Se rompió así una tradición de los últimos años. Hay quienes creen que la definición, en un marco de sostenida puja, se extenderá también hasta marzo. Ni siquiera hasta el fin de la feria judicial. Esta posibilidad adquiere lógica si se piensa que los ministros tienen en consideración las definiciones políticas y se supone que para entonces estarán definidas y oficializadas las dos candidaturas que se disputarán el poder político de la Provincia.
Lo que quizás sea una primicia es que, contrariamente a lo anunciado, la semana que viene no será tiempo de decisiones. La elección que debió realizarse la semana anterior no se hizo y por lo que pudo trascender tampoco se haría en la que viene. Por lo que se sabe, más allá de las especulaciones, ninguno de los dos candidatos a la Presidencia del Tribunal tiene hoy número. Tampoco le es fácil a ninguno de ellos bajarse, más allá de que, en lo personal, se mantienen las formas.
En las últimas horas del viernes, el ex presidente y ministro decano del Tribunal, Fernando Niz admitió que -por ahora- él se votará a sí mismo, una definición que no parece menor, aunque sobre la hora de las decisiones podría modificarse.
Niz es el más antiguo de los integrantes del cuerpo. Cumplirá 15 años como juez de la Corte provincial y, aunque ya jubilado, no piensa dejar el cargo en los próximos años.
Otro tema en carpeta es la decisión en torno al convenio del Ioscor. El último jueves, algunos especularon con la inminencia de la decisión. Fuentes tribunalicias descartaron la especie enmarcándola en el momento en que se vive dentro del Tribunal. La posibilidad de que haya decisión, antes o después de la feria, está latente. Lo que está claro es que, en un sentido u otro, votará la totalidad del cuerpo, una definición que no es menor en cuanto permitirá conocer la orientación de cada uno de los cinco supremos.
En las horas venideras, tomaría estado público otra resolución de fuerte contenido político, rubricada por el Superior e impulsada por el propio Semhan. Se trata de un recurso de Casación que involucra a dos actores políticos fundamentales de Mercedes, esto es, el Intendente y su predecesor, el hoy diputado Molina, quizás el único radical con ganas de darle hoy batalla a Cemborain el año venidero.
Los efectos del fallo alcanzan de lleno a Colombi. Para muchos, una nueva tocada de oreja de Semhan respecto al cual comienza a especularse con la posibilidad de que baje a Mercedes en 2021 para disputar la Intendencia, una vez que Cemborain ya no pueda ir por una nueva reelección.
El interrogante, que no es menor, aunque muchos creen tener la respuesta, es por qué partido o frente el Presidente del Superior podría anotarse en esa carrera.
De hecho, y aunque pocos lo saben o recuerdan, Guillermo supo ser no sólo asesor legal de la Intendencia, sino que llegó además a ser Concejal por la UCR. Otros tiempos, otras circunstancias y otras realidades. Hoy está más lejos que cerca, como suele ocurrir, de quien fuera su menor político. EL GOBIERNO, RÁPIDO DE REFLEJOS, LEVANTA EL CABALLO
Otro tema de alto impacto que estaba al llegar a conocimiento de la Corte provincial era el de la prohibición judicial al expendio de bebidas alcohólicas.
El Juez Civil Nº 12, al que se vincula con las necesidades del oficialismo provincial, había -en primera instancia- habilitado una cautelar, aunque después él mismo la dejó en suspenso al determinar los alcances del recurso concedido ante la Cámara Contencioso Administrativa. Puede decirse que tomó nota de la repercusión que le medida tuvo y prefirió tomarse un resguardo. Días después, el Tribunal de Alzada, en voto dividido, resolvió ratificar el decisorio de Teler Reyes, aunque en los hechos término quedando en "off side", porque desde el propio Gobierno provincial se dio una clara señal de despegue.
Fue el ministro Secretario General de la Gobernación, Carlos Vignolo quien hizo pública la opinión en contra de una medida que causó escozor en la opinión pública y que no fue recibida con agrado desde la Iglesia Católica.
Aun así, en el seno del Gobierno primó la necesidad de no quedar atado a un revés judicial en el ámbito del Superior, donde todos los indicios indicaban que podría existir un fallo unánime de todos los ministros en contra de lo resuelto por la Cámara Contencioso Administrativa.
Lo que está claro en el Gobierno es que el Poder Ejecutivo no debe exponerse a decisiones contrarias de la Corte provincial que instalen la idea de que, si bien Colombi controla (sea cierto o no) algunos jueces o fiscales, a la postre no incide en la cúspide tribunalicia donde acumula cinco reveses de alto impacto a partir de la salida de Eduardo Farizano al cual podría sumar un sexto, de confirmarse la especie que asegura que salió la resolución del STJ en el llamado caso Molina, más allá de que la página web no la dio a conocer, una demora que se contrapone con otras informaciones rápidamente anticipadas como lo fueron decisiones en contra de Raúl Romero Feris, que motivaron acidas críticas de sus abogados defensores.
La primera de ellas, de mano de quien supo ser un alfil obediente como lo fue Carlos Rubín, quien terminó saliendo por la puerta de atrás después que Colombi le largó la mano sólo horas después de una resolución que fue considerada una cachetada.
La aceptación de la renuncia duró lo que dura el tiempo del camino de la ex Casa Nalda a la Casa de Gobierno.
El Gobernador se sintió traicionado y Rubín no tuvo espaldas para aguantar el sogazo.
Lo cierto es que el horizonte político en Corrientes no está claro. La taba está en el aire. Puede caer para un lado o para otro. Aun así, algo es seguro. Ricardo ya no estará el 10 de diciembre en la Casa de Gobierno. Eso pesa, y mucho, puertas adentro de la Justicia. Será Camau o será un radical (¿o no?), pero para el termómetro de los que están en el Poder Judicial el tema no es menor. Nadie, como ellos, para tomar la temperatura del poder y observar el fiel de la balanza. CONGRESO PERONISTA
Peña: "El desafío de ECO + Cambiemos es presentar una renovación de candidatos". La visita de la primera línea del Gobierno nacional corporizada en el presidente del PRO, Humberto Schiavoni junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio dejó dos cuestiones no fáciles de digerir para el núcleo duro de Encuentro por Corrientes, más allá de que no sea una novedad las visiones contrapuestas que en el seno del Gobierno nacional existe respecto a la administración radical en Corrientes.
Desde siempre se supo la oposición a la prórroga de mandatos y a la posibilidad de la reelección del Gobernador, sin que los distintos sondeos y aproximaciones realizadas hayan conmovido la firme postura de Macri de apostar por un recambio generacional y un esquema en Corrientes que sea compatible con su discurso. En su paso por Corrientes hizo ruido, mucho ruido, la renovada atención a la Gerente Territorial de Vialidad Nacional, considerada por el macrismo una pieza central del armado de Cambiemos en la Provincia.
La visita de Peña y Schiavoni al propio domicilio de Ingrid Jetter no fue un gesto menor. Es más, se consideró un mensaje claro al corazón de la alianza gobernante respecto a la necesidad de abrir la jugada para contener a todos los aliados y dar presencia institucional a los jugadores del PRO, comenzando por la influyente funcionaria nacional cuyo padrino directo es el propio Marcos Peña a través de la fundación Pensar.
Otro mensaje claro fue la frase que dejó el Jefe de Gabinete de Ministros cuando expresó que el desafío de ECO + Cambiemos es presentar una renovación de candidatos.
Con ello pareció quedar explicita la decisión del macrismo de ejercer derecho a veto respecto a quienes correrán con los colores del Gobierno nacional. En este aspecto, el Presidente Macri no parece dispuesto a acompañar en ningún distrito, menos en Corrientes, donde se juega la Gobernación, a un candidato o a una fórmula que no encaje en el molde del macrismo.
El tema, en su cuestión de fondo quedó diferido para más adelante, pero está planteado. No es hoy el momento de la decisión. Eso está claro como que tampoco el escenario está despejado con incógnitas que sólo el tiempo podrá brindar. En este sentido habrá que ver con qué fuerza el Gobierno nacional concluye el verano y comienza el año político en el que jugará su futuro en las elecciones de medio tiempo.
Hoy, Colombi tiene en claro que ECO es más que Cambiemos. Que su imagen está por sobre la del Presidente y que el secreto de la oferta electoral provincial ha sido siempre la de saber interpretar el sentimiento de la correntinidad, provincializando las elecciones. ECO es, en este sentido, marca registrada. Colombi cree tener la Coca Cola, con el nombre y con lo que supone el acompañamiento a quien sea su delfín.
Hoy por hoy no está convencido de que Cambiemos sea más que ECO y que Macri le dé un valor agregado a una oferta genuinamente autóctona. Aun así prefiere callar, a la espera de los tiempos de las decisiones. Para entonces se verá como está el país, la economía y los propios sondeos de opinión para determinar sin temor a equivocarse los márgenes de acción que tiene para negociar con el Presidente, más allá de que quienes lo conocen saben que es un tiempista por excelencia. Que maneja la política del hecho consumado y que llegado el momento no le va a temblar el pulso para marcar la cancha, más allá de que lo haga en un marco de racionalidad consciente de que lo quiera al Gobierno nacional dentro de la bolsa, pero sin juego propio.
¿Se llamará Encuentro por Corrientes? ¿Cambiemos? Un interrogante quizás tan abierto como el nombre que termine por adoptar la fórmula aliancista que encabece el propio Camau Espínola, cuya candidatura por el PJ no se discute ya en función a que es quien más garantías da a los jefes territoriales de buenas elecciones en sus propios distritos.
Por el efecto arrastre de la boleta y por el derrame que produce en la copa una oferta electoral taquillera, ninguno de los intendentes o de quienes apuestan a serlo pueden prescindir de tener en la cabeza de la boleta al candidato que más mida, más allá de sus simpatías personales o no prima la política y las mutuas necesidades y conveniencias. Una cuestión practica que no tiene otra respuesta.
La propia Capital necesita una buena estructuración aliancista y un ordenamiento racional del PJ. Hoy por hoy, para el peronismo es más fácil ganar la Provincia que la Capital y no quedan dudas de que el Gobierno provincial parece venir con todo, ya con la inequívoca pretensión de ungir la fórmula Eduardo Tassano-Emilio Lanari, que contará con el irrestricto apoyo de Colombi, que hará una Municipalidad paralela en estos meses para instalar de lleno a los candidatos propios.
Unas pintadas de las últimas horas, promovidas por la propia militancia del Municipio, parecen decir mucho, aunque apuntan a generar más interrogantes que certezas. Fabián y Pacayut 2017 podría tener una lectura distinta según la apreciación que libremente se haga.
El hecho de que no se mencionen las candidaturas a las que aspiran deja abierto un abanico de interpretaciones. ¿Uno Gobernador y el otro Intendente? La primera lectura ¿Uno Intendente y el otro legislador? La lectura intermedia ¿Uno Intendente y otro Viceintendente? La lectura más racional y acorde que además contempla un hecho de primerísima importancia como lo es preparar la sucesión para 2021 en el Municipio, posicionando a una figura que necesita una mayor instalación.
Lo concreto es que las pintadas generaron revuelo, más dentro del Municipio que fuera. En el justicialismo hay convicción de que ambos tienen espacios ganados como para anotarse legítimamente en el marco de internas que ayer cobraron forma con la definición de los tiempos.
Luego de un primer impacto visual queda claro que no se plasma en la Gobernación y en la Intendencia lo que podría ser una primera interpretación en el marco de una interna peronista que ya está abierta y que insumirá los días más calurosos del verano. El Congreso peronista de ayer no brindó sorpresas. La caída de la reforma le había quitado entusiasmo a la militancia que, con el logro de ponerle un freno al avance colombista, había saldado sus dudas. Sólo se destaca de ayer el fuerte voltaje de las críticas hacia Colombi, hacia sectores de la Justicia y hasta al propio Pedro Cassani, críticas que no sólo fueron de Ríos, sino de varios de los oradores que siguieron en el uso de la palabra, con una fuerte reivindicación de la figura del presidente del PJ, Gerardo Bassi, cuyo procesamiento disparó una crisis institucional en el Senado días atrás.
Lo que está claro es que el tiempo de las palabras se ha agotado. Ha llegado el momento de la organización y el avance sobre el cierre de las listas en los 71 municipios de la Provincia.
Hoy por hoy, el único candidato que ha hecho públicas sus pretensiones es Camau Espínola. El juego está abierto y, más allá de que es necesario contener a todos, serán las propias reglas del juego democrático las que determinarán el armado que desde el peronismo se ofrecerá a la sociedad. Una tarea que no es fácil. Quizás, en las formas, sea más fácil para Encuentro por Corrientes que con un liderazgo menguado parece conservar fuerza para constituirse en el gran elector, más allá de que el secreto estará en evitar efectos colaterales como el que viene de sufrir en Goya, donde Cecilia Gortari no dijo lo que dijo porque sí. Tras sus palabras hay algo más que el tiempo terminará mostrando en su justa dimensión.Domingo, 4 de diciembre de 2016
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